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Capítulo 1
Destino marcado

Nuestra historia comienza a finales de la Edad Media, en un universo paralelo al nuestro, en un reino donde había prosperidad y abundancia, donde no había gente que sufriera debido a la pobreza o a la peste, era un reino diferente al resto en donde su gente era culta, trabajadora y feliz...
El soberano de dicho reino, el cual tenía el nombre de Nikana, era el joven rey Esteban, quien al morir sus padres había ascendido al trono... no obstante, no vivía solo, ya que su hermana, la infanta Regina, le hacía compañía... Esta mujer era muy reservada, casi no hablaba con la servidumbre, solamente con su hermano y vivía encerrada en sus habitaciones, algunos aseguraban que ella era una especie de bruja que controlaba la voluntad de su hermano a su antojo, sin embargo estos no dejaban de ser simples rumores...

Regina (entrando a la habitación del trono): Buenos días, hermano...

Esteban (sentado en el trono): Buenos días, hermana... ¿se te ofrece algo?

Regina: No, hermano, he venido a hablar contigo de algo sumamente serio...

Esteban: ¿De que estas hablando?

Regina: Antes de morir, nuestro padre te eligió una prometida para que continuaras con nuestra dinastía... Tu ya estas en edad de casarte y formar una familia...

Esteban: Pero si apenas acabo de cumplir 25 años

Regina: Precisamente... Esteban... ya es hora de que nuestro pueblo tenga una reina, papá eligió a la princesa Adelai, de nuestro vecino del norte, el Reino de los Alcatraces, para que fuera tu esposa...

Esteban: Pero ella apenas tiene 17 años...

Regina: Eso no importa... ya envié una carta a sus padres y ellos aceptaron enviarla para que la conozcas y que fijen la fecha de la boda... (sonriendo) ¿qué te parece?

Esteban (sonrojado): A decir verdad, Aledai es una chica muy hermosa... me ha gustado desde que ella tenía 13 años...

Días mas tarde...

Un soldado llega corriendo hacia el salón del trono...

Soldado (haciendo reverencia): Majestad

Esteban (sorprendido): ¿Qué pasa?

Soldado: Un grupo de rebeldes se dirigen hacia nuestra ciudad desde la frontera del sur, están dispuestos a conquistarla...

Esteban (levantándose): Ensillen mi caballo... Yo mismo arreglaré esa situación...

Regina (sorprendida): Pero... tu prometida viene en camino...

Esteban: Ya se que no te gusta socializar mucho, pero te voy a pedir de favor que la cuides mientras vuelvo...

El rey salió a toda prisa... al día siguiente, los campesinos que araban a las afueras del reino, al norte, vieron que una gran caravana se dirigía hacia el reino...

Campesino: Tal vez sea alguien muy importante que venga a visitar al rey...
La noticia que la prometida del rey ya estaba llegando al reino llegó rápidamente al palacio, la infanta Regina estaba furiosa caminando en círculos en el salón del trono...

Regina: Esteban es un idiota... ¿por qué tengo que hacerme cargo yo de esa chiquilla? ¡¡ES SU PROMETIDA, NO LA MÍA!!! (se tranquiliza) Yo no la atenderé (tira de una cuerda)

Un soldado muy joven entra a la habitación...

Soldado (haciendo reverencia): ¿Me llamó usted?

Regina: Sí, Otaru... Tu eres uno de los soldados más fieles que están al servicio de mi hermano y mío, así que tengo que encomendarte una importante misión...

Otaru: ¿De que se trata?

Regina: La prometida de Esteban está por llegar al reino... pero el rey tuvo que atender unos asuntos al sur, así que se ausentará por unos días... Yo no quiero tener relación alguna con ella, así que tu te encargarás de cuidarla y darle todo lo que necesite hasta que mi hermano regrese... ¿te quedó claro?

Otaru (haciendo reverencia): Por supuesto que sí...

Mas tarde, la carroza llega hasta la puerta principal del palacio, Otaru, vestido con su uniforme de gala que consistía en usar botas, capa y túnica, esperaba al pie de la escalera principal... El carruaje, tirado por caballos se detuvo, de él descendió una mujer de edad madura...

Mujer: Buenos días... yo soy la nodriza de la princesa Adelai...

Otaru: Buenos días, mi lady, yo soy Otaru, soldado al servicio de su majestad el rey Esteban, mi señor tuvo que salir a atender unos asuntos al otro lado del reino, así que no podrá recibir a la princesa, pero yo estaré a sus ordenes...

Nodriza: Me parece muy poco cortés que ni siquiera nos haya recibido la infanta Regina, puesto quien fue ella quien solicitó a mi rey que dejara venir a su hija...

En eso, Otaru vio que una enorme falda emergía del interior del carruaje, acto seguido se quedó mudo de asombro al ver que la princesa Adelai descendía lentamente del carruaje vistiendo un gran vestido de color verde... sus ojos eran grandes, de color café, su cabello también lo era pero lo traía recogido con una pequeña corona... El chico no podía articular palabra alguna...





















Capítulo 2
La prometida del rey

Adelai (haciendo reverencia): He escuchado todo... yo soy la princesa Adelai

Otaru: ...

Adelai: Supongo que usted es mi protector...

Otaru (nervioso): A... a... así es...

Adelai (sonriendo): Gusto en conocerlo...

Nodriza: ¿Podría enseñarnos las habitaciones por favor?

Luego, Otaru se encontraba sentado en el pasamanos de las escaleras que daban a uno de los jardines... estaba pensativo, mientras tanto, en la habitación...

Nodriza: Mi niña... la noto extraña...

Adelai: Nodriza... estoy muerta de miedo... no sé si le agradaré a mi futuro esposo... tengo que hacer esto por el bien de mi padre... pero... ¿y si no soy de su agrado?

Nodriza: Tonterías, niña, ya verá que él caerá rendido a sus encantos... Usted a pesar de su corta edad es una mujer muy linda...

Adelai: Ojalá tengas razón... ojalá la tengas (se dispone a salir) Voy a tomar un poco de aire fresco, no tardo...

Al ir caminando vio que Otaru se encontraba sentado, al verlo llegó hacia atrás de él y le susurró un saludo, pero Otaru se asustó tanto que resbaló por el pasamanos y cayó al suelo de cabeza...
Adelai (muy apenada): Lo siento... lo siento mucho... ¿se encuentra bien?

Otaru (levantándose muy rápido): No... no se preocupe, alteza, esto me pasa todo el tiempo (se ríe estúpidamente)

Adelai: ¿En serio?

Otaru: No se preocupe...

Adelai (sonriendo): En ese caso... esta bien... tenga más cuidado...

Otaru (sonrojado): Majestad... no es necesario que sea tan formal... sólo llámeme Otaru... a secas...

Adelai: Esta bien... Otaru...

Otaru: ¿No le gustaría conocer los jardines del palacio? Son muy hermosos...

Adelai: Si tu me llevas a conocerlos...

Otaru: Sí... será un honor...

El joven soldado y la princesa comenzaron a pasear por los enormes jardines... había muchas clases de flores y árboles, se veía que estaban en perfectas condiciones... la primavera había llegado ya y se respiraban aromas deliciosos...

Adelai: Eres muy joven para ser un soldado...

Otaru: Hace poco cumplí 16 años

Adelai (sorprendida): ¿Qué? ¿Tienes 16 años? No te lo creo...

