Introducción al Capitulo VI
¡ CUIDADO! La ecología se esta transformando en un buen negocio.
El Destapador (Revista Hunderground) Nº 3 Argentina
La OMS (Organización Mundial de la Salud) de Ginebra, Suiza calcula que hay en el mundo 40 millones de niños que son objetos de malos tratos y abusos. El The New York Times señala que encuestas hechas en 19 países con niños entrevistados, un 34 % de las niñas y un 29 % de los niños fueron victimas de abusos sexuales. Por año en EEUU 2 millones de niños sufren lesiones a causa de abusos.
UNICEF informa que se paga hasta 1.500 dólares para permitírsele a un adulto iniciar a una criatura en la prostitución.
Ej. : En Argentina en 1999 un estudio hecho revelo el aumento de prostitución infantil.
Otros países además de esto tan aberrante, los emplea con 7 a 12 años de edad como soldados en las guerras. Inculcándoseles un odio demencial por el enemigo.
Fuentes: OMS, UNICEF, The en York Times, Diario Clarín de Argentina y Watch Tower de Wallkil NY. 12589 En Arg. Rosetti 1084, años 1998, 1999 y 2000.
Capitulo VI
Dimensión Demencial
Llegamos a esa dimensión en nuestros cronosmaster de transportación individuales y colectivas, donde entraban algo más de 5 o 6 humanos con sus cabalgaduras y pertrechos.
Fuimos recibidos en ese Tandil muy estoicamente. La gran mayoría con vestimentas militarizadas. Unos con ajustados uniformes oscuros como los de los Manos, otros grises con el símbolo del infinito en el pecho.
La ciudad vista desde afuera era una gran muralla con piedras extraídas en las canteras del lugar, causa esta que había hecho desaparecer gran cantidad de sierras, especialmente las más cercanas a la ciudad.
Las altas pircas amalgamadas con concreto tenían un espesor de un metro y unos tres de altura
Los barrios de los más pudientes, léase más adinerados y de profesionales de nivel universitario, estaban dentro del perímetro de estas Murallas-Pircas.
Los demás barrios como Villa Italia después de las vías del ferrocarril donde esta la barrera de Quintana al norte quedaban fuera de la protección de estas descomunales pircas.
Así como los ubicados más allá de las rutas 226, 30, 74 y de otros accesos.
Cuando nos presentamos frente a la entrada principal, sobre la Avenida Lunghi y donde deberían estar ubicados los cuarteles del ejercito, un enorme portón de doble hoja teniendo cada una unos seis metros de alto por doce en total de ambas de ancho.
Construidas en placas de acero, en el ancho dintel podía leerse en letras plateadas Cuidad Capital “Juan Salvo” de la Republica del Centro Sur de Argenta.
Reí para mis adentros, La asfaltada y ancha avenida por orden de Zancadelli en nuestro Tandil, aquí servia pare entrada de una acuartelada y amurallada ciudad. ¡Bueh! Igual fue un beneficio al fin, para el mismo sector de lo que había en ese lugar, aunque a la inversa, lo militarizado estaba adentro
Unos ocho soldados, mitad de ellos con los uniformes de Los Manos y los otros con los grises con el símbolo infinito. Portaban armas cortas y unos fusiles ametralladoras de factura desconocida para nosotros. No obstante nos dimos cuenta que podía ser de peligrosa potencia.
Nos dimos a conocer ante el jefe que los comandaba y explicamos quienes éramos.
Todos nos miraron y disimularon una sonrisa en sus rostros, como diciendo:
__¡ Y estos rejuntados mochileros, paisanos y citadinos, creen poder enseñarnos como vencer a Ellos y Manos.
El jefe consulto a su superior con un mini-transmisor y micro pantalla de TV.
Un rostro severo apareció en la diminuta pantalla y respondió:
__Espere. Me comunicare con el Vice-Regente.
Esperamos un par de minutos y luego escuchamos por el micro-transmisor:
__Nuestro bien idolatrado Vice-Regente el Gran Favalli los recibirá en el Salón Plateado.
Todos nos miramos el Favalli, profesor de física, amigo del Eternauta era Vice-Regente de ese Tandil.
Nos imaginamos quienes era sin ninguna duda, el Supremo Regente
De esa Republica de Argenta.
¿Qué rara dimensión y que nos aguardaría en ella?
Quizá el delirio de algunos facinerosos potentados en esa dimensión habían logrado fraccionar en tres países nuestro suelo patrio. ¿Plan cómo...? Por más que hago esfuerzos no puedo recordar el nombre de ese funesto plan distribuido en copias en épocas lejanas mimeografiadas.
Cuatro transportes similares a jeep, pero de largas trompas ahusadas estaban dispuestos para transportar a nuestra milicia de infantería.
Nuestra fuerza blindada; ¡Ja, los de a caballo, irían tras nosotros en filas de tres
__¡Marchen, Soldados Juansalvenses__ordeno el jefe con gorro cilíndrico y de visera negra, con vestimenta gris.
Los motores de los jeeps ahusados dejaron escuchar unos raros zumbidos, sin despedir ningún humo de combustión.
De los caños de escape solo salía el raro zumbido.
Los corceles se encabritaron pero fueron dominados por sus jinetes. Una vez acostumbrados marcharon al trote tras los vehículos.
Dentro de la ciudad amurallada cada manzana de edificación era un solo Bloque de 5, 6 y hasta de diez pisos.
En todos flameaba en un mástil una bandera y colgaban a los costados de las entradas enromes banderas de unos tres pisos de largo por unos 5 metros de ancho.
Todas eran negras con el símbolo infinito plateado y con dos sables cruzados.
¿Piratas del Infinito, quizás, quisiera simbolizar?
El Vice-Regente nos recibió en el Salón Plateado
Vimos un Favalli algo más firme en su musculatura, pero, igual de obeso. Su cabeza totalmente rapada y una mirada dura, gélida.
