El simpático ratoncito miraba con sus grandes ojos negros como su cuerpo se iba plasmando en el papel mediante magistrales trazos de esa aromática tinta china. Pronto pudo notar que podía moverse y por lo mismo empezó a saltar cuadro a cuadro sin darse cuenta siquiera que era parte de un gracioso argumento. Alcanzó a manifestar algo de la forma que sólo él podía hacerlo, es decir mediante un recuadro blanco en el que su pensamiento aparecía dibujado en palabras. De pronto, el enorme cuerpo se desplomó sobre el tablero, derramando la tinta china, que se precipitó como densa sangre negra sobre su cuerpecito ligeramente esbozado. Allí quedó sumergido en húmedas sombras atisbando por un agujero y con sus hermosos ojos llorosos, como varios hombres retiraban el cuerpo del dibujante…

Homenaje a John Hench, quien dibujó al Ratón Mickey desde la muerte de Walt Disney y que falleció ayer a la edad de 95 años.