Otaru (sonriendo): Créalo, alteza... entré aquí a los diez años... mis padres decidieron que era lo mejor, digo, mi padre es un soldado retirado y mi hermano ahora es jefe de alto rango en el ejército, así que, para seguir con la tradición familiar, me enlistaron en las filas de los soldados...

Adelai: ¿Tu familia es humilde?

Otaru: Nunca nos faltaba la comida, pero tampoco nos podíamos dar el lujo de comprar telas para cambiar el estilo de vestimenta... Además, somos una familia de varios hijos… tengo un hermano mayor y una hermana menor...

Adelai: ¡VAYA! Debe ser divertido tener compañía...

Otaru: ¿Y usted, majestad? ¿Tiene hermanos? ¿hermanas?

Adelai: Tuve un hermano mayor que murió en un accidente hace años

Otaru: Lo siento mucho...

Adelai: y también tengo una hermana mayor... hace poco contrajo nupcias con el rey del reino de los Tulipanes... Desde que nació estuvo comprometida con él... y ahora es mi turno de casarme... preservando así el linaje de mi padre...

Otaru: Debe ser terrible no tener la oportunidad de amar...

Adelai: ¿Perdón?

Otaru: Sí... digo... no poder enamorarse y elegir a esa persona... no lo sé...

Adelai: Tendré que amar a mi futuro esposo... sé que con el tiempo lo amaré...
Mientras los jóvenes paseaban y conversaban entre los jardines, no se dieron cuenta que la infanta Regina los observaba discretamente, desde su alcoba...

Más tarde, Adelai y Otaru estaban sentados a la orilla del lago... él le había tendido su capa para que ella no ensuciara su vestido...

Adelai: Otaru... ¿cómo es el rey?

Otaru: Es de mediana estatura, su piel es oscura, así como su cabello... tiene los ojos negros, además, ha estado adelgazando mucho últimamente...

Adelai: No... me refiero a cómo es internamente...

Otaru (recordando): Mhmm... la verdad a mi no me consta decir como es... aunque conmigo ha sido bueno... pero me han dicho que cuando se enoja suele retirarse para no herir los sentimientos de nadie...

Adelai: Oh...

Otaru: ¿Usted nunca lo ha visto?

Adelai: Solo una vez... cuando tenía 13 años... fue en un baile...

(flash-back)

Hay muchos invitados importantes en el palacio, los músicos tocan un vals que hace que muchos bailen alegremente en la pista, el rey y la reina observan, sentados en el trono, como sus invitados disfrutan de la fiesta... En eso, llegan los reyes de Nikana, con sus dos hijos, Esteban y Regina...

Rey: Hijo... ¿por qué no sacas a la princesa Adelai a bailar?

Esteban (de 21 años): ¿Yo?

Reina: Vamos, hijo... esa chica es muy tímida...

Regina (de 23 años): Pero si esa chiquilla tiene apenas 13 años...

Rey: Lo sé hija... pero la princesa Margarita ya está comprometida... y si queremos emparentar con esa bella familia, Esteban deberá casarse con Adelai...

Esteban se dirige hacia donde se encontraba la princesa, sentada al lado de su nodriza...

Esteban: ¿Me concede esta pieza, princesa?

Adelai: Pues... (mira a su madre y esta asiente con la cabeza) Sí... claro...

Esteban llevó a la princesa al centro del salón de baile y ahí tomó su cintura, ella se sonrojó pero no dijo nada, luego comenzó a llevarla por todo el salón al ritmo de la música...

Esteban: Baila muy bien, princesa Adelai...

Adelai (sonrojada): Ahhh... gracias...

Esteban: ¿Sabe algo? Yo algún día me convertiré en rey... y cuando eso suceda me encantaría que visitara mi reino...

Adelai: Tendría que consultarlo con mis padres...

El joven se le acercó y la besó... ella se detuvo y cuando él se separó ella salió corriendo del salón ante la mirada confundida de todos...

(regresamos a la época actual)

Adelai: Debo reconocer que me aterrorizó que me besara... era solo una niña... nunca antes me habían besado...

Otaru (muy serio): Con todo respeto, pero él no debió hacer eso... Un beso debe darse sabiendo que se va a recibir con amor...

Adelai( sonriendo): Hablas como si estuvieses molesto...

Otaru (sonrojado): No... es que... ese es mi punto de vista

Adelai: bueno... si lo dices así...

Otaru (sin mirarla): Así que... su primer beso se lo robaron...

Adelai: Podría decirse...

El joven se quedó callado por un momento, recordando que en el pasado, una chica mucho mayor que él le había robado su primer beso también...

Otaru: Pues... usted y yo tenemos algo en común...

El joven comenzó a narrar lo que había sucedido antes de que él ingresara al ejercito del rey... Estaba forcejeando con una chica ya que esta le había arrebatado su espada de madera, en eso ella perdió el control y se le fue encima, besándole los labios accidentalmente...

Otaru: Fue un trauma para mí... no dejaba de escupir...








Capítulo 3
¿Qué es esto que siento?

Adelai (riéndose): Que exagerado...

Otaru: Bueno... era solo un niño...

En eso, el joven soldado vio cómo empezaba ya a oscurecer...

Otaru: Ya es tarde, alteza, seguramente la han de estar buscando todos en el palacio...

Adelai: Ahh... es verdad... ya es tarde...

Otaru (levantándose): Venga, la ayudaré a levantarse...

Le dio la mano, ella se levantó y le entregó la capa... Sin embargo quedaron muy cerca del otro... ambos sonrieron y se sonrojaron...

Adelai (colorada): Gracias por tu capa...

Otaru (colorado): No... fue un placer...

Él la llevó hasta la puerta del palacio...

Otaru: Lamento no poder acompañarla a sus habitaciones, mi lady, pero debo hacer mi guardia de rutina...

Adelai: ¿Cómo? ¿Es que no vas a descansar?

Otaru: Si tengo suerte tal vez duerma 3 horas esta noche...
Adelai: Eso no es justo...


Otaru (sonriendo): Lo sé... pero no me quejo... (haciendo reverencia) Buenas noches, alteza... que tenga un sueño tranquilo...

El joven se retiró, ella se quedó de pie a la puerta, en eso llegó la nodriza...

Nodriza: Señorita... ya es la hora de la cena...

Adelai parecía no escucharla, veía como el joven se alejaba lentamente y se perdía entre la oscuridad...

Nodriza: ¿Señorita? ¿Le pasa algo malo?

Adelai (volviendo en sí, sin dejar de ver): ¿Qué?

Nodriza: Le dije que ya es la hora de cenar... la infanta Regina va a hacernos el honor de estar presente...

Adelai (sin mirarla): No tengo hambre...

Nodriza: Ay, señorita... es que ella me dijo que tenía cosas que hablar con usted...

Adelai: Dile que mañana... hoy estoy muy cansada por el viaje...

La nodriza fue a darle el mensaje a la infanta...

Nodriza: Excuse usted a mi ama, Infanta Regina... pero se siente indispuesta y le pide de favor que lo que tenga que decirle lo haga mañana...

Regina (molesta): ¿Ah, sí? Pues dígale a su ama que aquí mando yo... y si le digo que tengo que hablar con ella para ver lo de la boda... es porque tengo que hablar con ella...

Nodriza: Lo siento, señora... pero mi ama ya se retiró a sus habitaciones...

Regina (molesta): Sepa usted, señora, que si estoy socializando con su ama y con usted es porque quiero asegurar la felicidad de mi hermano... Así que llámela porque esto se tiene que arreglar HOY...

Nodriza: Ya le dije que ella ya se retiró a sus habitaciones... y se me tiene prohibido molestarla cuando ha ido a descansar...