Vestía de gris con una gorra cilíndrica, similar a los kepís turcos y de visera. Como en la camisa gris se veía el símbolo infinito o cinta de Moebius.
Los pantalones breechs un poco más largo que lo acostumbrado y embutidos en unas botas negras de montar que tenia hebillas de plata con adornos del mismo símbolo.
En la mano derecha sostenía una fusta, la cual golpeaba una de sus botas.
Los esperaba de pie, pecho erguido, con mirada como “midiendo al enemigo”.
Nos miramos. Ese Favalli en nada se parecía en sus gestos autoritarios, altivo y los golpecitos en la bota con su fusta en nada coincidía con nuestro Favalli, el científico humanitario y compinche leal de Juan Salvo.
Si bien muchos no los conocíamos personalmente, la tradición oral en charlas junto al fuego, nos lo pintaban como los amigos ideales, anónimos, capaz de dar la vida por los amigos.
En nada se parecía el que estaba frente a nosotros al que conocíamos por comentarios de otros.
__¡Adelante! ¡Avancen! No se queden quietos y estupefactos ¡Bienvenidos a la Prepublica del Centro Sur Buena Argenta.
¿Qué es eso que vienen de otra dimensión.
Bocha explico prudentemente parte de las historias dimensiónales, omitiendo lo ideológico que pudiera comprometernos.
Tan ambiguo y prudente lo hizo que un ser dominador como ese Favelli podía creer que las otras dimensiones tenia Juan Salvo y Favalli similares.
Nos había hecho tomar asiento en unas sillas de madera, mientras el lo hacia en un sillón bajo de cuero marrón oscuro con el repetido símbolo en el respaldo como en las sillas y sus ropas.
En el salón Plateado se repetía el símbolo cinta de Moebius
Con los dos sables en cruz que acrecentaba más aun la impresión de un estado guerrero y totalitario.
Las duras sillas y los símbolos en plata sobre el respaldo
Incomodaba a más de uno de nosotros.
Favalli viendo esto, comento:
_:_¡Ja! A pesar de viajar por el espacio-tiempo a alguno de ustedes le falta dureza y estoicismo..
Mientras seguía con su juego de golpear, como símbolo de poder,
su fusta contra la bota. Otras veces la desplazaba de arriba abajo o viceversa, comentando ufano:
__Nosotros le ganamos de mano y los invadimos antes. Todos ellos son nuestros esclavos.
La fuerza, ironía y petulancia con la que dijo esclavos, nos hizo notar que esa dimensión era muy distinta a las conocidas.
¿¡Los terráqueos eran los tiranos invasores!?
__¡Inti! ¡Inti!
Comento por lo bajo el Kolla Quispe, contraseña con la cual nos avisaba de un posible peligro.
__¿si?__ Pregunto el vice-regente.
__¡Oh! __ Tercio Martita__ Eleva sus oraciones de adoración al Dios Sol, para que las cosas sigan así,
Quispe cerro los ojos y cruzando sus brazos sobre el pecho y fingió una letanía que era un murmullo inteligible.
__¡Ja! ¿Todavía hay de estos en vuestra dimensión?
Por una fracción de segundo Kolla detuvo su letanía, pero se contuvo y siguió fingiendo como ausente de todo.
Si algo podíamos dudar, con esto de ese Favalli, se nos borraba toda duda.
Esa dimensión era algo terrorífica contra lo que siempre luchamos.
Con la fusta golpeo sobre una teclado de computadora y al instante entro un furriel y recibió la cortante orden .
__ Un vaso con media medida de vodka y whisky y una jarra con agua y hielo.
__¿Traigo vasos para los visitantes?
__¿Ordene algo al respecto?
__No. Perdón, su excelencia y Señor Vice-Regente.
__Retírate y ordena que venga una guardia pretoriana.
Haciendo referencia al whisky y el vodka y, que era hacerlo con referencia a los países de origen de las bebidas.
_Con estos hay que hacer buenas migas, hasta que...
Y reemplazando las palabras dio un fuerte golpe con su fusta contra la bota que sobresalto a algunos de nosotros.
Charlamos cosas baladíes, pero ambas partes como queriendo desentrañar si la otra ocultaba algo
Cuando entro el furriel con lo ordenado, Favalli nos aclaraba:
__ No, no conozco al guionista Oesterheld, ni a los dibujantes Solano López ni a ese Breccia. En cuanto al dibujante Gabriel Cagliolo y como dijo ese otro y el guionista...
__Ricardo Garijo y Raúl Etchegaray __ Respondí.
__ No, en Buena Argenta, que ustedes llaman Tandil en vuestra dimensión, no permitimos ese tipo de disociadores, mal elemento, che.
Me dijo, sabiendo que yo era escritor, por lo tanto, otro no deseable para sistemas como los de él. Agregando:
__En cuanto a ese Oesterheld y los otros, ni en la Republica Centro del Plata ni en la de la Andina del NOA, tengo información de la existencia de él ni de sus amigos. Ya nos hubiéramos encargados de reacondicionarlos o en su defecto eliminarlos.
Tan seguro se sentía que ya no tenia reparos para mostrarnos como era ese sistema.
¡Dioses de todas las galaxias!
Es que el delirio de dividir nuestra nación geográficamente en tres en esa alucinante dimensión se había hecho realidad.
¿Se habría logrado por los intereses meramente espurio del acopio de dineros por energúmenos de dentro y fuera del país
Unos golpes en la puerta interrumpieron las expresiones nada agradables del Vice-Regente
__¿Sí?
Escuchamos una voz contestar con voz firme
__ La Guardia Pretoriana que ordeno, Señor Vice – Regente
__¡Pasen!__ Ordeno perentorio, Favalli__ agregando cuando entraron__ Acompañen a los visitantes a conocer nuestros dominios en especial las fabricas metalúrgicas y las canteras en las afuera de nuestra amurallada ciudad..
_:_¿Señor, les Hago dejar sus armas?
