en estos momentos, estoy dentro de la iglesia principal de mi pueblo, que es su catedral,
y que se encuentra en el centro neuralgico de la ciudad; frente a una vitrina donde se halla jesus herido. apoyo mi nariz en el vidrio y miro como sintiendo que un mundo nuevo tala mi tabique,
y pienso sobre el pucho, que estoy alli como viviendo con el, de yapa, en una historia nuestra.
hablo distendido pero solamente yo,
estamos ambos ansiosos como esperando a un tercero que pronto llegara, lo miro nuevamente,
y sonrio por ultima vez en este crepusculo avanzado en horas.
la luna asoma con algo mas que un reflejo,
por la puertadera marron clara,
barnizadas como cascos de yates o veleros,
y le comento algo acerca de ello, pero nada me contesta y yo lo se entender.
pero a pesar de todo, en este clima especial,
tal vez como poseido por un temblor nervioso, trazo una linea con una actitud como asesina,
y lo miro fijo haciendo muecas tontas,
para aliviar el momento de confusion calculo,
pero finalmente rio como triunfal,
por el hecho de poder permanecer juntos,
y me pone ojos de no entender bien lo que estoy diciendo. pero rapidamente, para que se encuentre plenamente confortable, yo le digo como pidiendole algo al oido, que este lugar esta bien
¿por que soñar con otros sitios diferentes?
si estamos aqui por fortuna, ahora,
y que eso es lo que cuenta en definitivas,
lo que vale por su peso oro, y le suplico, por lo bajo, para que sonria distendidamente sin limites, generoso, en esta noche especial. |