La mitad de unas alas rotas
bucean ya por lo profundo
de unos ojos que sin querer miran...
El espejismo de una vida
se pregunta el motivo de la respuesta
y los cordones como siempre mal atados
ponen en sobre salto a los callejeros
de la huerta o la calle mayor.
Paralelas las farolas
ponen mensajes en las nubes...
Tatúan los hombres un puñado de recuerdos
para seguir caminos amarillos,
con el olor perfumado
de libros despiojados por segunda vez.
Y grita el viento
palabras desahuciadas de saber,
manos viejas como viejos abecedarios...
Se pasa la vuelta de rosca
plasmando algo que no se ve, ni toca.
Un arte encerrado en la puerta más pequeña
de un alma.
Una lastima en el reloj...
Tirita el calor
y no son los que son.
La verdad tirada
recoge pilas alcalinas
gastadas por un segundo pasado.
Si no sigue
es que dejó colgadas la mitad de sus alas...
Texto agregado el 17-12-2006, y leído por 103
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