__ Por supuesto. Es la ley, idiota. Ningún civil puede ir armado donde están los esclavos.
La prudencia y los integrantes de la guardia pretoriana, muy bien armados, no nos hizo reaccionar y entregamos nuestras armas.
Nos despedimos diplomáticamente, como sin darnos cuenta de nada. Pero, en todos nosotros navegaba la incertidumbre y lo note en la mano de Martita cuando íbamos saliendo nos tomo las manos a mi y a Bocha, apretándolas, dándonos ánimos a mi y a su novio.
¿Qué país era este con fabricas y canteras con esclavos extraterrestres en vez de obreros terráqueos?
¿Un gobierno imperial con mezcla del viejo imperio romano, ejércitos de la segunda guerra mundial y movilidad futurista?
En nuestro Espacio-Tiempo, otro era el país que ejercía el brazo armado de los poderosos.
¿Qué poderes existirían en la Republica del Centro Sur Buena Argenta, que tenia su casa gris y monolítica donde funcionaba de gobierno la universidad en nuestra amada Tandil.
¿Tal vez un símbolo real del ejercicio de los poderosos con educación?
Cuando salimos a la plaza, donde una imponente estatua Mayistica-Obelistica, mayor a la nuestra, coronada con el símbolo, que ya nos hastiaba, la infinita cinta de Moebius y sus dos sables cruzados.
Toda una plaza de cemento sin un solo espacio verde, aunque más n o fuera nuestra bandera.
Pero, no. La de ellos era gris, amarilla y plateada.
Plaza de cemento, que me hizo recordar cuando un gobierno de facto en nuestra dimensión, hizo arrasar, más que arrancar unos añosos árboles sobre la Avenida que daba sobre las veredas del ferrocarril.
¡Obelisco mayistico con escamas de oro y plata y fuera de la ciudad amurallada, barrios empobrecidos.
Igual que en nuestra Tandil, avenidas ampliadas y asfaltadas, iluminar e iluminar con los aportes de todos y barrios sin gas, agua corriente y enlodadas calles sin buenos desagües.
El poder mal ejercido, de adentro o fuera de una ciudad, país, planeta o galaxia, es igual de funesto en cualquier dimensión que se halle.
No sé que mecanismo mueve ciertas cosas para que la memoria traiga recuerdos. Quizás fue el obelisco mayistico o lo amurallado de la parte central de la ciudad.
Lo cierto que mientras en mi dimensión para la conmemoración del día de la bandera y el recordatorio del fallecimiento de don Manuel Belgrano; llevado a cabo en la Plaza 25 de Mayo en la calle 4 de Abril entre Maipú y, vaya ironía, Belgrano, donde se hallaba el intendente del momento, el señor Plataestancada, previo al día de fiesta, unos extranjeros compraron un campo cercano, donde sus anteriores dueños hicieron flamear en un mástil nuestro símbolo patrio, los nuevos dueños ¿invasores tal vez? Hicieron retirar por un peón la bandera, donde hasta hoy no flamea ninguna bandera ¿símbolo tal vez de que el dinero no tiene patria ni fronteras.?
Otro tal vez, quizá hubiera sido para los extraterrestres mejor, una invasión por dinero que la invasión bélica.
Y ahora, YO VEÍA EN LA PLAZA CENTRAL, a escasas cuatro cuadras de la otra una plaza manchada con la cincuentena de mis compañeros en formación y cerrado por un cuadrilátero de doble fila de soldados salvenses.
¿Qué opinaría el Juan Salvo de este Favalli y su socia?
De que otra manera podía ser este Juan Salvo, si no igual a este Favalli.
Lo mismo que nosotros. Estos terráqueos eran enemigos a nuestros ideales.
Nos parecían más crueles que los invasores extraterrestres.
Los desconocidos Ellos. Conquistadores malignos de: Manos, Gurbos, Cascarudos y creadores de los Zarpos y hombres robots
Bocha se acerca a Washington, el uruguayo que encabezaba la formación desarmada y le pregunto por lo bajo:
__¿Las armas?
El oriental cabeceo disimuladamente hacia lo que para nosotros seria el Banco Hipotecario. Era una mole pétrea forrada como todas las demás con baldosones creados con los bloques de las canteras cercanas.
¡Ja! Que contentos se sentirían los dueños con el negoción de crear toda una ciudad con material de las canteras.
Más rápido hubieran desaparecido las sierras, pero más rápidas las ganancias... y los impuestos pagados con materia prima
A costa ¿tal vez? Del hambre de parte de la población.
¡Ja! Pero en esta dimensión las canteras habían sido expropiadas por problemas de “economía de guerra”, aunque sus dueños emplearon sus capitales en otras industrias con lo espoleado a toda la ciudad, como luego me entere.
¿Hubiera sido solución en nuestra dimensión expropiarlas con la misma excusa?
Algo nos urgía a todos, recuperar las armas, los pocos crnosmasters individuales y una nave.
Siempre las demás cosas las ocultábamos en distintos lugares a nuestra llegada como medida de seguridad.
Nunca fue tan acertada la medida. Pero, nunca creímos que en uno de los Tandil visitados que el enemigo fuera el propio terráqueo.
Cuando llegamos a las primeras factorías esclavizantes observamos lo infrahumano del trato. Manos y Zarpos híbridos eran obligados a esfuerzos sobrehumanos, muchos más que los soportados por nuestros picapedreros.
La contaminación de los grandes hornos a altas temperaturas donde fundían los minerales extraídos, dado que en ese Tandil había zonas auríferas, el polvo de fundición y otras atrocidades sin la más mínima seguridad.
Los Ellos en trajes energéticos, que impedían ver sus reales forman, dirigían las operaciones Y sobre ellos, otras manos que también dominaban a Los Manos.
De pronto un fogonazo como la llamarada de los hornos de fundición ilumino nuestras mentes. Vimos humanos con los tele-controles aplicados en sus nucas, otros con los más diminutos a la altura de sus sienes.
Estábamos ahí para ser esclavos.
