¡Hola!
Tal vez te parezca extraño leer esta carta, pasé toda una vida después que nos separamos tratando de olvidarte, pero nunca lo logré. Las circunstancias nos hicieron crecer lejos el uno del otro, sin embargo tengo muy claro en mi mente tu recuerdo. Imagino cuanto tiempo nos tomará conseguir dejar totalmente atrás el pasado que aun nos persigue, pero lo lograremos, te lo aseguro. Cuenta conmigo hoy y siempre y quiero que sepas que no te reprocho nada.
Me cuesta abordar el tema, no es placentero para mí, pero hay que hacerlo. Las cosas se dicen o se callan y en este momento no es cuestión de callar, es cuestión de decirlas todas.
¿Que nos paso?.. No lo sé. Si lo supiera seria la primera persona en decírtelo, te aprecio demasiado para callarme algo esencial en nuestras vidas. Yo no te voy a preguntar por que te fuiste. Ya ves el resultado y hay veces que el silencio es la mejor respuesta. El respeto que te tengo es superior a mi amor y te quiero mucho tú lo sabes, pero me temo que la forma en que tu me quieres es diferente a la mía. Quizás parte del amor consista en eso, saber decir adiós no dejando que nuestros sentimientos interfieran en lo que probablemente al final sea mejor para aquellos a quienes amamos.
Necesité mucho valor para saber que nuestros corazones eran diferentes. Es hora de no sentir pena por mi mism@ y de admitir que he dejado de ser tu punto de referencia. He descubierto que mi poder es mucho menor de lo que me imaginaba, entendí que el presente es el tiempo que tenemos que vivir, pues cuando se vive en el pasado solo se tienen sentimientos de culpa y si nos preocupamos por el futuro acabamos siempre temerosos. No podemos cambiar el pasado por que ya sucedió, entonces es mejor aceptarlo y comprender que todo lo que ocurrió fue necesario para que aprendiéramos las lecciones de la vida. El futuro por su parte es un enigma que trae consigo sorpresas inevitables, saber vivir esas sorpresas es uno de los más bellos desafíos de nuestras vidas.
¿Sabes? Hubo un momento en el que creí que todavía te conocía, pero cuando desapareciste aquel día me dejaste además de perplej@ muy dolid@. Me convencí realmente de que ya tu no me querías y que no podía seguir aferrad@ a un amor que dejó de pertenecerme desde hace mucho tiempo. El hecho de que estuvieras tanto tiempo tan lejos de mí siempre me lo mostró, sobretodo cuando logré ver como has salido triunfante de las cenizas.
El único momento en que podemos ser felices es ahora pero ya no estamos juntos y ha llegado el momento de dejar de esperar a que tu hagas tus movimientos para acomodar las fichas de mi juego. La vida no es un juego de ajedrez en la cual uno siempre esta a la espera de los movimientos del otro para que decidamos que es lo que tenemos que hacer. Sinceramente no sé cuanto de eso fue mi gran amor, luchando para no morirse y mi orgullo herido por sentirme despreciad@.
Yo no noté en ti ningún rechazo y de repente que me dijeras "adiós para siempre" me causo un dolor indescriptible, nunca podrás saber el daño que me hiciste, te conozco bien y sé que no quisiste hacerlo pero el caso es que pasó y me heriste profundamente y ahora que comprendí que todo fue una mentira produjo en mi un tremendo desengaño y una desazón infinita.
Tienes múltiples cualidades, me atraes de verdad y te quiero de corazón, pero lo que no puedo hacer es obligarte a que me correspondas si has dejado de quererme. ¿Motivos?, Siempre existen, pero quizás nunca los sepamos. El tiempo no pasa en vano y día a día vas notando que el dolor es menor y que no todo merecía la pena.
Jugamos con nuestros sentimientos y eso me produjo dolor y mucha amargura, pero también mucha esperanza. No sé si creíste en mi, pero te digo que la persona de ayer es la misma de hoy. Hay miedos y penas en mitad de todo esto, pero cuando uno sufre y anhela algo como un objetivo, aprende a esperar. En realidad fue muy difícil esperar sin saber ¿por qué y para quien? Y no me arrepiento sabes. Porque a veces arrepentirse es una manera de culparse, pero hay ocasiones en que el arrepentimiento sirve para mostrarnos cosas que no deben repetirse, pero ahora solo no me arrepiento si no que me siento muy satisfech@ de haberlo hecho.
Sin embargo una suma de experiencias nunca me probó que tenia razón, pero una sola experiencia me demostró que me equivoqué. Y fui yo quien cometió el error de buscar una persona cuando estaba amando un recuerdo, que aun esta dentro de mi clavado como una espina.
Hay palabras que nunca se olvidan, son sólo recuerdos que transforman la vida, causando profundas heridas, quizás una eterna despedida de todo aquello que como tesoro se protegía.
Olvidar es un verbo que frecuentemente en la vida llegamos a encontrar, alejando recuerdos que no dejan de ser momentos pasajeros cuyo rumbo a quedado atrás sepultado en el tiempo y hoy sé que querer eternizar el amor es la mejor manera de perderlo.
Te quiero |