El farol cayó de la cúpula

Si Taiwan o, como mejor la conocemos, la Isla de Formosa, es el David de Oriente que lucha contra el Goliat chino, en condiciones y sistemas distintos; podemos decir que Cuba es nuestro David de occidente y el Goliat es, obviamente, Estados Unidos. Ambos casos son opuestos pero similares, una isla se opone al gigante imperio, un sistema económico y político se revela a otro totalmente diferente, el comunismo y el capitalismo (ambos mal entendidos) se contraponen en una lucha de décadas. Paradójicamente Estados Unidos y China son los futuros imperios del mundo, los próximos a dividirse la gran torta de dos polos. También paradójicamente tienen enfrente una pequeña isla que les hace frente, que dicen no tenerles miedo y ambas utilizan, en sus idiomas y formas, el mismo mensaje madrileño: "No pasarán".-
En Cuba no hay más propagandas que de productos estatales, son todos mensajes políticos a un ciudadano que ya prácticamente se canso de leerlos: "Patria o muerte" "Hasta la victoria siempre" "El Che vive", los carteles se leen en todas partes: calles, museos, plazas, colectivos, hoteles y baños. Los mensajes implícitos son más fáciles de encontrar: el dibujo preferido de la juventud cubana es un cowboy que lucha contra la policía de New York en el año 2000; como verán el verdadero enemigo de la gran manzana no es Bin Laden. La televisión (o mejor dicho Cubavisión) pasa tres tipos de noticia: el "excelente" gobierno de Chávez en Venezuela, los crímenes norteamericanos en su invasión en Irak y los grandes avances cubanos tales como la tracción animal para arar la tierra, la medicina homeopática porque los medicamentos no se consiguen, y que los chicos cubanos ahora tienen computadoras en sus colegios pero que Internet no sirve más que para multiplicar el nefasto capitalismo. Los diarios son sólo dos y ambos no sólo son oficialistas sino que son estatales. Uno es el célebre Granma que con sus 8 páginas dedica 9 de ellas a bendecir las bondades del mundo cubano y denostar esa comedia trágica de los imperialistas yanquis. Las noticias son propagandas en contra del ALCA y para comentar la transformación de la mayoría de las Iglesias católicas romanas de la Habana al catolicismo griego. En estos días vaya a saber uno que pacto hizo recalar en el hotel donde me hospedaba al principal de la Iglesia griega para cambiar el nombre de dos o tres basílicas y empezar a profesar allí la doctrina de los modernos helenos.-
No sólo la información es propiedad del Estado sino también la libertad de locomoción, de elección laboral, de elección de vivienda, las vacas, el aire y hasta de las esperanzas. Tratar de hacer acá una breve síntesis sería matar la brevedad, pero podemos hacer un esfuerzo. El Estado elige donde vivís, donde trabajas, cuanto cobrás, que comés (dos litros de aceite y dos kilos de arroz por mes; cantidad microscópica a la cual se les agrega dos litros de leche semanales que se echa a perder porque el 80% de la población cubana no tiene heladeras) y a donde vas. Para entrar a Cayo Coco necesitas pasaporte, no para controlar al turista sino para impedir el ingreso del cubano. En Varadero cobran peaje, si si si, increíble. A dos cuadras del Malecón habanero y a la vuelta del Hotel Habana Libre (una expresión de deseos más que un nombre comercial) existen dos heladerías, una para turistas (vacía) y otra para cubanos (la fila de los clientes es de tres cuadras). Quise entrar a la heladería de los isleños, pero la policía isleña me lo impidió: yo debía ir a comer helados para extranjeros. La división turista-cubano es la diferencia entre los permitido y lo prohibido.-
Al otro día decidimos iniciar un tour por las calles de la ciudad, aquellas veredas alejadas del mundo de las cámaras de fotos y las filmadoras. Nos internamos en la capital cubana y descubrimos calles tan rotas que era imposible encontrar diez metros de calle sin cráteres. Las casas lucen destruidas y ajeadas, nadie las cuida, nadie tiene interés en hacerlo. Sus habitantes no son sus dueños, el Estado en su burocracia e ineficiencia prefiere remodelar hoteles, en el mientras tanto cientos de vigas de madera afiladas sostienen las paredes para evitar el derrumbe. La mayoría de las artesanías de madera de las ferias habaneras no proviene de la tala de árboles sino de los restos de las casas que no fueron salvadas del derrumbe. Me entristece ver como residuos de viejos hogares ahora adornan mi biblioteca.-
Viejos tenedores y cuchillos ahora son pulseras en venta, los libros de las familias pre-revolución son rifados a valores tan nimios como el ánimo de sus vendedores. Cuba es así, busca el hombre nuevo, regalando el hombre pasado y prohibiendo al hombre presente.-
De las trece personas con las cuales hablé en Cuba, doce aprovecharon para denostar el gobierno, un guía me mostró las cámaras ocultas en La Habana (había, según él, miles); otra joven me comentó como conocidos suyos terminaban en hospitales psiquiátricos por oponerse al régimen castrista. ¿El hombre nuevo estará internado en el loquero?.-
Los cubanos viven en una mentira inventada por un gobierno que se desmorona. Como el protagonista de Truman Show (que se llamaba, justamente, Truman), viven en una isla de la cual no pueden salir para descubrir un mundo ignoto. A Truman le mentían constantemente haciéndole saber que estaba en el mejor mundo y que no había necesidad de salir. El negocio era su permanencia en la isla, el negocio era el engaño.-
En la vida de Truman todo era mentira y el cielo era una cúpula llena de faroles. Un día, uno de los faroles de desprendió y cayó cerca de él. En ese preciso momento comenzó Truman a descubrir el engaño y querer salir de la isla.-
En Cuba el cielo está perdiendo luces. Ya era hora.-