La mujer que amo
esta en todas partes,
se aparece por doquier
sin preguntar, sin respetar,
sin conocer la más mínima pizca
de los aires circulantes,
ni las ondas estratosféricas
emanadas bajo el manto púrpura
de mi dudosa realidad...
La mujer que amo,
no perdona traiciones
no se ensucia con palabras hirientes
ni tampoco versa con los hilos nocturnos
enviados desde la luna ya cansada,
en una noche calida y sutil como esta.
La mujer que amo,
pinta realidades surrealistas
finge copias exactas, cual par de gotas húmedas
que lentamente circulan por mi pecho,
y bajan hasta enmudecerme, hasta enloquecer.
Pero la mujer que amo trasluce
es trasparente,
las saca de su alma
para convertirlas en arte y precisión,
pues no importa la obra, es el medio
es la condición de vida
que ahuyenta la monotonía
y la hace tan suya, tan propia
que los mismos artistas la envidian,
la aborrecen por abrazar el génesis,
por desobedecer al orden
y obedecer al etéreo placer.
La mujer que amo sufre,
por que sus pensamientos pecan,
sufre por que ahuyentan su felicidad,
llora por que con cada día que pasa
la luz se vuelve más ajena
y la atención más mortal,
padece el mal de los trabajadores
que sin descanso obran hasta el amanecer
buscando verdades en el futuro,
grandes promesas de libertad,
dejando a grandes escollos del pasado
urgar día a día pusilánimes, en su interior.
La mujer que amo sonríe,
a veces cuando mis niñerías
superan la brecha madura de la coherencia
cuando desnudan las almas, muestran su escencia
que pese a la distancia creada por costumbres,
dibujan siluetas similares, casi parecidas
se hacen más notorias con la luz,
con el destello de la confianza
y la temida lucidez...
La mujer que amo no existe,
se ha perdido en un mar de traiciones
en un mar de confianza y reivindicaciones,
cual goleta indefensa zozobra al horizonte,
irreal y provocativa,
se aleja y se acerca,
mira desde lejos y luego parte,
su mirada cabisbaja denota soledad,
y en su boca, la mordaza de las circunstancias
ayudan a esas sábanas, negras, sedosas,
a cubrirla por completo
para no dejarla más... |