"Salías del templo un día, llorona, cuando al pasar yo te vi. Hermoso huipil llevabas, llorona, que la virgen te creí"

-Cuco Sanchez, La llorona-

Yo solo quise decirle cuanto le amaba
explorar el cielo de su cuerpo
que se extendía como el horizonte
mostrando una luz
que, como siempre, resulto distante.

La soñé incansablemente durante 120 días
la luna profería una esperanza
que nunca fue verdadera.

Ah esta nostalgia
estos recuerdos de sus palabras
y de el cariño que quiso sentir
pero que sembró sobre una roca
fría
árida
como su fluctuante corazón.

Debí haber sabido desde un principio
que su boca seria amarga
que su presencia era un falacia
que, como en mis viejos días
todo caería sobre mi espalda desnuda.

Yo solo quise darle felicidad
entregarle un sentimiento
que siempre fue mío
pero nunca de ella.

Al parecer
me faltaron agallas
y me sobro corazón.