Regina (entre dientes): Esta bien... puedes retirarte

En cuanto la nodriza salió...

Regina (furiosa): ¿QUIÉN DEMONIOS SE CREE ESA MOCOSA AL RECHAZAR MI INVITACIÓN A CENAR? La culpa de todo la tiene ese bueno para nada de Otaru... Pero ya verá... Aquí la que manda soy yo y las cosas se hacen A MI MANERA... le guste a quien le guste

Más tarde, mientras Otaru regresaba al palacio, vio que las luces en la habitación de la princesa ya estaban apagadas, sonrió y se dirigió hacia su dormitorio, ubicado en uno de los sótanos del palacio... Cuando se recostó en su cama se dio cuenta que no podía dormir... su corazón latía aceleradamente... nunca lo había sentido así...

Otaru (extrañado): ¿Qué me pasa?

Podía escuchar el palpitar de su corazón, sentía una extraña sensación... Trató de no moverse mucho para no despertar a su compañero de cuarto, quien dormía en la cama de al lado, así que se recostó de lado...

Otaru (pensando): ¿Por qué me siento tan extraño?

Cerró los ojos y una imagen de Adelai sonriendo se le vino a la mente, la veía corriendo por las verdes praderas del viento, luciendo un hermoso vestido color verde esmeralda, mientras el viento jugaba con sus castaños cabellos...

El joven sonrió pero de inmediato abrió los ojos

Otaru (pensando): No... esto está mal... ella ya está apartada para alguien más... jamás podría competir contra el rey...

El joven volvió a cerrar los ojos, esta vez con fuerza, como si tratara de olvidar la imagen de la princesa... escuchaba el eco de su voz pronunciando el nombre del soldado...

Otaru (susurrando): A... Adelai...

Se llevó la mano al pecho y se quedó profundamente dormido...

Al día siguiente, la joven se vestía para bajar a desayunar...

Adelai: Ay, nodriza, hoy me enfrentaré a mi futura cuñada...

Nodriza: Tenga cuidado, mi señorita, esa mujer tiene un carácter de los mil demonios...

Adelai: Sí... lo tendré en cuenta...

Luego, la joven descendió por las enormes escaleras de mármol, en eso, Otaru la miró y se detuvo al pie de la misma... La joven lo miró y se alegró de verlo...

Adelai (sonriendo): Otaru... buenos días...

Otaru (sonriendo): Buenos días, mi lady... ¿durmió bien?

Adelai: Sí... ¿y tu? Dormiste más de tres horas, supongo...

Otaru: En realidad dormí dos

Adelai: ¿Qué?

Otaru (sonriendo): Es broma... dormí cinco...

Adelai: Menos mal...

Otaru (colocando su brazo): ¿La acompaño al comedor?

Adelai (colocando su brazo debajo del de él): Claro...

Ambos llegaron al comedor, ahí estaba la Infanta Regina, esperando a la princesa...

Regina (a un extremo de la larga mesa): Supongo que durmió bien... ¿no es así?

Adelai: Así es...

Regina: Siéntese... tenemos que hablar a cerca de la boda...

Adelai (sentándose): Preferiría comer algo antes... no he probado alimento desde ayer que salí de mi hogar...

Regina (entre dientes): Usted no quiso cenar anoche...

Adelai: No tenía hambre...

Regina (conteniéndose): Mire, princesa... no tengo mucha vida social, así que le agradecería que cooperara conmigo para así volver a mis actividades...

Adelai: Bueno... ¿pero cual es la prisa? Yo aún no he visto a mi prometido y no me gustaría que la boda se celebrara en cuanto él llegara...
Regina: No tiene por que conocerlo... usted se va a casar con mi hermano le guste o no...

Adelai: No me casaré hasta que no conviva con él...

Regina (levantándose furiosa): ya me cansé de estarte insistiendo... ¡¡He dicho que hablemos de la boda HOY!!!

Adelai: No tienes por que enojarte... al fin y al cabo el que se casa es tu hermano y no tú...

Regina se alejó furiosa sin decir una sola palabra... Más tarde, Adelai estaba sentada mirado cómo los jardineros hacían su trabajo... en eso, Otaru llegó haciendo reverencia...

Otaru: Buenas tardes...

Adelai: Oye Otaru... dime una cosa... pero quiero que me contestes con toda la sinceridad...

Otaru: Dígame...

Adelai: ¿Regina siempre está de malas?

Otaru (tratando de aguantar la risa): No es la primera persona que lo nota... pero es que así es ella... Ignoro por qué...

Adelai: Mhmmm... Eso va a ser un problema








Capítulo 4
Un día en la vida de un soldado

Otaru: ¿A que se refiere con eso?

Adelai: No, nada, sólo pensé en voz alta...

Otaru: Bueno, mi lady... debo retirarme... tengo que hacer mi recorrido vespertino por las praderas del reino...

Adelai (asombrada): ¿En serio? Que bien

Otaru: Hey, tengo una idea... ¿por qué no viene conmigo?

Adelai: ¿Yo? Oh... no, sería muy peligroso... supongo que tendría que andar más de cinco horas a caballo y no creo que pueda soportarlo...

Otaru: ¡Vamos! Será divertido...

Adelai (con mirada molesta): No quiero ir...

Otaru: ¡Vamos! No le sucederá nada, se lo prometo...

Adelai (rodeada en llamas, furiosa): ¡YA TE DIJE QUE NO QUIERO IR!

Otaru (asustado): Esta bien... esta bien... (se da la media vuelta y se aleja) Tiene razón, además... ¿quién querría ir a conocer el reino que dentro de poco será suyo?

Adelai: Hey... Otaru (corre tras él) Espera...

Cuando llegan a las caballerizas, Otaru saca su corcel de color marrón, toma la cintura de la muchacha y la sube de lado, acto seguido él se sube y se sienta sobre la silla...
Otaru: ¿lista?

Adelai: Espera... cambié de opinión...

Otaru (golpeando al caballo): Muy tarde... ¡¡¡Hyaaaa!!!

El animal salió corriendo velozmente sin prestar atención a los gritos de espanto de la princesa...

Otaru: No grite, alteza... Pueden pensar que la estoy secuestrando...no le va a pasar nada...

Adelai (abrazándolo fuertemente): Es que me da miedo caerme...

El animal corría por las verdes praderas, saltando los obstáculos que el camino presentaba...

Otaru (señalando a unos agricultores): Mire, alteza, ahí están sus futuros súbditos

Recorrieron todos los campos del reino, viendo a los granjeros, al resto de los soldados, en fin... Los paisajes eran hermosos... los huertos se veían llenos de frutos, el campo de flores daba muy bellos espectáculos de colores debido a la cantidad de flores que había... Llegaron a las orillas de la capital reino, Adelai se abrazaba fuertemente del cuerpo de Otaru... en eso...

Otaru: Alteza... ¿por qué no dirige al caballo?

Adelai: ¿Qué? No... no sé cómo hacerlo...

Otaru le dio las riendas a Adelai, pero esta, al moverlas, hizo que el caballo corriera fuera de control...

Adelai (espantada): ¡¡¡¡AHHHHHH!!!
Otaru: ¡¡¡SUJETELAS CON FUERZA!!! ¡¡¡AHORA ESTIRE!!

La princesa obedeció y el caballo comenzó a detenerse...

Adelai (toda asustada y despeinada): Te dije que no sabía dirigir...

Otaru (conteniendo la risa): Lo hizo muy bien...

Adelai: Sí, como no...

