Mi ser,
henchido de velos mansos
toda yo bajo música vehemente
sumergida en la vorágine mística
de un rondé poderoso.
Mi cuerpo,
una vibración empírica
de caderas volátiles y ondas sensuales
elevado por pies luminosos
carne encendida por ensordecedores ojos.
Mis movimientos,
sonidos mágicos
acaramelado vaivén color plateado
cabellera delicada vorazmente salvaje
elixir inagotable del perfume de un sueño.
Texto agregado el 15-12-2006, y leído por 325
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Lectores Opinan
07-11-2008
Para Herodes y Herodías, tus sinfonías...
Y tu cuerpo vibrante de buena amante..
Y tu danza de cielo... tras siete velos..Lindo poema, con un fuego que quema!!! emiliosalamanca
06-11-2008
hermoso y volatil.Me agrado la música de fondo. mapata
04-10-2008
Me dejaste buscando olores y sonidos en sueños repetidos, deja "vi" futuros. En_Off
21-08-2007
mmmm como que te sumes en algo bello tan tello como el poema que acabo de leer es como magico me encanto besitos brandar
09-08-2007
Es un maravilloso poema que danza y vive para compartir la belleza y el mágico asombro de lo más cotidiano. (5*) pedropensador