A vosotros, los sin techo
que relaméis las aceras
con pies de tristeza y barro
buscando la buena estrella
que os guíe hacia el establo...
Que por hogar, tenéis frío
por lecho, un asfalto helado,
por amor, el falso sueño
abrazado a un brick de vino...
A vosotros, marginados
que entre barrotes amargos
anheláis el viento fresco
de la libertad gloriosa
mientras lágrimas de ausencia
inundan celdas de invierno...
A vosotros los valientes
que abandonáis patria y rango
en busca de un horizonte
de dignidad y trabajo
y a los mares entregasteis
en ese afán de conquista
la vida de otros hermanos...
A vosotros los pequeños
que desconocéis el juego
y condenáis vuestra infancia
a rastrear basureros
para mitigar el hambre
como único sustento...
A vosotros olvidados
del rico poder mundano
que lucháis contra la muerte
en un duelo cotidiano...
A vosotros que la guerra
condenó con su arrebato
dejando la triste huella
del dolor mas inhumano...
A vosotros, mis hermanos,
no importa color ni raza,
ni país pobre o lejano,
os dedico esta plegaria;
un cristmas emocionado
desde el humilde pesebre
de este corazón hermano.