Otaru: No, en serio... usted puede montar sin ningún problema

Luego, se dirigieron hacia unos huertos cerca del palacio, ahí, Otaru cortó unas manzanas y las llevó hasta donde se encontraba sentada la princesa, que era debajo de la sombra de un roble...

Otaru: Tenga...

Adelai (tomándola): Gracias...

Los jóvenes comenzaron a platicar mientras comían y el caballo descansaba un poco...

Adelai: Oye... ¿no tendremos problemas si nos ven aquí?

Otaru: No... estos campos son del rey... aquí los soldados llegamos a descansar y comer para después seguir con nuestras labores...

Adelai: Es la primera vez que no como en una mesa...

Otaru: Lo sé... pero créame... no lo hará daño si lo hace una vez...

Ambos rieron muy divertidos...

Adelai: Ay, Otaru... eres tan divertido...
Otaru: Sí... es lo que el capitán me dice... la diferencia es que él lo dice sarcásticamente y usted lo dice en serio...

Adelai: Por favor... llámame Adelai... me es incómodo que solo yo te hable a secas...

Otaru: Oh, no... no puedo hacerlo, si el rey o algún superior se entera que le hablo por su nombre téngalo por seguro que me matan...

Adelai: No tienen por que saberlo si me llamas por mi nombre cuando estemos a solas...

Otaru: Buen punto... pero no... que tal si por alguna razón le llegara a decir por su nombre delante del rey...

Adelai: Ja, ja, ja... no seas tonto... eso no pasará... Anda... dime “Adelai”

Otaru: Está bien... ADELAI...

Más tarde, llegaron hacia los jardines del palacio a caballo, ahí él se bajó y le dijo a los guardias que había llevado a la princesa de paseo... Una vez que llegaron a la puerta principal del palacio, él la ayudó a bajarse...

Otaru: Bien... alteza... debo regresar a mi amigo a las caballerías... supongo que usted tiene otras cosas que hacer...

Adelai: No creas... de no ser por ti, estaría muerta de aburrimiento aquí...

El joven llegó a las caballerizas y cuando se disponía a encerrar al animal vio como su compañero llegaba...

Otaru: Hola... Ishakat... ¿ya terminaste?

Ishakat: ¿Dónde demonios estabas? El capitán te ha estado buscando por todas partes...
Otaru: Estaba atendiendo una misión que el rey me dejó antes de salir...

Más tarde Adelai estaba sentada en el barandal del balcón, viendo como el sol se ponía en el horizonte...

Adelai (pensando): ¿Por qué me siento tan feliz a su lado? Esto no me gusta nada...

Nodriza (entrando): Oh... ya está usted aquí... ¿Se divirtió?

Adelai: Dime una cosa, nodriza... ¿qué es el amor?

Nodriza: Hay muchos tipos de amor, niña... existe el amor de un padre por sus hijos... el delos niños por sus nodrizas, el amor de hermanos, el amor de amigos, el amor hacia algo... y el amor entre un hombre y una mujer...

Adelai: ¿Y como es ese amor?

Nodriza. Usted lo experimentará pronto... cuando su prometido regrese...

Adelai ya no dijo nada y solo volvió a mirar el atardecer... Esa noche, en la habitación de los guardias...

Ishakat: ¿Qué hiciste que? Sabes que eso está prohibido...

Otaru: No tiene nada de malo que lleve a pasear a la prometida del rey...

Ishakat: ¡Pero en una carroza! ¡NO A CABALLO!

Otaru: Tienes, razón... pero bueno... hay algo me inquieta... y eso es algo que estoy sintiendo y que nunca lo había sentido por nadie...

Ishakat (sorprendido): No... No me lo digas... ¡Estas enamorándote de la princesa!

Otaru (asustado): ¿Qué te pasa? ¿Cómo se te ocurre decir eso?

Ishakat: Pues a juzgar por la sonrisota que traes en la cara diría que te la pasaste genial con ella...

Otaru (llevándose las manos a la cabeza): No sé que hacer... me siento muy confundido...

Ishakat: Pues te sugiero que dejes de ver a la chica... No puedes tenerla... verías ángeles antes de que ella estuviese a tu alcance... recuerda, Otaru... es la prometida del rey Esteban...





















Capítulo 5
Un amor imposible

Mientras tanto, en una habitación secreta del palacio, Regina se encontraba de pie ante un caldero negro humeante...

Regina: Esa mocosa me las va a pagar... NADIE ME HABLA EN ESE TONO...

La joven se acercó al caldero

Regina: Te propongo un trato... yo te entregaré a la doncella en sacrificio a cambio de que tu me des el poder...

Repentinamente el contenido del caldero se elevó hasta el techo...
Al día siguiente, Otaru se encontraba cabalgando, haciendo su guardia acostumbrada, pero sin dejar de pensar en lo que le había dicho su amigo la noche anterior...

Otaru (pensando): Ishakat tiene razón... Adelai es una princesa... y yo... yo sólo soy un soldado que está al servicio del hombre mas rico y poderoso del reino... Ella nunca se fijará en mí... No podría darle la vida a la que ella está acostumbrada...

Mientras, tanto, en el palacio, Adelai esperaba a la puerta del mismo...
Después de la hora del almuerzo, llegó uno de los pajes reales...

Paje: Busco al soldado Otaru

Otaru: Soy yo...

Paje: Tengo un recado de parte de la princesa... Dice que lo ha estado esperando para su recorrido por el palacio...

Ishakat miró al joven al momento que este le respondía
Otaru: Dile a la princesa que me disculpe, pero hoy tengo muchas cosas que hacer, además... su nuevo guardián, Ishakat, le guiará en el recorrido...

Ishakat: ¿QUÉ?

En cuando el paje salió

Ishakat(sin querer entender): ¿Qué pasa contigo?

Otaru: No puedo seguir al lado de ella, Ishakat... Cada día que pasa me es difícil controlarme... No quiero faltarle al respeto ni lastimarla... Haré caso de tu consejo... Me alejaré de ella...

Ishakat(ofuscado): Pero no me la dejes a mí...

Otaru: Si puedes controlarme a mí no será difícil controlarla a ella...

El joven salió sin decir más... entre tanto...

Adelai: ¿Eso te dijo?

Paje: Sí, mi lady...

Adelai: Esto debe ser un error, él es mi guardián... No puede dejarme... ¿No sabes en donde está?

Paje: Estaba por salir a su segunda ronda...

La princesa salió corriendo velozmente hacia las caballerizas...

Adelai (a los guardias): ¿Saben hacia donde se dirigió Otaru?

Guardia: Creo que iba hacia el lago de la montaña...

Adelai: Ensillen un caballo para mí...

Los confundidos guardias obedecieron y en cuanto ella subió al animal este salió corriendo velozmente...
Simultáneamente, Otaru estaba sentado cerca del lago, meditando... veía como el agua recorría su camino sin problemas... en eso arrojó una piedra que hizo muchas ondas al chocar contra el agua... Repentinamente...

Voz: ¡¡¡Otaru!!!

El joven volteó y vio que Adelai venía hacia él a caballo...

Otaru (confundido): ¿Adelai?

Adelai: Sabía que estarías aquí

De pronto Adelai perdió el control del animal y este comenzó a levantarse en dos patas...

Adelai (aterrada): ¡¡¡AHHHH!!!!

Otaru(asustado): ¡¡¡ADELAI!!!

El animal, fuera de control, comenzó a dar muchas vueltas ocasionando que la princesa no pudiera sujetarse más y cayera al suelo...

