A Ruth Melba Valdés Cruz
I
DULCE SUEÑO
Si algún día, al despertar
de uno de tus lindos sueños,
descubres que tus ojos han llorado
y que tus lágrimas han bañado
las mejillas de tu tierna niñez;
ese hermoso día,
escucharás muy al oído,
lo que el extraño encanto
de tu revelador sueño,
dulcemente te dirá :
"Despierta, niña,
es la hora.
Eres ya mujer".
II
DULCE SECRETO
"No se atrevía a mirarme;
le dije que éramos novios,
y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos"
Juán Ramón Jiménez
Si algún día,
alguien en tu puerta
te dice con suave murmullo
y con dulce encanto: un secreto,
y sientas que tus ojos se te nublen
y tus mejillas se sonrojen;
ese hermoso día, dichosa tú,
estarás enamorada.
III
DULCE LLAMADO
Si algún día,
estando tú a solas
escuchas en silencio
una voz tierna
que tímidamente te llama,
y sientas que todo tu cuerpo
se estremezca
y que de emoción
parezca preso;
ese hermoso día, niña,
habrás escuchado
la dulce melodía,
de aquello
que se llama: amor.
Bogotá, Octubre 28 de 1.976 |