La tortuga nunca pierde el tiempo:
es maestra de la paciencia.
Leonardo se inspiro en ella,
cuando una noche soñó que las tortugas volaban.
¡Qué contradicción! -se dijo.
Dragones y tortugas convivieron
en épocas lejanas.
También sabía que muchas de ellas
enterraron a feroces piratas.
La tortuga en su refugio
no pierde el tiempo: medita.
Y meditando Leonardo
supo que se podía volar.
Texto agregado el 22-12-2006, y leído por 529
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Lectores Opinan
08-01-2007
Verdaderamente meditando se puede volar...esto lo dice todo***** Goyo
29-12-2006
Impresionante!, me dejaste muda ante ciertos versos, como ser:
"Dragones y tortugas convivieron
en épocas lejanas.
También sabía que muchas de ellas
enterraron a feroces piratas."
Una maravilla!!*****
MujerDiosa
25-12-2006
Bello y trascendental mensaje el que nos brindas con este poema. Ser cautos, pre venir, protegerse bien y dar los pasos correctos según tu idiosincrasia. Me encantó, Rubén.***** graju
24-12-2006
Una maravilla!!! El imposible sueño de que las tortugas volaron (los terodactilos) e imaginar algo que algún día sería posible. Me alegra este poema. 5* Garvas
24-12-2006
como tortuga, tejiste este grandioso silogismo. ednushka