Otaru (aterrado): ¡¡¡¡ADELAI!!!

Corrió hacia la joven que yacía inconsciente sobre el césped... la tomó en brazos y la llevó a la sombra del árbol en el cual él había estado sentado, mojó parte de su capa en el lago y limpió el rostro de la joven...

Otaru (para sí mismo): Vamos... despierta... me meterás en problemas si no te regreso consciente al palacio...
Mientras terminaba de limpiarle la frente, la joven abrió los ojos lentamente...

Adelai: ¿Qué sucedió?

Otaru: Te caíste del caballo... (su voz cambia a tono molesto) ¿Por qué diablos viniste a buscarme? ¿No te llegó el mensaje que yo ya no iba a estar contigo?

Adelai (molesta): Oye... no me regañes... venía a exigirte una explicación...

Otaru: Ya te dije que Ishakat será tu guardián a partir de ahora...

Adelai: ¿Y por que ese repentino cambio? ¿Hay algo que yo deba saber?

Otaru (quitándole la mirada): No, es sólo que me pareció más adecuado que un soldado con más experiencia fuese su guardián...

Adelai: ¿Con más experiencia? ¿A que te refieres con eso? ¿Qué tenga más de 16 años? ¿A eso te refieres?

Otaru: Por favor, princesa... no haga preguntas que no puedo contestar...

Adelai (molesta): Ahhh... y ahora me llamas “PRINCESA”

Otaru: No es correcto que le hable con tanta confianza, es una falta de respeto...

Adelai: vaya... que suerte... justo cuando creí haber encontrado a un excelente amigo ahora me sales con esto... (se levanta) pero está bien... No importa, ya estoy acostumbrada...

Otaru (preocupado): No... princesa... no quise

Adelai (dándole la espalda): Ya... cállate...

Otaru: Yo... lo... lo siento... no quise ofenderte así... es que.... tengo una gran preocupación... no fue mi intención...

Adelai (volteando con una mueca): ¿En verdad lo sientes?

Otaru: Sí...

Adelai: Esta bien... te disculparé con una condición... que vuelvas a hacerte cargo de mí...

Otaru: Pero es que...

Adelai (enojada): ¿Quieres que te disculpe o no?

Otaru: Esa bien, esta bien... cualquier cosa con tal de conseguir tu perdón...

Adelai (sonriendo): Así esta bien...

Comenzaron a caminar cerca de lago, mientras el joven llevaba los caballos tras de sí...

Otaru: ¿Y no te meterás en líos si descubren lo que hiciste?

Adelai: No lo creo... pero no hablemos de mí... dime... ¿cuál es tu gran preocupación?

Otaru (colorado): Este... yo... no... no tengo ninguna preocupación...

Adelai: ¿Cómo de que no? Anda, cuéntala o te la saco a “dímelos”
Otaru: No

Adelai: Dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo...
dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo... dímelo...

Otaru: Ya... esta bien... lo que pasa es que creo que una chica me esta desordenando la vida y no solo eso, también mis sentimientos...

Adelai (desafiante): Dime quien es y le daré una paliza

Ambos rieron, sin embargo...

Otaru (pensando): Ay, Adelai... ojalá y supieras que ERES TU quien ha desordenado mi vida y mis sentimientos...


















Capítulo 6
Solo soy su amigo

Adelai: No, en serio, dime quien es...

Otaru: ¿Para que quieres saberlo? No te voy a decir

Adelai: Bueno... ¿y al menos te sientes bien o te sientes mal?

Otaru: La verdad no lo sé... me siento extraño... pero... me agrada...

Adelai (sarcásticamente): Entonces no te quejes...

Otaru: ¿Y tu? Nunca te has sentido así

Adelai: Sí, una vez, hace como un año... cuando conocí a mi maestro de literatura... su nombre era Satoshi... era alto... y muy guapo...

Otaru (celoso): Sí... ya me lo imaginé...

Adelai: De cualquier forma, nuestro amor habría sido imposible, él era un hombre culto, unos años mayor que yo... y pues... un maestro con una princesa no sería bien visto... Pero lo quise mucho, aunque él nunca lo supo...

Otaru: Triste... enternecedor, pero triste...

Adelai: No creas, ser princesa no es como lo pintan en los cuentos, es horrible, no tienes vida propia... tienes que estar impecable a cada momento, tener buenos modales y sobre todo, amar a la persona que tus padres escogieron para ti...

Otaru: Yo por eso mejor nací plebeyo...

Ambos rieron muy divertidos... Más tarde, volvieron al palacio...
Otaru (besando la mano de la princesa a la entrada del palacio): Buenas noches, princesa... que descanse...

Adelai (sonriendo): Hasta mañana... que descanses, Otaru...

Luego... en la habitación, mientras Otaru se encontraba recostado, tocaron a la puerta...

Otaru: Adelante...

Era un joven mayor que el chico, como de 24 años, traía varias insignias colgadas de su cuello...

Capitán: ¿Se puede saber donde has estado? ¿Y que demonios has estado haciendo estos últimos días?

Otaru (levantándose rápidamente): Ay... Capitán... lo siento... es que... la infanta Regina me encomendó a hacerme cargo de la prometida del rey...

Capitán: No por eso debes descuidar tus otras obligaciones, jovencito...

Otaru (murmurando): No me hables como lo hacía papá...

Capitán: Escuché eso, Otaru... Y me debes doble respeto por ser tu Capitán y hermano mayor a la vez...

Otaru: Odio cuando te pones en ese plan, Subaru...

Subaru: Sabes que no debes hablarme por mi nombre cuando estoy de guardia, el hecho que seamos familia no tiene nada que ver con que sea tu superior...

Otaru: Esta bien... mañana doblaré mi turno de ronda... pero es que la princesa no me deja en paz...

Subaru: Pues yo me haré cargo de ella...

Otaru(tratando de convencerlo): Oh... No la conoces, es tan caprichosa que te fastidiarías a los dos minutos...

Subaru (comprendiendo la situación): Oh... y tu eres el único que puede controlarla, supongo...

Otaru: No exactamente...

Subaru: Mira, Otaru... te digo esto no como tu superior, sino como tu hermano, no te metas en problemas con la realeza o lo pagarás muy caro... ¿entendiste?

Otaru: Sí...

Subaru (saliendo): Bien... te espero mañana temprano, después de que hagas tus rondas te puedes ir a “jugar” con la princesa...

Otaru (aventándole la almohada): Sí... ya lárgate...

Subaru (riendo): No te enojes, hermanito...

Otaru: Te recuerdo que tenemos UNA hermana más pequeña aún... así que no me digas así...

Luego, cuando se quedó solo, volvió a recostarse y a pensar en la princesa...

Otaru: Yo mismo me estoy haciendo daño... Adelai jamás estará conmigo... sólo... sólo soy su amigo... y si sigo con esto no solo me ganaré la antipatía de su majestad sino que además me meteré en líos con los superiores... Pero... si no estoy con ella es como si me faltara el aire...
Al día siguiente, después de desayunar, los jóvenes se reunieron en la biblioteca del palacio, ya que la princesa tenía que estudiar unas cosas a cerca de la cultura del reino, que eran distintas a las suyas...

Otaru (sentado al lado de ella): ¿Y es divertido?

Adelai (leyendo y sin mirarlo): ¿Qué?

Otaru: Que si es divertido leer...

Adelai: No mucho... pero debo hacerlo como deber real...

Otaru: Y... ¿cuándo es la boda?

Adelai: Tan pronto como llegue el rey comenzaremos los preparativos...

