No tengo a nadie a quien llamar, ni a quien gritar, pero cuando me vean aquí que harán? Y cuando sepan que no fui nadie y simplemente pase por aquí que dirán? – eso fue lo ultimo que escribió, pensó y sintió Mario antes de morir.

Todo fue muy rápido, después de una ligera cena de una tortilla tostada con queso duro, un vaso de soda y un cigarro, Mario como siempre se cepillo los dientes, vio que una espinilla se apresuraba por salir en su nariz grande y pronunciada, se fijo que ya no había jabón de baño; y recordó cuando vivía con sus papas, que nunca faltaba el día en el que no tuviera que ir a la despensa a buscar mas jabón ya que siempre se le resbalaba de las manos hasta caer en el retrete.

De pronto vio que los pelos de la nariz salían de ella, y se los corto, eran cerca de las 9 de la noche cuando decidió ir a acostarse, sacudió su cama, se quito los zapatos y calcetines, se trono los dedos de los pies, los de las manos, se levanto a apagar la luz y en el camino se puso su camisa de dormir, en ella habían muchos hoyos y esa comodidad es la que Mario gustaba. Llego al interruptor y apago la luz, vio la luz de las otras casas que aun estaban encendidas y es que para ser un viernes, las nueve aun era muy temprano, cuando se acostó vio hacia el techo y cerro los ojos y no podía dormirse aun se dio vuelta y cerro los ojos nuevamente, con ningún éxito. Se puso boca arriba de nuevo, cerró sus ojos negros y pequeños, y emitió un suspiro; en ese momento se recordó de las deudas que tenia, y que tenia que pagar la renta pronto y comprar el jabón que lo había puesto a divagar la mente.

Un gato paso haciendo mucho ruido en el techo y Mario se asusto volvió la mirada a su derecha donde tenia un ventilador con mucho polvo en sus astas y recordó el hombre que había sido antes. Recordó haber tenido éxito algún día, tenia gente que lo amaba y el amaba a esa gente, después recordó como todo se fue abajo. De pronto sintió un fuerte dolor en su pecho y en su agonía solo se encorvo hacia la derecha y en lugar de tratar de luchar contra el dolor solo se dejo llevar por él aceptando su destino y nunca luchando contra éste.