Ví una polilla jugando con mi cigarro
luego era una mosca revolviéndose en mi cabello,
en mis andrajos,
era una mujercita sosteniendo el cenicero
entre mis pies,
y sobre mi maña,
mientras la luna se dilataba perfecta,
los lunares rehacían mierdas,
las estrellas se mostraban presumidas en el coñac,
hasta que ella, tosca, me tocó,
haciendo garabatos en mi ángulo,
diciendo: puta,
y miré en su pecho mi drama,
-una probeta de cojudeces-
….mi odisea

Y me dijo puta…

Hasta que humedecí.