Lo comprendimos muy tarde.
Una veintena de nosotros fuimos engrillados.
Uno de los soldados fue a colocar uno de los tele-controles a uno de nosotros.
__¡Idiota!__Trono la voz de un jefe__ Estos no son traidores. Son de otra dimensión, no tienen donde ir. No malgastes telecontroles.
El jefe que controlaba nuestro grupo prisionero, ordeno:
__¡De frente! ¡March! Hacia las canteras.
El otro grupo prisionero que quedaba en el lugar grito al unísono:
__¡El Eternauta Vive!
Luego todos guardaron un silencio total. Por más que un par de ellos fueron golpeados, no hacía falta.
Comprendimos.
Era la señal para prepararnos para la resistencia.
Ya veríamos como comunicarnos para organizar al mismo tiempo una revuelta libertaria.
__¡Inti! ¡Inti!
Comenzó como una oración el Kolla Quispe. Respuesta a la contraseña que quería decir ¡Peligro, esperemos mejor momento!
__¡Montevideo. Carmelo! ¡Suerte!
Grito Washington y al instante recibió un par de latigazos.
Lo del oriental era la tercer contraseña, que traducido era:
A organizarnos, mantener contacto y poder unirnos a los prisioneros de los invasores.
Cuando llegamos alas canteras el cuadro dantesco que observamos fue más horrendo que el de la fabrica.
Manos, Zarpos andróginos, terráqueos, todos casi sin ropas cargar pesados bloques de piedras sostenidos por largas tiras de cuero cruzadas por la frente y con las manos sostener la piedra que transportaban sobre sus espaldas, depositadas en un grueso lienzo, del tipo como rustica lona. Las manos servían par elevar un poco por momentos el peso de la piedra y así ser menos agobiante y torturante para las espaldas, cuello, cabeza frente y nuca.
El rostro de Los Manos era algo diferente, cosa que olvide comentar, hasta sus manos me parecían con menos dedos que de los que aparecieron invadiendo nuestra dimensión.
Adjunto al relato de estas bitácoras un bosquejo del rostro de estos Manos padeciendo las mismas tragedias que nosotros en esa dimensión demencial
Los Zarpos, esos seres híbridos de rostros casi simiescos, cuyos colmillos de vampiros eran grotescos enmarcando rostros famélicos Las garras de sus manos, algunas quebradas que sostenían piedras eran muestra de un pasado de gloria fenecida.
Los salvenses tiranos eran los creadores de todos esos sojuzgados y sus desgracias.
Los días fueron profanados por la explotación injusta e inhumana. Veíamos Zarpos extenuados sepultados por las piedras que cargaban.
Zarpos tal vez creados por los tiranos terráqueos de ese espacio-tiempo al hacer prisioneros a los invasores y tener acceso, quizás, a la tecnología invasora.
Manos agonizantes, que en otras dimensiones eran dominados, esclavizados a través de las glándulas del terror artificiales les era implantada por Los Ellos en sus cuerpos, eran una parodia estúpida al agonizar por lo exhausto del trabajo, la falta de alimentación adecuada.
Historia que conocía en mi Tandil natal, en distintas épocas, mucho antes de la invasión extraterrena.
Pero la canción de cuna y de despedidas final de la vida era la misma.
La canción in entendible, de ritmo desconocido era un susurro de extraña armonía pero se notaba en su: Mimnio athesa Eioioio. Mimnio eioioio Athesa eiooioiio, había ternura, prueba que en ellos, Los Manos, existía el amor a los suyos, sus nevadas montañas y sus dos soles
¿Dónde el prejuicio de lo malo por el solo hecho de ser diferente en aspecto? Recordé viejas épocas de mi mundo, especialmente en mi país, donde el avance social de los desposeídos de las provincias de la nación eran llamados por las clases dominantes: Aluvión Zoológico, mientras una mujer que los defendía los llamo Mis queridos Cabecitas negras.
Expresión que tomo, los por ellos llamados clase oligarca, en tono ofensivo como lo del aluvión zoológico, por el solo hecho de ser criollos, mezcla de aborígenes del país.
Sus taigas, esos bosques boreales de zonas con inviernos rigurosos, cual zonas de nuestra Argentina, salvo los dos soles de distintos colores, jugando con sus rayos entrecruzándose, formando un calidoscopio al infiltrarse con los colores de la taiga.
Esto me hacia pensar y conversando con Bocha, Quispe, El Paco, un descendiente de republicanos, en la época de la guerra civil española, comento
__ ¡Coño, gente! ¿Es que esta lucha no termina nunca? ¡Joder... Y aquí como camaradas de penurias tenemos a los enemigos Manos, Zarpos y hasta los odiados Ellos.
La respuesta la dio un Manos, en un breve descanso acompañado con magros mendrugos que se hallaba cerca nuestro con un grupo de sus hermanos de muchos dedos.
__¡Terráqueo! Eres iluso y niño si crees que haya un planeta poblado con solo seres buenos o totalmente malvados
__¡Ja! Mano que eres filosofo, tío. Solo ahora nos falta que los Gurbos y Cascarudos, esos mastodontes picudos y los insectos grandes cual tiovivos se sienten aquí a comer con nosotros y lamer nuestras manos cual animalillos caseros.
__ No conocemos esos animales que tu llamas Gurbos y Cascarudos. Pero, los animales no son ni buenos ni malos. Eso es de los animales pensantes y especuladores, que al pensar y saber que tienen un futuro, temen por ello. Ellos solo poseen el presente más un instinto, si se quiere una memoria genética que los relaciona con el pasado.
__¡Por la Virgen de la Macarena, tío. Tú crees ser inteligente. Si vosotros tenéis tantos dedos en las manos es para que os salgan bien las cuentas.
__¡Hey! Mano, __interrumpió Quispe __ ¿Sabes por qué los humanos tenemos solo cinco dedos en cada mano y no tanto como ustedes?
