Debo decir que es un placer entrar en esta página que siempre ha estado abierta a personas como yo que le gusta escribir, tanto como leer. En toda mi familia no hay uno que le guste leer y mucho menos escribir. No puedo criticarlos. Las personas son como son. La vida me hizo así, no debo renegar por las cosas que he ganado, perdido, recordado.
Hay un sendero que siempre he visto años atrás como quien ve las cosas cuando está partiendo en un avión rumbo hacia lejanos puertos. Hoy, ese sendero se ha hecho mi camino. Es un camino duro, desencantador. No he visto una sola sombra en él. Me encanta sentir que estoy en aquel sendero. No veo nada en el horizonte, tan solo oscuridad, nada más que oscuridad. No hay dolor, tristeza, no hay nada. En él brilla la oscuridad y yo camino por ese sendero. Me hace feliz a pesar que la soledad me ha absorbido desde la punta de mi conciencia hasta el horizonte de mi inconciencia. ¿Pueden creer que este sendero está dentro de mí? Mientras mas camino, el mundo puebla sus ojos en el horizonte de la inconciencia.
He hablado solo, he callado igual, he llorado solo, y siempre, siempre he sentido que soy escuchado... Por la primera vez he escuchado la voz de mi corazón. Era tan suave, maternal, bondadosa, poderosa, sutil que, muchas veces dudaba en aceptarla. Pero debo decir que este camino del corazón es el único camino que le da sentido a toda existencia pues nos hace sentir. ¡Y cómo nos hace sentir! Puedes estar mirando tu máquina de trabajo, estar frente al cobrador o frente a la chica de tu vida, pero, siempre, siempre escucharás su voz suave, tierna, y él, jamás se equivoca, jamás...
Quizá puedas perder todos tus sueños, tus anhelos, tus odios, pero debo decir que algo en todo el sendero se aclara, tanto se aclara que sientes la paz, la armonía de todo lo creado. ¿Pueden creer que mientras escribo tengo mucha fiebre, que mi andrajoso cuerpo me duele? Es así, y no es para sentir pena, nada que ver. La voz interior me dice que calma, calma, que todo pasará, que continúe el sendero, que aunque aún brilla la oscuridad, ya puedes apreciar la existencia, ya sabes en donde está la paz, armonía, y te dice: te lo mereces, te lo mereces...
Me duele el cuerpo tanto que es mejor dejar de escribir. Hay un poema que vuela como una mariposa por mi existencia, dice algo así...
Ve capullo
Despierta de tu largo dolor
Hay un manantial de aire y sol
Hay colores que esperan por ti
Se
Se mientras puedas ser...
Donde muere la tarde
Amanece el día
Aunque tan solo la veas en sueños, anhelos...
Se
Se
Se
Se lo que diga tu alma
Hay tanto que compartir
Una tarde en una banca
Un rostro perezoso
Un perro cargando sus crías
Hay tanto que es mejor reír de par a par
Una sombra puede venir
Un hombre, mujer, niño
Puede tocar tu sentir
Recuerda
Que todo es marchitable capullo
Que pronto serás polvo
Aunque el mundo te espere como a dios...
Se para siempre
Que gotas de paz
Mojarán tu alma legañosa
Despierta y se
Me ha gustado este poema, debe de ser algo hermoso, mas tarde lo leeré, cuando el dolor de todo mi cuerpo se calme una eternidad...
Gracias por leerme, gracias corazón
San isidro, diciembre del 2006
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