Con la mística brisa del bosque, me deje llevar. Los árboles sollozaban, sabían que algo estaría apunto de ocurrir conmigo.
Esta vez las hadas se habían quedado en los cuentos, las mariposas habían emigrado a un lugar en donde la magia se disuelve entre el gris de la desilusiones.
No quería encontrar a una princesa, pues estas han destrozados tantos imperios que es difícil confiar en ellas.
Esta vez me interné en el bosque solo con fin: tratar de encontrar algo real, pero en el bosque de cedros, todo es real, nada puede quedarse a la imaginación.
Busco en el bosque conocerte, poder saber quien eres, pero primero debo encontrarte.
Te conozco en la ciudad, pero el smog del campo de batalla, le quita brillo a tu alma, el ruido de los moustros del asfalto le resta importancia al sonido de tus ideas, el constante ajetreo me impide contemplarte, me pregunto si aquí en el bosque serás diferente?.
Conforme voy siguiéndote, mi mente se va despejando, mis ojos se van abriendo y mi espíritu empieza a ser libre, pues aquí no hay juicios, no existen los prejuicios y solo necesitas ser uno mismo para estar en armonía con tu nuevo entorno.
Empiezo a sentirte con forme pasan el camino nos va mostrando parte de nuestro destino.
El tiempo se ha desvanecido y las palabras han vuelto a tener significado para mi.
El tiempo no existe para nosotros, no hay prisas, la planeación ha quedado en las agendas, aquí puedo inventar mi propia forma de ver al tiempo, no hay días sino siento tu querer.
El pasado se deshace a medida de que avanzamos, el futuro no tiene rostro. Solo se trata de vivir el presente.
La noche se aproxima, el viento nos induce a no dar marcha atrás, estamos cerca de por fin entendernos.
Descansamos un poco, me invade la sensación de vivir, hace mucho que no me sentía completo, los responsables son: el bosque y tu calor.
El silencio no impide que nos comuniquemos, por fin descifro tus gestos, por fin entiendo lo que piensas, ahora se por que le temes al mundo.
Llegamos a nuestro destino, pero yo había conseguido alcanzar mis metas antes de tocar la cima.
Tu tampoco quieres pensar en nada, en lo rápido que nos fue la vida, en lo pronto que fue decir: “he fracasado”, en los caníbales de la ciudad y en los retos de supervivencia en el lugar mas hostil del planeta.
Yo también dejo mi mente en blanco y puedo admirar tus ojos, no había notado su verdadero color o ese brillo que toman cuando dejas de sufrir.
La tristeza se quedo en la multitud de la ciudad, y el llanto desapareció al llegar al río.
Somos tu, yo y las estrellas mirándonos
El sol ha dado paso a la luna y nosotros hemos dado el paso a la felicidad.
El pie del cañón, arrojamos nuestros miedos, lanzamos nuestras dudas al abismo.
Con la chispa de tu ser, cree una fogata. El fuego esta mas alto que nunca y el frió no se siente a tu lado.
La noche nos arropa, el roció del bosque ha consumido todo el fuego, pero el calor en nuestro refugio no ha se ha extinguido.
Deje atrás la falsedad de la literatura, sin mucho barroco, te murmullo entre sueños lo mucho que te quiero.
Puedes estar segura mis sentimientos son reales, por que en el bosque todo es real.
La mañana llega y toca tu rostro. Por que estas de nuevo triste y cabizbaja?
Es que hoy regresamos al mundo real.
No quiero volver a perderte. Le digo: yo también estoy triste, pero ahora que te encontré, ahora que la vida vuelve a mi o yo vuelvo a ser vivo, jamás voy a volver a perderte.
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