Hay luces de colores en todas partes, en las ventanas, en los escaparates de los comercios, suspendidas en el aire formando figuritas colgadas de postes o entre edificios que se miran fijamente. A cualquier lugar donde mire puedo ver ese tipo gordo y barbudo, vestido de rojo debido a una táctica comercial pensada años atras por los publicistas de una marca de refrescros (dicen que antes iva de verde y era delgado), con la cara cubierta de canas menea una campanilla riendo grotescamente o se queda quieto en un rincón esperando que los niños se le acerquen con una ilusión que en pocos años se romperá, como siempre ocurre cuando creces; ese señor se me asemeja cada vez mas a una prostituta navideña.
Paseo por las calles cabizbajo esperando que ocurra algo que ecienda una llama apagada tiempo ha, creo que he perdido la cordura. Pienso en "ella", que por enesima vez ha vuelto a abandonarme (o emos vuelto a abandonarnos), esta vez en tiempo record, solo en dos dias cronos nos dejo que volvieramos a querernos, a discutir, a dejarnos y a odiarnos. El amor es una mierda. Pienso en mis amigos, o en los que un dia lo fueron, algunos desaparecieron, otros no son los mismos y otros tantos prefiero no verlos. La amistad se quema por si sola. Pienso en mi familia, paso estas fechas con ellos, me quieren tal como soy, pero son incapaces de aguantarme durante mas de media hora.
Contrasto mi expresión vacía con las sonrisas de la gente; en el fondo les envidio, no quiero ser como ellos, pero si sentir esa supuesta felicidad que parece que les atrapa, aunque solo una vez al año.
Gente que pasea con sus hijos, gente que salta de escaparate en escaparte buscando el regalo mas caro para demostrar su "amor" a sus seres queridos. Yo los miro desde lejos, los veo desde fuera, a lo lejos en un mundo difrente, distante, aislado en mis pasiones quemadas. Gente que se reencuentra, amigos que se sonrien, parejas que se besan bajo una farola, seres humanos que se abrazan. Necesito uno de esos abrazos. Quiero que alguien; desconocido o ser querido me estreche entre sus brazos. Derrepente me doy cuenta de que esta resvalando una lágrima por mi mejilla. Empiezo a sentir un fuerte nudo en la garganta y ya no puedo resistirlo mas. Rompo a llorar, me detengo y corro a sentarme en uno de esos bancos, aislado entre la gente que sigue caminando a mi alrededor sin percatarse de mi presencia. Siento el sabor amargo de la vida en mi boca, es desagradable. Pienso que estoy solo en el mundo, solo quiero un hombro sobre el que poder llorar a gusto mientras da unas palmaditas cariñosas en mi espalda. La vida es fría como esta calle y he salido a vivirla sin abrigo. Intento contener las lágrimas, no puedo. Solo quiero dejar de llorar, solo quiero ser feliz como vosotros. Pero nadie se acerca a abrazarme por mucho que lo desee. Se supone que esta época es para los mas necesitados.

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Han apagado las luces, no queda nadie en la calle, y no he podido dejar de llorar, el corazón quiere correr por este lugar destrozádolo todo y huir hacia donde nadie me diga sin palabras lo poco que tengo.
Aun quedan algunas lágrimas, no quiero levantarme de este banco ...

Feliz navidad a todos.