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Llego a tu habitación, noto que estas dormido, contemplo tu rostro, tus piernas desnudas, tu pecho, tus manos que tanto he dibujado en mi cama, tus labios que tanto he imaginado que me besan, observo todo, observo mi alrededor, a penas puedo creer en donde estoy, no sé si despertarte o dejar una nota y huir... sigo viendo tu ternura al dormir, mis pies se aferran a tu habitación, no me dejan correr, el corazón no para de agitarse fuertemente dentro de mi.... me acerco suave a tu cama acaricio tus piernas, sin que lo notes me acuesto a tu lado para recibirte en el nuevo día, recorro con mis dedos tu pecho, beso tus labios, luego de corresponderme al beso, abriste los ojos, que aún dormidos lograron reconocerme, vi con ternura lágrimas brotar de tus ojos, quisiste decirme algo, impedí que lo hicieras sellando tus labios con los míos, me abrazaste tan fuerte como pudiste, sentí tu pecho con el que jugueteaba hace un momento, pegado al mío, tus manos descubrían mi espalda, exploraban cada rincón; queríamos contarnos tantas cosas y no podíamos, nuestras se estaban convirtiendo en deseo, no lo podíamos evitar, las palabras no eran más que caricias y besos. Trataste de contenerte pero ya sentía tu cuerpo arder como una hoguera, ya era tarde, nuestras vidas se necesitaban desde hace tanto;;;;; te dirigiste a pasar el seguro de la puerta para evitar que tus padres nos descubrieran, lograste preguntarme cómo había llegado, lo único que alcancé a decir fue: amor, estamos juntos!!!, encima de mí la tarde revelaba ya lo que ocurriría, me besabas con mucha ternura, acariciabas mi cabello, rozabas mis labios, susurrabas a mi oído, sentí tus manos por todo mi cuerpo,,,, alcanzaste un chocolate, nos lo comimos juntos, se lo diste a mi boca a través de besos, con la dulzura que nos embargaba, desabrochaste mi blusa con tu boca, besaste mi pecho, mi estomago, mi vientre, te deshiciste de mi brassier apoderándote de mis pechos, me llevaste al cielo del delirio, no podíamos hacer ruido, estábamos en tu casa, ahogaste mis gemidos con un incandescente beso, a la par que con tus manos me despojabas del pantalón, mi cuerpo ardía, sentí un calor que quemaba, retiré tu franela y tu short que ya demostraba tu virilidad, seguiste bajando por mi vientre, llegaste a mi sexo humedecido por tus caricias, la recorriste con tus dedos e introdujiste tu lengua soltando gemidos de placer, trate de no gritar, estaba delirando, tu lengua distorsionaba mis sentidos, logré subir tu cara hasta la mía, te besé como nunca, me ahogabas con tus besos, a la ves que sonreía, vi tu sonrisa, llevé mis manos a tu sexo que ya se sentía mi dueño, que ya se imponía como el rey de aquella tarde como cualquier otra pero diferente a las demás, diferente porque ya no estábamos lejos, ahora tocabas mi cuerpo tanto como yo el tuyo,,,, logré hacer que tu cara se relajara y tu cuerpo se estremeciera mientras jugaba con tu masculinidad, no soportaste más, te abalanzaste sobre mí, viajaste nuevamente por mi cuerpo pero esta ves perseguías fundirte en mi, lograste hacerlo,,, apenas pude sentirlo, tenía miedo al dolor pero me sentía flotando, no pensaba, solo te deseaba, mi vida empezó a transcurrir al ritmo de tu vaivén ese que me enloquecía, ese que ahogabas con tus labios, dulcemente te balanceabas sobre mí, podía ver tu tierna mirada penetrando en mi ojos, pude descubrir lo que sentías, lo que pensabas, seguías sobre mí aquella tarde española, de hermoso sol veraniego, escuchamos los pájaros cantar, oímos la música del vecino y el sonido del avión, aquel que me había llevado hasta tu lecho, el mismo que recogió horas de nervios, lágrimas de emoción, ahora se despedía de nosotros, su misión estaba cumplida, estuviste sobre mí, hasta que la tarde se convirtió en estrellas, hasta que el sueño nos venció y dormimos abrazados acompañados por el ángel de la guarda, ese ángel que nos vistió y arregló tu cuarto, aquel que hizo que el susto de tu madre que había tocado desesperadamente nuestra puerta mientras nos hallábamos sumergidos en el sueño, se desvaneciera al vernos abrazados sobre tu cama perfectamente arreglada, como si nada entre nosotros hubiera pasado, como si durmiéramos en los brazos de la simple amistad, ese ángel que hizo que tu madre nos arropara y cerrara la puerta silenciosamente para dejarnos descansar........ |
Texto agregado el 08-02-2004, y leído por 120 visitantes. (1 voto)
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