Intento entender a las personas que son felices por estar vivas. Es difícil. Algunas personas que conozco agradecen, con franco convencimiento el simple hecho de estar vivos. Yo no veo nada que agradecer. Hay quienes en las mañanas se alegran sólo por despertarse. Siempre me han irritado ese tipo de comportamientos, parece que a las personas les bastara vivir la vida como tal, como guiados aún por los vestigios de certezas pasadas, el rastro evolutivo. Yo no encuentro satisfacción alguna por estar vivo. En mi caso particular no sólo no encuentro satisfacción, sino que me parece desagradable. Parece que estamos jugando una en una ruleta y sólo un número es el ganador. Está claro entonces que lo más probable en la vida es ser desgraciado, hasta los que agradecen el hecho de vivir parecen entenderlo así, porque sino no habría nada que agradecer. Y si esto es verdad, cómo puede alguien estar feliz por jugar en ella? Yo no tengo mentalidad de mártir, ni pienso que soy culpable de nada, de esta forma no tengo culpas que expiar; excluyendo así cualquier satisfacción que pueda encontrar al sentir que pago mis culpas con sufrimiento, por lo que encuentro la vida francamente aburrida. Me refiero a la vida sencilla, la que llevan casi todas las personas; despertarse, salir, llegar, dormirse. Mucha gente sólo hace eso. Lo aderezan claro, hoy salen de verde, mañana de azul, es probable que antes de llegar pasen por alguna parte y se encuentren con personas que están haciendo lo mismo. Cuando alguien hace eso muchas veces se dice que lleva una buena vida, que su vida es divertida. Buena vida? Divertida?
Yo llevo esa vida sencilla, aunque debo confesar que mis aderezos son cada vez más escasos; voy sin sobresaltos, despierto, salgo, llego, duermo. Un matiz, duermo sólo. Ahí la cosa se complica más. Reconozco que si algo hace llevadero este sin sentido, es compartir sus desgracias con alguien. Debido a la herencia de la evolución siempre va a ser mejor compartirlo con una persona del sexo contrario, con la que se pueda tener, conscientemente o no, alguna esperanza de reproducción. Bueno esto último será cierto en la mayoría de las veces, aunque algunos prefieran compartir sus miserias con personas del mismo sexo. En realidad da lo mismo. Si la vida por definición es un caldo de desgracias, tomársela solo es doblar el asco. Es que a veces parece un juego perverso. Nadie puede estar feliz sólo por vivir, se buscan estímulos, cosas, se busca una pareja. No conozco a nadie que proclame felicidad encontrándose solo. La vida es como es, el afán reproductor y la química corporal no nos permite superarla solos.
Debo leer a Russell
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