Quiero decirle, mi querida amiga Nela, que durante tres, TRES años consecutivos, fui campeón de la Peña Deportiva Cubanito, en el difícil deporte de los órdagos y amarracos
Para los que ignoran de que estoy hablando, solo comentaré que muy probablemente de esta peña salga algún día, no un ganador de la San Silvestre, si no el futuro campeón mundial de MUS, versión parejas mixtas.
Nuestras instalaciones, deportivas todas ellas, no tienen igual a lo largo de este territorio.
Buenas mesas de esas de mármol blanco y patas de hierro colado, donde suenan a hueso las fichas de dominó, y gruesos tapetes de fieltro verde, con algún que otro agujero, producto de las brasas de los Ornelas, Cohibas o Cosacos de Fonseca, que como todo el mundo sabe, son el mejor oxigenador para los deportistas de alto rendimiento en estos menesteres.
Los entrenadores, "viejos colmillos" de esos que, con solo ver sus cartas ya saben las de todos y envidan a la grande con tres ases y un cinco y recetan, como complemento alimenticio de sus entrenandos, no menos de "medio de camarón" y "seis langostinos", tres veces por semana.
Sin olvidar la necesidad de permanecer hidratado, para lo cual, el trasiego de tinto es lo indicado, dadas sus propiedades vitamínicas, terapéuticas, diuréticas y la capacidad de producir redondeces abdominales que sirven, me lo dicta la experiencia, para levantar sin grandes trabajos, las piedras y amarracos necesarios para el conteo de las partidas.
Dije tinto y agrego, sin menosprecio de colores, que deberíamos dejar los blancos y los rosados para entrenamientos ligeros después de los encuentros extenuantes.
Cuando eso suceda, cuando el encuentro sabatino haya sido largo y agotador.
Cuando el partido, partida dicen los puristas, haya llegado al desenlace después de seis empates y las manos duelan por el esfuerzo de aguantar los naipes; entonces y solo entonces, es prudente abrir el, pongamos por ejemplo, Albariño de Fefiñanes, el Alella Marfil, o el Rossé d´Anjou del Penedés.
Todos ellos, pálidos y deslumbrantes unos y ámbares e irisados otros, sirven para, distender las neuronas cerebrales después de tanto esfuerzo, atenuar los paladares al cabo de tanto terciopelo grana y calmar la sed obligatoria tras los órdagos ganadores. Además predispone el alma, relaja la visión y enaltece el afán ganador para el próximo embate.
Cosa que cumplimos a carta cabal los que peleamos con gran espíritu de lucha y que queremos, como dijo el barón, "por lo menos participar" y si no ganamos............. "que nos quiten lo bailado" y lo comido, y lo bebido, y lo gozado, y......................
Hecha la aclaración pertinente con respecto al juego, pasemos a lo serio.
Me gusta la idea de que sea usted, mi estimada, "la que maneje las perolas" de esta taberna
Tendremos que llamar a consulta al resto de parroquianos y al representante sindical para analizar lo de su petición de ausentismo, en caso de una buena conversa y ver de que forma será repuesto el tiempo empleado en esos goces.
Por mi parte, le dejo mi visto bueno. Al cabo que, ya sabe, usted, de mis debilidades hacia su persona
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