MI RIMA
Mientras caía mi ruego
tu mano se alejaba,
hacia la orilla izquierda de mi rima..
Tu y tu trono de barro,
miraban con orgullo mi destierro,
cuando el sol se escondía de las nubes
para no ver mi sangre confundida,
derramandose lenta pero muy claramente,
hacia la despedida.
Cuanto horror te guardaste,
que quedara por siempre en tu mejilla,
porque mis venas fueron,
lánguida y suciamente,
el lugar de la herida.
Junto a ti un soplo frío
hechizaba a mi alma y su sonrisa,
debajo de tu máscara,
saqueabas heroicamente
mi pobre piel dormida.
Y yo tan invisible,
sosteniendo mi amor
con las piernas dormidas,
borrando mis pisadas,
para que no me encuentren
los lobos del desierto
y me alejen de ti,
muerte sagrada,
en este otoño que cae con tu nombre
ahorcado en mi garganta
y tiembla entre las hojas,
mientras tu mano se aleja
hacia la orilla izquierda de mi rima...
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