__No__Pero ambos se miraron chispeantes. Uno por ver venir una broma y el otro por poseerla__¿Por qué, lo sabes?
__Si Manos, tenemos cinco porque es hasta donde sabe contar.
No sabes el lió que se hacen cuando les mostramos las dos manos
Respondió Quispe mientras palmeaba la espalda de Paco.
Todos reímos. Los Manos lo hicieron prudentemente.
__Los brutos nuestros son los Angios y decimos que por culpa de ellos tenemos tantos dedos.
__ ¿Por? __Pregunto Bocha, sumándose a la charla.
__ Los Angios son tan cortos de ideas que para pensar, necesitan rascarse mucho la cabeza.
Todos reímos. En la tragedia de la sórdida esclavitud, la risa es un arrullo.
__ ¡ Callen!
Fue el grito de un par de guardias. Varios látigos con descargas como de rayos láser chamusco algunas espaldas esclavas dejando cicatrices cárdenas y humeantes.
__¡ Silencio! ¿Quieren más?
__ Me agrado lacharla Chocala Manos __Comento por lo bajo Bocha, tendiendo su diestra.
El Manos tendió la suya, diciendo
__Junka
__ ¿ Qué?
__ Junka es mi nombre. Soy líder entre los míos.
Respondió en un chapurreado castellano, al igual que lo hiciera
Bocha en el idioma del Manos... Y nos sorprendimos que ninguno de los dos tuviera una cosquilleo o descarga fatal al tocarse dos de distintas dimensiones.
Recordamos que con Los Manos rara vez pasaba, no así cuando dos humanos de distinto espacio-tiempo se las estrechaban y fatal cuando dos socias se tocaban.
__¡Vamos a trabajar, bestias de carga!
Y los látigos comenzaron su danza diabólica restallando poco más arriba de nuestras cabezas.
__¡Bocha!
__¿Junka?
__En mi planeta estrecharse las manos es solo para realizar un pacto de por vida.
__¿Cuál quieres hacer?
__Solo uno es el pacto. Acuerdo de libertad en la adversidad y en la dicha.
__Sea, Junka. ¿Pero, como ser libres ante tanto control
__Los pensantes__comento Junka por lo bajo, no fuera que el látigo cruzara nuestras espaldas e íbamos hacia las canteras para seguir extrayendo piedras__ no somos perfectos. LO mejor para aprovecharnos de la imperfección, es la paciencia y usarla en nuestro provecho.
Otro Manos agrego:
__La invasión la provocamos los propios invadidos. Nadie invade si no hay posibilidades..
Los días pasaron y comenzamos a planificar un posible escape.
Entre los proyectos estaba, poder acercarnos la veintena de viajeros dimensiónales, para tocar a los guardias salvenses y la descarga de empatía energética nos daría la posibilidad de sorprenderlos y desarmarlos.
__¿Quispe__pregunte__¿Qué te dijo Marta respecto a si tocamos en otro lugar a uno de otra dimensión y no darnos las manos?
__ Debe ser suave la parte tocada, para no estallar ambos la zona elegida recibirá la descarga.
__Si lo tocamos en la cabeza, cara o nuca ¿qué sucede?
__Todo su cerebro recibirá tal descarga que le hará padecer ahogo, desconexión cerebral y ceguera momentánea que dura unos 10 a 15 minutos y llegan al desmayo.
Poco antes del descanso nocturno acordamos cuando sería el ataque e ir juntando posibles cosas que servirían como armas manuales.
Picos, mazas, barrenos y otros utensilios de trabajo.
El momento sería cuando los soldados salvenses o centro-sureños argentos se sentaban para almorzar y juntaban sus fusiles ametralladoras de caños cortos parados y apoyados unos en otros.
Si bien estábamos la mayoría en el descanso unidos por una larga cadena, una docena servíamos la comida de los soldados.
Sabíamos que Los Ellos no participarían en la revuelta por temor a perder su protección energética, que los haría morir al instante.
Mucho no nos afectaba en lo ideológico, dado que ellos eran los invasores dominantes en otros espacio-tiempo
Y no hacía distingo entre terráqueos, Manos, Gurbos, etc., etc. Algunos Manos no poseían la glándula del terror, que los mataba si se revelaban al no haber sido invadidos por Los Ellos.
Solía haber un soldado fuertemente armado por cada 15 o 20 esclavos. Así que el día que nos asignaron a unos diez dimensionales a estar juntos cuando el descanso, nos pasamos la señal entre todos los esclavos que el momento había llegado. La contraseña era la consabida:
__¡El Eternauta vive!
Bocha y el Kolla Quispe se acercaron al que tenia las llaves de los engrillados.
Paco y yo nos arrimamos con pasos cortos por las cadenas en los grilletes de los pies.
Los otros 16 engrillados se acercaron a los otros soldados. Uno al verlos servir comento sarcásticamente:
__¿Qué tal los héroes de otra dimensión como se sienten al servir a sus amos libres.
Cuando uno de ellos se percata del disimulado desplazarse de los restantes de nuestro grupo y advirtió a modo de pregunta:
__Ustedes no están asignados para servi...
Bocha, grito.
__¡El Eternauta Vive!
Y de pronto...
Dieciséis soldados comenzaron a convulsionarse al ser tocadas sus cabezas.
Unos cayeron desmayados al suelo.
Otros temblorosamente y extendían sus manos al perder la visual.
Los terceros padecían una tensión de mandíbulas y se percibía entre sus labios un espumarajo como padeciendo epilepsia.
No obstante los dos restantes fueron por demás de rápidos y sacaron sus pistolas parecidas a las lugger alemanas de la segunda guerra mundial. Las culatas eran más largas y no en ángulo recto con relación Al caño.
Tres de los nuestros cayeron perforados por las balas.
Pero pronto varios dimensiónales los tocaron.
La descarga para ellos fue fatídica y mortal.
Para los venidos del espacio tiempo, solo fue un cosquilleo menor que solo les llego hasta sus codos.
En realidad no esperábamos un desenlace tan rápido.
