Aqui me he encontrado, frente al pedestal que tu tumba ha dejado, bajo la sombra de este árbol que se ha secado con el paso de los años. Siento como el aire se altera susurrando algo que jamas será escuchado.
Me he incado ante ti, ante tu cuerpo ahora putrefacto, ante tu alma que se ha alejado pero que nunca me ha abandonado. Me persigue a cada paso y me caricia palmo a palmo, quizas tratando de remediar tu maldito engaño, ese mismo que ocasionó que triste deambularas a mi lado.
Aquí he suspirado sin llegar nunca al llanto, pues se que mis lagrimas seran en vano, sé que no has de revivir aunque este corazon por ti deje de latir, aunque la sangre de mis venas deje de fluir, aunque mis pensamietos se desvanezcan solamente por ti.
No he de morir para regresar a ti, pues este sufrimiento que me has dejado, provoca tal placer que ni tus besos habian probocado, ese placer que recorre mi cuerpo, haciendolo temblar poco a poco de deseo, que aumenta el dolor que en mi día con día llevo.
Este dolor que me ha hecho saber que no has muerto en vano, que realmente te he amado, como se que jamas habria amado.
Ahora me alimento de tu traicion, esa misma que crei que me habia matado pero que al contrario, me ha dado fuerzas para seguir con esta vida de humano.
Creí que al saber que amarias a otra aparte de mi , me haria sufrir, pero ese sufrimiento lo he transferido a ti, y se que merodeas a mi lado, rogando que te perdone por tu nefasto engaño, esperando viajar a ese reino de paz en el que ahora se encuentra tu amada. Pero... ¡No te he de perdonar, no liberare tu alma para que descances en paz! Juro que jamas con ella regresaras y que solo por el mundo deambularas eternamente sin descanzar. Mendigando por un poco de tranquilidad, para mitigar el dolor de tu alma en pena que no me abandonara.
Quiero que me vuelvas amar, y que me ames con esta maldad que has logrado liberar, ama este odio que por ti siento cada vez que te recuerdo, y martirizate eternamente con el recuerdo de mis besos, el sabor de mi lengua y el olor de mi aliento.
Recuerdo cuando la vida arrebate de sus cuerpos, cuando ambos se encontraban embriagados con el dulce elixir del deseo. Recuerdo como antes de morir te pusiste a llorar, rogando que por ustedes sintiera piedad, pero no pude evitar el coraje que me invadia al verlos amar.
¡Yo tambien te ame, yo tambien senti el deseo que sintio ella! pero nunca me dejaste demostrarlo ¿Porque no me dejaste amar? ¿Porque a cambio de ello me hiciste odiar? ¿que no vez que ahora lo que siento por ti siempre te martirizará? ¡porque me obligaste a odiarte como jamas odie jamas!
Al ver tu cuerpo inherte, te admire aun mas, pero sabia que asi no sentirias el deseo que veritia en ti con cada moviemiento, sabia que no era el momento de destara todo esta exitacion que en mi llevaba dentro, que tu cuerpo no responderia a mis apasionados movimietos. Asi que, decidí alejarme de tu flacido y frio cuerpo, y observar asi como ambos se desangraban en el suelo.
Ahora solo tu recuerdo me queda, aquel que endulza mi vida con el dolor que libera. Ahora solo en ti pienso, en la amargura y la ternura que me brindaste antes de tu encuentro, antes de esa traición que ahora los mantiene muertos....
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