Un hada volando,
con poderes mágicos,
convirtiendo cebollas en crisantemos,
estirando pieles,
dejando huellas sólo de felicidad,
entregando calma en dulces de menta,
riéndole al sol,
planeando con el viento a su favor,
respirando pasto húmedo de la mañana.
Volando acompañada de una cálida brisa,
para olvidar su fijación, esa idea morbosa entre ceja y ceja, distracciones que sólo la llevan a recalcar más, a insistir con lo mismo,
“Basta!, Detente!, Continúa con tu trabajo!”,
mas estas advertencias la inducen a revolver con la misma cuchara de palo la misma olla añeja y podrida, es su fijación…
Debe ir a descansar, su castillo a lo lejos,
ha sido un arduo día para esta ObsesionHada,
es hora de dormir.
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