Manos, Zarpos y humanos gritamos con el ardor del triunfo.
Me retracto, tanto, Manos, como los zarpos, aunque en una mutación demencial causada intencionalmente por Los Ellos, éramos todos humanos, quizá con virtudes ruindades, pero, humanos al fin.
Nunca me habían parecido las manos de los terráqueos, ni las arqueadas, tipo garras, de los Zarpos, ni las de Los Manos, de múltiples dedos, blancas y mansas palomas volando.
Pero, ese día al ser agitadas en lo alto por la alegría del triunfo y la posible ruptura de ser esclavo; ese día, sí.
Luego siguiendo lo planeado, avanzamos hacía la ciudad.
Los dimensiónales, vestimos los uniformes de los soldados de esa dictadura salvense Nos rapamos y nos afeitamos con sus navajas y cuchillos y nos encaminamos a la ciudad.
Los esclavos liberados, falsamente encadenados, subieron en los cuatro camiones y en los pisos pusieron las herramientas de trabajo, futuras armas, mezcladas con las restantes de los soldados.
Uno de nosotros oficiaba de chofer y cuatro ubicados en los dos pescantes. Con las ametralladoras cortas, pero sin el dedo en el gatillo, pues lo abrupto del camino, podría hacer dispararse alguna.
La cima del parque era le lugar de barracones donde encerraban a todos los esclavos.
Cada grupo de soldados era responsable de llevar a los esclavos a sus correspondientes barracas de piedra con pequeños ventanucos enrejados. Los nuestros entre las ropas las armas obtenidas y sus utensilios de trabajo esclavo en las manos. También entre las ropas varios cartuchos explosivos mechas y otras cosas similares entre nuestras ropas de falsos soldados.
Los dimensiónales tocaríamos a los soldados en las cuadras para producirles la descarga que los dejaría fuera de combate, mientras los esclavos liberarían de las cadenas a los que se hallaban en los respectivos barracones.
Como ya anochecía cuando llegamos encañonamos a los que se hallaban de guardia a la entrada de los barracones. Como a los guardias que se encontraban en el cuartel-cárcel.
Solo Hubo un par de disparos, pero se tomo como que alguno estuviera en la parte del sector de practica de tiro, o la eliminación de algún esclavo ya inservible.
Nos preocupaba una cosa el poderío bélico y las naves de invasión terráqueas que sirvieran en esa dimensión para conquistar los planetas de Los Ellos y el de Los Manos.
Ese material bélico se hallaba en lo que en nuestra dimensión eran la base aérea y el ejercito de tierra, este ultimo situado cerca, unos cientos de metros de donde se hallaba La Piedra Movediza, que en esta dimensión a la que llegáramos, vaya ironía, seguía libre balanceándose. Nos extrañaba haber visto pocos habitantes socias dimensiónales.
Decididamente, ese lugar era por demás atípico con relación a los otros Tandil visitados.
Silos Favalli y los Salvo y otros tenían su existencia en Tandil de Buena Argenta. ¿Estarían los de esta en el Buenos Aires del otro país?.
¡Hum! Ironizo ahora, después de la lucha. Si los personajes conocidos eran, que sé yo, Presidente, Diputados, grandes empresarios, etc. , etc. en el ámbito nacional de ese país. Ni quiero, ni debo pensarlo, ni visitarlos.
Cuanto más rápidos nos fuéramos de esa dimensión, mejor.
Nuestro ataque silencioso tuvo éxito; y pudimos comprobar la existencia de barracas donde tenían prisioneras a las mujeres.
Cuando todos los barracones y el cuartel fueron controlados, mi asombro fue en aumento, conocí a las primeras mujeres Manos.
Dos estaban relacionadas con Junka, una era su esposa y la segunda que presento, su hermana.
Entre las conocidas de nuestra dimensión, se hallaban Marta, para todos Martita, una Jinete del Eternauta importante, buena persona. Agradable, femenina, pero, también aguerrida, valiente, solidaria, cuando las circunstancia lo exigía.
Por ella supimos que el Regente De Buena Argenta, Juan Salvo, estaba en un viaje de buena voluntad, por países fuera del continente, lo que en nuestra dimensión conocíamos como la Unión Europea vía norte del continente americano, al cual pertenecía el país Buena Argenta.
Recorrido, que en nuestro Espacio _ tiempo, más de un tirano llevara acabo para lograr el respaldo de los poderosos internacionales.
__¡Huum! Viaje de presidente de un país del Sur al país del Norte. Recesión y aumento del costo de vida como peste.
Comentó Quispe.
__¡Joder, tío! Mira, Quispe, renuncia a la Mare patria, pa tene semejante Pare. Má vale se huérfano.
Comento Paco.
Yo tercie:
__Casa más, casa menos. Igualito a mi Santiago.
__¿Igualito, no, escritorcillo. Al Juan Salvo y al Favalli desta dimensió, ni e paella los quiero a eso pescaos.
Luego de la pequeña pausa humorística e irónica, hicimos un recuento de armamentos y uniformes, que nos posibilitaban bajar, como soldados de Buena Argenta, la cumbre del parque y respaldado en lo oscuro de la noche, hacia la ciudad.
Los ahora liberados esclavos, que iban con sus vestimentas, lo hacían entre los árboles y plantas de la ladera
. Los disfrazados, transportados por los jeep y camiones de largas trompas y altas cabinas íbamos sentados en los bancos adosados en la caja. Sobre el suelo, acostados, otros compañeros, sin uniformes, pero si armados hasta los dientes.
Al llegar a la avenida Pinccirolli.
¿El Colorado?¿ Habría sido un alto político. Tal vez Intendente? ¡Já! En esta dimensión el Alvearense poeta, metido en política. ¿ Habrá mandado sus boletas de elecciones, como en el nuestro lo hacía con los poemas en las hojas de saldos de cuentas bancarias de los clientes?.