Otaru: Bien... me parece que ese día sí podré estar contigo... tal vez me toque alzar el sable cuando tu padre y tu entren a la ceremonia...

Adelai (dejando el libro y mirándolo): Eso estaría muy bien... me encantaría que estuvieses ahí en ese día tan importante para mí...

Otaru sonrió forzosamente, ver que el día en que Adelai se convertiría en la esposa del rey estaba cada vez más cerca lo llenaba de preocupación... él quería estar con ella... pero... ¿podría estarlo cuando fuese la nueva reina?

Otaru: ¿Y cuantos hijos planean tener?

Adelai: No lo sé... eso dependerá del rey...

Otaru: ¿por que le dices rey? ¿no sabes como se llama?

Adelai: Sí... sí lo sé... pero como aún no lo he tratado tengo que hablar así cuando me refiero a él...
Otaru: ¿Y crees que podamos seguir viéndonos después de la boda?

Adelai: No veo por que no... No tiene nada de malo que dos amigos se frecuenten... además... te estoy muy agradecida ya que tu me has mostrado el reino y he aprendido muchas cosas...

Otaru (volteando a otra parte): Sí, claro... dos amigos...

Adelai: Por cierto... quisiera conocer a tu hermano que está al servicio del rey

Otaru (la mira): Mi hermano Subaru es mi superior, en este momento está de guardia en las bóvedas del rey...

Adelai: Ahhh... es una lástima...

Otaru: Y dime... Adelai... ¿cómo te imaginas tu vida de casada?

Adelai: La verdad no me he puesto a pensar en eso...

Luego, cuando estuvieron caminando entre los pasillos hechos de arbustos de los jardínes...

Adelai: Dime Otaru... ¿Alguna vez te has enamorado?

Otaru (sonrojado): ¿Por que me preguntas eso?

Adelai: Simple curiosidad...

Otaru: Pues... sí... me he enamorado una vez... de hecho, lo estoy...

Adelai: ¿Ah si? ¿Y quién es la afortunada?

Otaru: Ahhh... No.. no puedo revelarlo... es un secreto...

Adelai: Ahh (guiñándole) esta bien... no tienes que decírmelo...

En eso comenzó a haber mucho movimiento... todos los sirvientes comenzaron a correr...

Adelai: ¿Qué está pasando?

Otaru: Eso quisiera saber... (deteniendo a uno de los sirvientes) ¿Qué es lo que sucede?

Sirviente (agitado): El rey... Su majestad... ¡YA REGRESÓ!

Adelai: ¿Qué?

Otaru: ...

El corazón del joven pareció detenerse... el hombre que habría de arrebatarle a la mujer de la cual se había enamorado había regresado para ocupar el lugar que le correspondía en el corazón de Adelai...















Capítulo 7
Adelai conoce a Esteban

Adelai (nerviosa): Ya... ya regresó...

Otaru: debo irme a recibirlo, tu debes ir a arreglarte para cuando lo conozcas...

Adelai (nerviosa): ¿Y si no le agrado?

Otaru: Créeme... él ya te adora...

Mientras la joven corría hacia sus habitaciones, el chico corría mientras pensaba

Otaru: Soy un idiota... la estoy entregando...

Mientras avanzaba, su mente se llenaba de imágenes de él y Adelai juntos, ya que a pesar del poco tiempo que habían convivido él ya se había enamorado profundamente de ella...

Otaru (pensando): Aunque ella diga que las cosas serán igual yo estoy seguro que no va a ser así... cuando ella se case no podré verla de la misma forma que ahora...

El joven llegó a la puerta del palacio y vio cómo la carroza del rey se aproximaba lentamente sintió como el corazón le latía con una rapidez que nunca había sentido...
Cuando la carroza se detuvo frente a las escaleras, unos pajes desenrollaron una alfombra y el resto del sirvientes se colocaron en posición para recibir al rey, repentinamente, salió la infanta Regina luciendo un recatado vestido negro, se veía mas molesta que de costumbre... Otaru bajó las escaleras y se quedó en el penúltimo escalón, otro paje abrió la portezuela de la carroza y el rey descendió

Esteban: Otaru... Que gusto me da verte de nuevo

Otaru (haciendo reverencia): Sea bienvenido, alteza...

Esteban (ansioso): ¿Cómo llegó mi prometida? ¿Está ella bien?

Otaru: Personalmente me hice cargo de satisfacer todas las necesidades de su majestad la princesa y me atrevo a decir que su estancia en el reino ha sido de su completo agrado

Esteban (contento): Me alegra escuchar eso... ¿dónde está ella?

Regina (aproximándose): Tan contento estas por esa mocosa que ya hasta se te olvidó que tienes una hermana... ¿no es así, Esteban?

Esteban: No digas eso... te eché de menos...

Otaru (pensando): Que amargosa se ha vuelto la infanta...

En eso, los sirvientes dejaron libre la entrada y salió Adelai lentamente, el rey se quedó boquiabierto de asombro y se dirigió hacia la joven, subiendo por las escaleras ante la mirada furiosa de Regina y la asombrada de Otaru al ver que la princesa se había puesto un vestido que le quedaba muy bien...

Esteban: Adelai... ¿eres tu?

La joven asintió con la cabeza e hizo una reverencia, Esteban también hizo una y le ofreció su mano, ella la tomó y se dispusieron a entrar juntos.
En cuanto estuvieron dentro, Otaru se tambaleó y comenzó a perder el equilibrio... otro de los guardias se apresuró a detenerlo antes de que cayera al suelo...

Soldado: Otaru... ¿qué te pasa? ¿te encuentras bien?
Otaru: No lo sé... me siento algo extraño...

Más tarde, en la celda del joven... el médico acaba de salir, Otaru se encuentra acostado en su cama, en eso entra el general...

Subaru: El médico no encontró nada malo en ti... ¿qué ocurre contigo?

Otaru (molesto): ¿Cómo quieres que lo sepa?

Subaru: De todos modos ordenó que guardaras reposo por hoy... ya mañana veremos que sucede...

Otaru: Esta bien... (se voltea y le da la espalda)

Subaru: ¿No será acaso un lío del corazón?

Otaru (molesto): No seas ridículo...

Subaru: Bien... yo tomaré tu lugar hoy... pero mañana deberás realizar tus actividades... El rey ha vuelto y no hay razón por la cual debas seguir detrás de la princesa...

En cuanto el hombre salió, el joven soldado cerró los ojos y no tardó en dormirse... Entretanto, en el palacio, Adelai y Esteban caminaban, tomados del brazo, por los jardines...

Esteban: Y dime, Adelai... ¿tu estancia ha sido placentera?

Adelai: Ha sido de mi completo agrado, mi señor...

Esteban: No tienes que llamarme “mi señor” llámame Esteban... después de todo, tu eres prácticamente mi esposa...

Adelai (sonriendo): Esta bien, Esteban...
Esteban: Hablemos de la boda... estaba pensando en invitar solo a los monarcas más generoso de la Tierra... Incluyendo a tu honorable familia...

Adelai: Esteban, si no te importa, preferiría que...

Esteban: Mañana mandaré llamar a las mejores modistas del reino para que comiencen a hacer tu vestido de novia...

Adelai: Esteban, yo...

Esteban: Yo luciré el traje imperial... tenía planeado que ese mismo día fueras coronada como reina...

La joven mejor decidió no decir nada...

Esteban: Pero antes de la boda tenemos que hacer la fiesta del compromiso oficial ante toda la realeza mundial... ¿qué te parecería un baile de máscaras? (la mira) Eres más hermosa de lo que recordaba...

