No se te ocurra darle una prenda amarilla,
y a ella menos, ni un cepillo de dientes
ni un extremo de la agujeta...
Creo que la decepción vino
cuando supieron que no era el sol,
independientemente de que hay muchos eclipsados,
y creo que uno de ellos se invento a el girasol
y otros tantos verdes de coraje están por decirle
“¡Tu hepática madre!”.
Texto agregado el 12-12-2006, y leído por 112
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Lectores Opinan
12-12-2006
me gustó, sonreí con mis dientes amarillos. Mariangelik
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