Bien, vuelvo al a cronología de los hechos. En la Avenida Pincirolli y Favalli (Avellaneda y 14 de Julio), en lugar de la fuente de Las Cibeles de Lola Mora se podía ver Un frió monumento en forma de prisma. Sobre su cúspide dos manos sosteniendo el símbolo, ya clásico y cansador del infinito con los dos sables cruzados.
Desde ahí nos separamos.
Los camiones y los jeep se desplazaron por la Calle Independencia y los demás por la Chacabuco, para rodear, lo que seria la intendencia en nuestro Tandil, aquí en Ciudad Juan Salvo deposito de armas y explosivos. Otros fueron hacia Mitre, donde para nosotros era el comité de la U.C.R, ahí, Casino de Oficiales del ejercito Salvense, para sorprenderlos en plena reunión de camaradería.
Ya sobre la Plaza Central, fue imposible evitar el enfrentamiento armado.
El lugar que en nuestra dimensión se poblaba con el trinar de pájaros, a pesar de ruido de automotores, se pobló de otro trinar más fatídico.
El tableteo de la metralla y el sonar de los disparos.
El peor de los gorjeos y vuelos. El creado por la demencia del hombre.
Al escribir esto, extraño a mi gata Tri Tri que solía andar en mi falda, o sobre mi escritorio, al escribir mis poemas cuentos o novelas.
Los mejores momentos, como el de la paz, se extrañan cuando no se los tiene.
El tronar de las balas en raudo y mortal vuelo en lugar de pájaros. mí fusil ametralladora, robado a un salvense sobre mi falda, reemplazado a mi gata
de nuestra dimensión, mientras me parapeto para anotar detalles del enfrentamiento.
Varios de los nuestros cayeron ante el ataque enemigo,
Al igual que ellos ante el nuestro.
No obstante pudimos entrar al deposito de armas, sabiendo que el salir seria arto difícil.
La sorpresa no fue como calculamos, el cuantioso movimiento de tropas así lo atestiguaba, haciéndonos
sospechar de una traición.
Los eternos tibios por conveniencia que no estaban a favor en contra de nadie, siendo para ellos lo acomodaticio lo más importante.
¿Quizás, un Ello, o tal vez todos?
Por el ansía de superar la derrota en ese espacio-tiempo
No obstante, a la cantidad de enemigos, no lograron rodear el deposito,
Por la parte de atrás sobre nuestra Maipú y donde nosotros teníamos la escuela San José.
Ironía, en un lugar de influencia religiosa por un lado
Y por el otro el antiguo Banco Hipotecario, era un deposito de pertrechos para la guerra.
¿O me equivoco... y ellos banca y religión siempre fueron causas de guerras?
Pero volviendo a los hechos. Por Maipú había un pesado portón de metal y de doble hoja.
Pusimos en su base unos explosivos, a cargo de un canterita, experto en voladuras.-
¿Si volaba sierras, no iba a ser capaz de volar un portón?
Fue tan exacto, que solo voló las dos hojas de grueso metal y apenas daño la mampostería.
Mientas esto sucedía, ambas filas seguían enlutándose
Con el gélido manto de La Parca.
Un hermano del Paco, algo menor que él, cayo muerto al mismo tiempo que Zinda, la hermana del Mano Junka.
__¡Maiditos!
Grito Paco.
__¡Asesinos! ¡Tiranos!
Nos conmovió a todos verlos a ambos con un fusil ametralladora en cada mano, ponerse de pie y gritar juntos:
__¡El Eternauta Vive!
¿Cómo en circunstancias de este tipo uno puede recordar cosas ajenas a la realidad?
Yo recordaba una vieja película yanqui, donde Alan Ladd y Charles Boyer, ya un galán maduro, venido a sacerdote en ese rol a pecho descubierto
avanzaban contra el enemigo como nuestros dos amigos el gallego y el Manos, sabiendo que la meta final seria la muerte de ambos, pero con la seguridad que se llevarían a varios.
Cada uno de los cuatros fusiles bajo cada axila, para sujetarlos mejor. La ráfaga de metralla se llevaron con ellos un par de camiones con soldados a punto de bajar
Y que al dispararle a los tanques de combustible estallaron cobrándose muchas victimas, parte de ellas tropas que venían detrás a pie.
Dos casamatas construidas con bolsa de arena rápidamente en la rauda lucha silenciaron su tétrico mensaje ante los disparos del terráqueo y el Manos.
Varios soldados más cayeron antes la resistencia heroica y libertaria. Junka y Paco recibieron impactos mortales cayendo sin vida.
Nos parapetamos al ver el avance enemigo.
Pero, nos asombro ver caer como frutas maduras
a los salvenses que nos cerraban el paso.
Creímos en un primer instante que nuestros dos compañeros, aun vivos disparaban desde el suelo.
No fue así. Luego de unos instantes, vimos aparecer tras ellos a otro Mano acompañado por un terrícola, un jinete de los nuestros disparando a diestra y siniestra. En medio de los disparos escuchamos que gritaban:
__¡El Eternauta Vive!
Luego supimos que El Bocha comento al ver que dos compañeros más se querían sumar al ejemplo del Paco Y Junka
__¡No!__ Grito Bocha.__ No puedo permitirlo.
Un Mano que se hallaba su lado le toco el brazo.
__Amigo, escucha Estas es nuestra lucha. Es como intentar liberar nuestro planeta de Los Ellos.
Vuestro juramento fue de ir de dimensión en dimensión
Liberando las ciudades Tandilenses de cualquier tirano... y deben seguir haciéndolo. Esta es nuestra lucha como reparación a lo que hemos hecho por temor a las glándulas del terror.
Y no supimos como ese Mano logro llegar hasta los que estaban tras las líneas enemigas.
Un par de minutos después dos Manos flaqueaban al amigo Jinete en la masacre.
Eran tres segadores dementes cosechando aun los frutos verdes.
Gritos de victoria iban llegando a nuestros oídos y escuchábamos cada vez más esporádicas la metralla enemiga o amiga.