Acto seguido la besó... ella se quedó inmóvil, como una estatua de piedra...

Esteban: ¿Pasa algo malo?

Adelai: Volviste a hacerlo...

Esteban (sonriendo): ¿Qué cosa?

La joven no dijo nada, sin embargo sus ojos se humedecieron rápidamente y salió corriendo...

Esteban (gritando): ¡¡¡¡ADELAI!!!!

La joven corrió hacia su aposento pero en vez de ver a Otaru, vigilando como siempre, vio que había otro guardia custodiando su puerta...
Adelai: ¿Dónde está Otaru?

Subaru: Él está en su celda, reposando, está algo indispuesto... pero yo soy su protector por el día de hoy...

Adelai: ¿Dónde está su celda?

Subaru: Lo siento, mi lady, pero la realeza no debe ingresar al área de servicio...

Adelai (furiosa): ¿Dónde está su celda?

Subaru: Mi lady, entienda, por favor...

Adelai (tomándolo por el cuello de la capa): No se quien diablos eres... pero si no quieres meterte en problemas será mejor que me digas donde está esa celda...

Subaru (algo nervioso): Mi lady, por favor, contrólese...

Adelai: No soy una persona razonable cuando estoy de mal humor así que por tu propio bien dime donde está...

Subaru: Está en el segundo sótano del palacio, la primera puerta a la derecha

Ella lo suelta y hecha a correr

Subaru: ¡Mi lady, regrese!

Adelai (alejándose): No digas nada de lo que pasó o te irá muy mal...

La princesa llegó rápidamente hacia la celda, no sin antes pasar por muchos empleados que la miraban confundidos y sorprendidos... En cuanto llegó... tocó la puerta... Otaru despertó
Otaru: ¿Quién es?

Adelai: Soy yo... abre por favor...

El joven se levantó rápidamente y abrió la puerta... en eso la joven se abalanzó sobre él, lo abrazó y comenzó a llorar...

Otaru (asustado): ¿Qué sucede?

Adelai: Lo hizo, Otaru... lo hizo de nuevo...

Otaru: ¿Quién?

Adelai: Esteban...




















Capítulo 8
Otaru es llamado por el rey

Otaru: ¿Qué hizo?

Adelai: Me besó...

Mientras la joven lloraba en el pecho de él, Otaru no podía evitar que el enojo creciera dentro de él...

Otaru (abrazándola): ya, tranquila...

Adelai (llorando furiosa) ¡¡lo hizo!!! Lo hizo de nuevo... colocó sus asquerosos labios en los míos

Otaru (sorprendido): ¿Qué dijiste?

Adelai: Lo odio, Otaru... Odio a Esteban desde aquella vez que me besó por primera vez...

Otaru (bajando la voz): No lo grites... ven, entremos...

Una vez que estuvieron dentro...

Adelai (sentada en la cama del joven): Desde aquel día lo he odiado con toda mi alma... pero debo obedecer a mi padre... si no me caso con Esteban entonces la guerra se desatará...

Otaru: ¿Por qué no me lo dijiste?

Adelai: Porque quise olvidar lo que sucedió... pero se atrevió a hacerlo otra vez...

Otaru: Ay, Adelai, ojalá pudiera ayudarte...
Adelai: Solo quédate a mi lado, Otaru... estoy sola en un lugar que no es mi hogar y en un reino extraño...

Otaru (tomándole la mano): Prometo quedarme a tu lado

Adelai (se levanta y abraza al joven): Gracias, Otaru, eres un gran amigo...

Otaru (pensando): Solo su amigo...

Adelai: No quiero casarme con Esteban, Otaru... es lo que menos deseo en la vida... pero estoy atrapada entre la espada y la pared

Otaru: Según la decisión que tomes yo te apoyaré...

Más tarde, la joven llegó a su habitación acompañada del joven, ahí estaba Subaru...

Subaru: Mi lady, el rey la ha estado buscando desesperadamente...

Adelai (molesta): ¿Pues a donde cree que me voy a ir?

Subaru mira a Otaru entre molesto y sorprendido, pero prefiere no opinar al respecto...
Luego... Otaru se encontraba en los establos reales haciendo parte de sus labores mientras Adelai tomaba un baño...

Ishakat: Otaru... el rey te ha mandado llamar

Otaru (cepillando a su caballo): ¿Ah sí? ¿Y ahora que hice?

Ishakat: Déjate de comentarios sarcásticos y ve con el rey...

En cuanto el joven entró al salón del trono

Otaru: ¿Me mandó llamar, señor?
Esteban (sentado en el trono): Sí, Otaru, acércate...

El joven se acerca y hace una reverencia

Esteban: Otaru... según tengo entendido, la princesa estuvo a tu cuidado durante mi ausencia...

Otaru: Así es, señor...

Esteban: Y... tengo entendido que tu y ella se volvieron... como decirlo... muy “amigos” ¿no es cierto?

Otaru (sudando frío): Sí, señor (pensando) Ay no...

Esteban: Otaru... estoy decepcionado...

Otaru (pensando): No salgo de esta…

Esteban: Estoy muy decepcionado de mi hermana...

Otaru (suspirando aliviado en voz baja): AH...

Esteban: Regina debió hacerse cargo de ella y no tu...

Otaru: Lo sé señor, sin embargo, tengo ilustrado que la princesa y la infanta no congeniaron...

Esteban: Ese no es problema, ya que, al casarme, Regina se irá a vivir a nuestro palacio de invierno...

Otaru (con cara de “esto no me agrada”): ¿Y eso... lo sabe la infanta?

Esteban: Claro que no... pero tendrá que hacerlo, además, ya se le está pasando el tiempo para casarse y tener familia... yo quiero vivir aquí, pero con la familia que Adelai y yo formaremos...

Otaru (pensando): Esa va a ser la peor estupidez que hagas, Esteban...

Esteban: Bueno... quería agradecerte tu cooperación para con la princesa... además quiero pedirte un favor, ya que tu y ella se han hecho excelentes amigos...

Otaru: Diga usted, majestad...

Esteban: Quisiera que me averiguaras que le agrada o le disgusta de mí y me lo hagas saber, no importa lo que sea, por ella soy capaz de todo...

Otaru (pensando): Yo también...

Más tarde, Otaru tocó a la puerta de la habitación de la princesa... le abrió la nodriza de ella...

Nodriza: La señorita aún no termina de asearse, en un momento estará con usted...

Otaru: Claro, esperaré...

Adelai (desde adentro): ¿Quién es, Nodriza?

Nodriza: Es el joven Otaru que ha venido a buscarla

En eso la joven entró a la habitación vistiendo una holgada túnica blanca, sus largos cabellos mojados caían sobre su espalda, Otaru no podía contenerse...

Adelai: Nodriza, por favor déjanos a solas...

La anciana hace una reverencia y sale...

Adelai: ¿Qué pasa, Otaru?
Otaru: Esteban me mandó llamar y me dijo...

El joven narró con detalle los eventos ocurridos anteriormente...

Adelai: Ese Esteban no se dará por vencido fácilmente ¿verdad?

Otaru: Esteban te adora, Adelai... pero tu has decido cerrarle tu corazón... sin embargo toma en cuenta que pronto te convertirás en su esposa y ya sabes a que me refiero...

Adelai: No me hagas imaginar eventos aterradores...

Otaru: Aparte, Esteban me comentó que la fiesta que anunciará su compromiso será dentro de dos días...

