-Algunos hombres están locos
-¿Qué quieres decir?
-Quiero decir que algunos hombres están enamorados de sus esposas.
Aunque parezca mentira, es de esta frase de donde procede toda mi entrecomillada literatura. El que suscribe la leyó hace mucho tiempo no recuerda muy bien donde. Vivimos en un mundo de apariencias, del no solo ser, sino el dar la impresion de.., un mundo donde el yo gira en torno a otros "yo" a los que oh! sorpresa! no les importamos más que la última colilla, que el último trago, que el último beso de otra "yo" cuyo nombre no conocen. Es absurdo que éste sea uno de los pilares más sólidos con los que edificamos nuestra vida: una resaca emocional constante y agotadora. hoy en día, hoy por hoy, necesitamos el visto bueno, el fallo positivo de nuestros colegas, compañeros, padres, hijos, educadores...incluso necesitamos que el borracho de la esquina (cuyo papel vuestro escritor suele llevar a cabo), nos dedique una sonrisa cuando en un alarde de generosidad y altruismo, dejamos caer una moneda de cobre en su fría y temblorosa mano. Yo, personalmente, nunca sonrío con monedas: la frivolidad no es un don que se me haya dado
y a fin de cuentas ¿Para qué? Todo pasa, salvo esa resaca, cuya borrachera de inocencia, espontaneidad y fuego está cada vez más difusa y más oculta entre nuestros propios ficheros mentales. Todo un poema, sin duda. ¿y el amor? ¿Qué decir del amor? ¿Y de la amistad? . Es la hipocresía extremada hasta límites que tienden a infinito. Nacemos solos, y morimos solos; Nuestra vida en compañía no es sino el producto de una serie acuerdos tácitos que establecemos con personas que tenemos bien la suerte, o bien la desgracia de conocer, acuerdos que terminan de un día para otro: Tu contrato ha expirado. Los amigos se van, los amores nunca salen bien, y la gente se hincha a llorar por algo que al fin y al cabo es normal: la soledad. Personalmente considero que son unos quejicas, no hay hombres tristes desde que se inventó la cerveza. Tarados y quejicas. Algunos hombres están locos, eso sin duda, tanto es así que consiguen volver locas a otras personas con las que consiguen compartir una vida inmersos en un estado de falsa felicidad producto del exceso de hormonas.
Yo, por mi parte, estoy un poco loco, pero la masturbación y la cerveza también consiguen darme esa falsa felicidad, y paliar el exceso de hormonas. Teniendo esto ¿A quien le importa estar solo?
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