El calor, intenso, todos van de un lado a otro buscando dónde refugiarse en ese día agobiante, los pájaros vuelan bajo, los carros arrastran las huellas de sus llantas, huele a caucho quemado, los niños miran con dolor, los ancianos ya no miran a nadie, la ciudad estática parece derretirse con el vaho del verano, las nubes no son azules, hace ya tiempo que dejaron de serlo, el cielo es gris y no porque vaya a llover, sino por el smog que contamina los pulmones enfermos de todas la mentes podridas que habitan las calles, las ventanas están abiertas de par en par, el rojo de los semáforos dura una eternidad en cambiar a verde, los bebés lloran, los perros sacan la lengua, los músicos callejeros luchan contra el destino y tocan sin recibir una sola moneda, los taxis van llenos, en su interior se sientan los culos de los afortunados, A LOVE SUPREME suena cada vez más alto en los audífonos…
… por un momento todo queda estático... él observa el fenómeno, disfruta la tranquila milésima de segundo, y no alcanza a gritar.
Un camión lo aplasta.
|