En una pequeña aldea coronado la montaña, vivía "LA MUJER PERFECTA", esta mujer resumía la pureza en todos los sentidos: un ALMA limpia y transparente que le permitía sonreir a plenitud, sin ocultar nada, pues la sonrisa es el lienzo del alma, un CORAZON puro desprendido de egoismo y de maldad que la dejaba mirar a los ojos, llorar con facilidad y sonrojarce con dulzura; y UN CUERPO inmaculado que en realidad no se para que le servía.
Por supuesto, en la otra aldea al pie de la montaña y junto al río vivía EL HOMBRE PERFECTO, un hombre que representaba la fortaleza en todos los sentidos: un ALMA luchadora y soñadora que le permitía sonreir a plenitud sin ocultar nada, pues la sonrisa es el lienzo del alma.
Un CORAZON libre desprendido del egoismo y la maldad que lo dejaba, mirar a los ojos, llorar en ocaciones, crear sueños, escuchar con comprensión y luchar con fe.
Y un CUERPO inmaculado como todos los hombres del mundo.
Por supuesto, LA MUJER PERFECTA supo por una amiga que en la aldea del pie de la montaña vivía el HOMBRE PERFECTO y considerando que nadie la merecía como ese hombre, despreció a los demás de su aldea, tomó su maleta y emprendió su marcha hacía la otra aldea.
El HOMBRE PERFECTO, supo a su vez por su mamá que en la otra aldea vivía la MUJER PERFECTA y como su mamá consideraba que nadie más lo merecía, le empacó su maleta y lo mandó camino de la otra aldea.
Cuenta la historia que los dos se cruzaron y que al llegar a las aldeas no encontraron lo que buscaban, cuenta la historia que se decepcionaron mucho y cuenta también que se quedaron esperando el retorno de su pareja ideal a la aldea para poder amarla.
Pero como les cuento, las dos aldeas eran muy pequeñas y duró muy poco para que las mujeres de la montaña supieran que en su aldea estaba el HOMBRE PERFECTO y los hombres del pie de la montaña supieron por sus amigas que "había llegado una fulana que se creía LA MUJER PERFECTA".
Y los hombres y las mujeres se pusieron a buscar a la pareja ideal para poder amarla.
El tiempo ha pasado y nadie sabe que sucedió con el HOMBRE PERFECTO y la MUJER PERFECTA, algunos dicen que murieron de aburrimiento, pero nos quedó una tradición de esta historia: la busqueda infructuosa de la MUJER PERFECTA Y EL HOMBRE PERFECTO, una pérdida de tiempo por encontrar la pareja ideal para empezar a amar.
Y una moraleja: "Al igual que la pareja ideal, para amar solo neceitamos poner el ALMA, entregar el CORAZON y sasonarlo siempre con un poco de piel." |