Se me obstruyeron, las mil venas que existen en el cuerpo, cuando al oír tu voz quede maltrecho. En el momento en que la aurora helada, en ruegos, con susurros, sin palabras, fundió nuestra sangre junto al naciente Agape. ------------------------*(VIVAMENTE) ------------------------Sin fecha
Texto agregado el 06-02-2004, y leído por 169 visitantes. (1 voto)