Paráfrasis invertida del “Nocturno de la estatua” (de Xavier Villaurrutia)
a Enrique Lechuga
Musitar adormecer la estatua aunque ella se revuelque
Diciéndote: ¡calla, que estoy rendida de sueño!
Y caminar tras el grito como un loco
Y subir la escalera y ver doblar en la esquina
El cuello del poeta y correr dejando que el grito
Chorree en el cristal la sangre de su deseo
Abrazar la estatua y llorar un poquito sobre sus senos
Y notar cómo de repente se va cubriendo de telas
Y percibir cómo lentamente se va transparentando hasta perderse
Y quedar solo delante de la propia mueca en el espejo
Y después volver tras el grito en la noche
Y creer que le tocas cuando chocas con el eco
Y creer que aprietas el eco cuando te topas con la sombra
Y creer que ases la sombra cuando aprisionas el cadáver
de la estatua con un hilo de sangre sobre tu pecho
Y callar y suprimir la boca con el silencio del espanto
Y soñar soñar que todo ha sido un sueño de calles
De escaleras de sangres de estatuas y de gritos
Texto agregado el 09-12-2006, y leído por 347
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Lectores Opinan
22-05-2007
Muy interesante. M ehas dejado pensando en siginificados, y de alguna manera me ha inspirado. Saludos. Mis *****. el_sonriente