Este poema versa sobre si mismo...
establece sus contornos como el hombre su reino;
vastos imperios en su ramaje anidan,
aves que en él se posan, fruto perenne
podrido y bello diciendo
yo
diciendo mundo muerte dios
una vez fui y en mármol permanezco
y en canto contra el hombre me proclamo
(templado en lápida el cincel,
la voz del zorzal templada
en la garganta del buitre)
Será mi nombre mi sombra
será mi voz la hojarasca
que lentamente crepita
al cansado sol de octubre.
Texto agregado el 12-12-2006, y leído por 161
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