Me permití trenzar el drama sobre su pecho,
me hice basura, y larva
y de todas formas el sol flotaba,
su menstruación se quebró con limón
y mis uñas no crecieron a la censura
termine indecente,
en un tejado tejido,
hecha gato, de cuatro vidas,
de dos patas, y quince mimos,
me hizo falta el tenedor en la muñeca,
y ahora las quejas hacen trabalenguas
me permití llorar seiscientas veinte nueve veces,
mis tobillos lo contaron,
la menopausia lo advierte, de cuclillas,
y el vértigo se encoje en una corbata con semen
-mis senos siguen en su sitio-
casualmente
En tacitas, el sexo eructa,
en la cocina, sabe a sangre,
los dedos se mecen en la vulva,
y precavida, cuido el ombligo del morbo
Y mordí la manzana,
mordí el corazón príapo de un saltamontes
una oruga en la rodilla,
un gemido en mi espalda,
mis pezones miran la luna,
y le miran el culo,
estoy cayendo,
y la pipa nunca se apaga
dejemos que la úlcera me termine con café,
dejaré de bailar desnuda en un vinilo,
y que mi lengua se enamore de mí,
no del vino,
no del abismo
me permití la autodestrucción hasta las 6:15.
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