Sobre ella:
__¡El Eternauta Vive!
__¡El Eternauta Vive!
Íbamos ganando la batalla.
__Pero__ Comento Bocha__ ¿qué sucederá si de otras regiones llegan más enemigos de municipios vecinos?
__Esa es nuestra lucha como te dijo el Manos, Bocha
Asevero un esclavo humano que le fuera quitado su telecontrol, hacia tiempo y volviendo a transformarse en un rebelde ante la invasión, nuevamente. Con herramientas encontradas en el deposito y que en las manos de un Manos hacia maravillas__Insisto: Esta ya es nuestra lucha, Jinete. Si participan hasta el fin, nunca sabremos si seriamos capaces de ser libres sin ayuda exterior. ¿Eres capaz de renunciar a ser un Jinete del Eternauta y la palabra dada?
¿Qué pensaría tu Juan Salvo?
__¡Bien, vamos, amigos! Otra Dimensión nos espera.
Retiramos nuestros pertrechos y otros kronosmasters
No nos vendrían mal, ante cualquier emergencia.
Al salir del deposito de armas y caminar por las calles de ese Tandil. Más en la plaza central, reconocí entre los soldados salvences abatidos a más de un socia de algún conocido de mi dimensión.
Como esperanza, buscaba con la vista si tenían los telecontrol para justificarlos como esclavos.
Pero, no. No era así. Las circunstancias muy adversas como las injusticias, y tantas otras, donde la guerra era la que más nos sacaba la mascara mostrándonos como éramos en realidad.
Resignado guarde silencio por respeto y quizás por una vana esperanza. Al no nombrarlos guardo la posibilidad que sus socias de nuestra dimensión no fallaran y no fuera un engaño el proceder de ellos.
Pero, sabia de la traición de algunos o el mostrarse como realmente eran.
Sufrí ante lo inevitable. Más también sabia de lealtades y actos de nobleza de otros. El Hombre es así, una moneda de dos caras. Pero está en el esforzarse para que siempre estuviera de cara y no de ceca.
Otros compañeros también reconocieron a otros pero guardaron un silencio respetuoso y pensante
Un Manos nos ayudo a rescatar nuestros animales y los muertos fueron remplazados por otros.
Nuestra partida fue sin complicaciones y al llegar donde teníamos algunas cosas ocultas nos dispusimos a partir en nuestro viaje dimensional cuando una polvareda nos indicaba que alguien se acercaba.
Nos parapetamos tras unas rocas y preparamos nuestras armas.
Vimos que una decena de caballos venía a galope tendido.
Sus jinetes eran todos Manos.
Se movían al unísono como si cabalgadura como si jinetes y corcel fuera un solo ser.
__Buenos jinetes__Comento Washington, el uruguayo.__No son enemigos son Manos.
A muchos nos extraño el No son enemigos. Tanto llevábamos luchando contra ellos.
Al estar junto a nosotros uno de ellos hablo
__Venimos a unirnos a ustedes
__¿Quién eres, pibe?
__Junka.
Bocha y algunos de nosotros levantamos nuestras armas.
_¡Esperen!
Nos detuvo la voz de Kirdon, el Manos que nos ayudara
En el escape por saber posible ubicaciones de destacamentos de soldados salvences. Y agrego:
__No miente. Tiene el mismo nombre que su padre.
__¿Cuál es la causa por la que quieren unirse a nosotros?
--Muchos de ustedes dieron la vida por nosotros y por lo que sabemos queremos liberar a muchos de los nuestros, esclavizados por los Ellos y no nos gustan los tiranos. Todos deben ser combatidos, más allá de cómo en sean su aspecto. Además...
__Bueno, bueno, Junka, espera un poco__Interrumpió
Kirdon.__ Ya es suficiente. Su padre en nuestro planeta era un Allun-Athesa y él sigue la carrera.
__¿Allun Athesa? ¿Y eso con que picante se come?
Inquirió el Kolla Quispe, amante de los Picante de Pollo o Picantes de Panza.
Era capaz de ponerle picante hasta el dulce de leche.
__Sí: Mi padre era lo que ustedes dicen un político.
Uno de nosotros Dijo:
__Lo que nos faltaba a los Jinetes. Manos Políticos.
Yo acepto con una condición que Kirdon se haga cargo de estos mozalbetes Manos
Todos reímos.
__Bien __Ordeno Bocha__A prepararnos para la partida.
Entre las sierras el sol asomaba su vivificante faz.
Amanecía.
Cerca nuestro, cuando ya hacíamos accionar nuestros Kronos-Masters vimos llegar a otros aparatos similares.
Miren, amigos.__Les dije.
Esos que llegan son nuestros Juan Salvo y Favelli y otros de nuestra dimensión.
Favelli señalo hacia nosotros. Juan Salvo giro su rostro.
Su nave Amo-Tiempo era superior a cualquiera de las nuestras.
Mi mente corría vertiginosamente. Por un lado
queriendo poder hablar con ellos. Pero revertir los Kronos-Masters en pleno proceso de transportación podía ser fatal.
Solo atine a vociferarles, mientras posaba una de mis manos en un extraterrestres de múltiples dedos:
__¡Aquí son amigos! ¡Juan Salvo, cuídate de ti mismo!
Antes de disgregarnos molecularmente para nuestro
VTD ( Viaje Transferencial-Dimensional ), pensé:
“¿Quién no debe cuidarse de si mismo?”
Pero Juan y Favelli lo harían por partida doble.
Deberíamos dejar coordenadas correctas hacia donde nos dirigíamos por si hay posibilidad de un encuentro para mutua ayuda. Aunque también es peligroso... si... lo encuentran los... los ene... migos. Es... nues... tro des..tino el tal vez lu... char por se...pa... rados.
La disgregación molecular comenzaba.
Luego fue la gran luz El enorme y profundo túnel multicolor y aros dimensiónales que nos llevo a lo que yo llame “Destruyendo el Edén “
FIN Del Libro 1ro.
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