Porque sé que eres el oasis que tanto esperaba para calmar el desierto en el que se ha convertido mi vida, llegaste después de tantas noches de insomnio, de ruegos para que no amaneciera de nuevo, de momentos en los que la desesperanza me dominaba… Al fin estás aquí, sin alcanzar a calcular las ansías con las que te esperaba, lo mucho que te necesitaba… Te miro y no lo creo, pensé que nunca llegaría este día, perdía la fe en tu existencia, creí que todos tenían razón y solo vivías en mi imaginación, pero no, estaban equivocados, estás aquí junto a mí… Por fin siento tu cuerpo cerca del mío, puedo contemplarte, acariciarte, besarte, tomarte entre mis brazos, teniendo la plena certeza que somos el uno para el otro, que aquel amor verdadero, único, eterno, del que todos hablaban es real, hoy puedo aceptar que caí en sus redes, hoy tengo la seguridad que estaremos unidos por siempre…
… Así haya tenido que recurrir a matarte para que finalmente te fijaras en mí y estuvieras conmigo eternamente, no me pesa porque este es el precio que debí pagar para experimentar en mi paladar el dulce sabor del amor…
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