el aire astronauta perdió sus labios en la guerra de pétalos.

una mancha en el mapa de sus pezones comenzó a desenvainar sangre. fusilado por el beso traicionero, derritió sus cuerdas de fluidos. desconectando la electricidad... fue retrocediendo en la oscuridad.
alado con incendios mentales... las lágrimas de su corazón eran deshojadas por la mano extranjera. cubierta de vapor.., oxidándose en la lengua ajena..

un segundo que devoró la depravación, bañados con fluorescencia pobre.., expuestos al murmuro del baño público.
golpes de la nebulosa del mundo no visto. familia abandonada en la fotografía previa.
descendiendo por el pequeño agujero por el cual respirar,.. una figura despertada en la amnesia del purgatorio.

muy silencioso fue el atardecer de las mordidas vírgenes. rompiendo las cortinas de su anonimato, desnudándose ante las manzanas naranjas.., sutiles jadeos de felicidad y caramelo. así, petrificando el tiempo, olvidó los secretos impactos cardiacos.
trampolín, pelota, oso, peluche...
trampolín, pelota, oso, peluche...
trampolín, pelota, oso, peluche...

volviendo a los reflejos de su contaminación, liberó un poco de cáncer por la ventana hincada ante las nubes y la perdición.
su vestido embarrado en los espermatozoides distintos, voló junto con el viento por las vidas de tamaño menor, destetadas... en déjà vu se convertían...
espolvoreada con el otro maquillaje, las llantas desprendían su embarazo incógnito en el pavimento que lloraba.
una alberca de prostitución, gotas negras de saliva negra, prendían el espacio con gasolina de cámara. insignificante anillo, diamantes empañados.

la noche albergaba diferentes corporaciones. caballeros, damiselas, caballeros, damiselas. tornando sus espaldas en espejos, retrocedían con carriolas, biberones..
ahorrando silencio, alejaban sus almas del llanto del ausente. perfumando el parque con el sudor caliente, conjuró su ceguedad por más tiempo.
las manecillas que lubricaban el arma cargada, salivaban un poco más. aguardando, ..un poco más.

insomnio en la cama ya no amada. dulces pesadillas con faros interminables. masturbación ilegal, centímetros de la fuente de sus hijos. fantaseaba mientras lloraba. lloraba mientras fantaseaba. una censura ternura en la frialdad de su pecho descubierto.

rompiéndose sobre el cereal, la gorra pequeña, la sonaja, el chupón...la gorra pequeña, la sonaja, el chupón...la gorra pequeña, la sonaja, el chupón...

escondiendo las piernas abiertas sobre la cabecera. escondiendo su escasa luminosidad. desgarrando la cesárea con la prueba de embarazo.
emanando de los hojas caídas, dejó caer sus ilusiones. torturando la célula más sensible.., uno, dos, tres cincelazos. paralizando en el aire de la calle 17.

extendiendo sus manos punzocortantes.., las venas metálicas destruían el viento que caía... veloz, rozando la no renaciente.., rozando la no naciente... saliendo por el impulso de quiebre, no puedo más.
hilando las membranas de sus partos, recobró su aliento en el impacto. las entrañas compartidas desvanecieron en el instante sus latidos y confusiones. renunciando a las lamidas desleales, cerrando última vez los calzones embrujados.

el salto, salpicó lo maternal en las paredes quirúrgicas.
fingiendo que dormía, su pulso cerró sus ojos tiempo atrás.
mirándola por el vidrio infectado, aprendiendo a caminar, sonriente, diminuto... aprendiendo a caminar, sonriente, diminuto... aprendiendo a caminar, sonriente, diminuto... y el gen aún misterio y el misterio viviente también testigo.

un abrir rápido a su última vida... el padre, los hijos y el extraño...