Adelai: ¿Irás tu?

Otaru: No lo creo... es probable que esté de guardia en la puerta, si tengo suerte...

Adelai: Lo bueno es que se trata de un baile de máscaras, así podré escapar e ir a platicar contigo...

Otaru (riendo): ¿No te parece muy arriesgado?

Adelai: Cualquier cosa antes que ese inepto vuelva a besarme

Otaru: Te recuerdo que “ese inepto” pronto será tu marido, no lo olvides...

Adelai: Ay... ya... te estas pareciendo a mi nodriza...

Los jóvenes rieron, pero la risa desapareció demasiado pronto...

Otaru: ¿Qué te sucede?
Adelai: No tardan en venir las mujeres que habrán de hacer mi vestido de novia

Otaru: Oh... supongo que te verás pre... (corrige rápidamente) muy bonita

Adelai (sarcástica): Me vería mejor con una soga atada al cuello y estar colgada de una de las ventanas...

Otaru (riendo): No digas esas cosas...

Adelai: Es la verdad...

En eso tocan a la puerta

Adelai: ¿Quién es?

Voz: Somos las modistas que le haremos su vestido de novia, princesa...

Adelai: Ay no... el día de mi muerte está cada vez más cerca...

Otaru: Mejor me voy... no quiero meternos en problemas...

El joven soldado salió de la habitación, iba triste y preocupado, ya que sabía que las cosas estaban por empeorar...











Capítulo 9
El baile de máscaras

Los dos días pasaron rápidamente y los sirvientes no se daban abasto con tanto trabajo, incluso los soldados la hacían de mozos... La infanta Regina, vistiendo un vestido largo negro, mira a través de la ventana de su alcoba...

Subaru: Ramalá, lleva esas copas a la cocina... Zac, tu lleva esas lechugas...

Todos están muy ocupados, inclusive Otaru que se encuentra supervisando las lavanderías...

Otaru: Sigan trabajando, la fiesta es esta noche y el rey quiere que todo quede perfecto...

Mientras camina ve un doblado pedazo de tela negra que fue dejado descuidadamente fuera de uno de los gabinetes, se acerca despistadamente, saca su daga y corta un pedazo...

Mientras, Adelai se está probando los nuevos vestidos que Esteban mandó hacer para ella...

Adelai (frente al espejo): Este blanco me parece ideal para la fiesta, solo necesito una corona de plumas de cisne y que me hagan un antifaz de color blanco...

Nodriza (a las doncellas): ya escucharon a la princesa... ¡Muévanse!

En cuanto las jóvenes salen...

Adelai: Odio que Esteban esté actuando de esta forma... hace que me sienta mal por detestarlo...
Nodriza: Mi niña, si usted supiera... Su madre también pasó por lo mismo que esta pasando usted...

Adelai: ¿Cuándo se casó con papá?

Nodriza: Claro... ella lo detestaba pero los años hicieron que se enamorara... ¿y como es que lo sé? Porque yo fui su doncella en ese tiempo...

Adelai la mira pero no dice nada...
Ya es de noche y las carrozas tiradas por caballos llegan a la entrada principal del castillo... Grandes reyes y príncipes de todos los reinos estaban reuniéndose, la fiesta se estaba llevando a cabo en el más grande salón de baile del castillo... Toda la realeza llevaba novedosas máscaras... Había mucha comida, los candiles alumbraban a la perfección y los músicos reales tocaban para que todos bailaran...

El ambiente era agradable, algunos conversaban y reían, otros bailaban y los monarcas de más edad preferían estar sentados mientras charlaban con otros monarcas... Adelai estaba bailando en turno con toda la realeza mientras Esteban hacía lo mismo, Regina estaba sentada al lado derecho del trono vistiendo totalmente de negro y con una máscara blanca que en conjunto daba escalofríos de tan solo verla... Entretanto, Otaru se encontraba en su celda, preparándose...

Rey (mientras baila con Adelai): Debe estar muy enamorada, mi lady... y la felicito, sus padres le escogieron por marido a un buen chico...

Adelai: Ahhh, gracias mi lord...

Esteban estaba vestido como rey, con capa y todo y traía una máscara que tenia la forma de la cara de un lobo...

En eso la música termina, todos aplauden e inicia una nueva

Voz: ¿Me permite esta pieza, mi lady?

Adelai (sin ver): Oh, discúlpeme es que yo...

En eso levanta la vista y ve a un joven vestido totalmente de negro, con un antifaz también negro que le sonríe... esa sonrisa le parece muy familiar

Adelai (susurrando): ¿Otaru?

El joven asiente con la cabeza, entonces ella sonríe y deja que él tome su hombro y su cintura y comienzan a bailar al compás de la bella música, mientras lo hacen, Otaru siente que no hay nadie más viéndolos, que se encuentran ellos solos bailando entre las nubes, Adelai le sonríe tiernamente; lentamente, el joven siente que están “regresando” y bailan más despacio, así hasta que por fin se detienen... Mientras todos aplauden, ellos solamente se miran sin decir nada... en eso el joven toma la mano de ella y la besa con respeto y ternura...

Otaru: Gracias por concederme este baile, princesa...

Adelai: El placer fue todo mío, Otaru...

El joven ya está por retirarse cuando ella lo tomó por el brazo...

Otaru: ¿Qué pasa?

Adelai: Quédate... por favor...

Otaru (sonriendo): No debería estar aquí ahora

Adelai: Ahora concédeme tu una pieza...

Otaru (sorprendido): ¿Cómo?

Adelai: Por favor... un baile más... no me estaba divirtiendo nada hasta que llegaste...

Otaru (sonriendo): Esta bien... solo uno más...

La música se volvió a escuchar y ambos comenzaron a bailar otra vez, sin percatarse que Regina los observaba...

Regina (pensando): Con que sí... ya veremos si mi hermano se casa después de que sepa que el soldado de MÁS CONFIANZA está conquistando a su prometida

Mientras los jóvenes seguían bailando...

Adelai: Lindo antifaz... ¿de donde lo sacaste?

Otaru: Ahh... pues uno que tiene las habilidades...

Adelai (riéndose): Por eso me caes tan bien...

La pieza acabó y en cuanto todos aplaudieron él se despidió de la joven

Otaru: Ya debo irme... espero que te sigas divirtiendo...

Adelai: Ahora que te vas, no lo creo...

Otaru besa la mano de la joven y desaparece entre los invitados... mientras Adelai se queda quieta...
Ya cuando Otaru entra a la cocina lo está esperando Ishakat con el uniforme en la mano

Ishakat (molesto): Dijiste que ibas a bailar UNA pieza...

Otaru: Lo siento...

Ya afuera, mientras el joven se cambiaba de ropa...

Ishakat: Espero que nadie te haya reconocido... o estaremos en graves problemas...

Otaru: Tranquilo... nadie me pudo reconocer...

Ishakat (exaltado): ¡¡¡¿Tranquilo?!!! ¡¡¡¿Tranquilo?!!! ¿Cómo puedo estarlo si tus idioteces nos pueden costar la vida?

Otaru: Pero no pasó nada grave, tómalo con calma...

Ishakat: Esta bien... me calmaré... pero debes regresar a tu puesto de vigilante en la puerta superior...

El joven se reincorpora a su puesto sin que nadie lo note... en eso, un hombre pide a la orquesta que se detenga...

Primer ministro: ¡Silencio! ¡Silencio! ¡Por favor! ¡Atención! ¡Su majestad, el rey Esteban quiere dar un anuncio para todos ustedes!

Todos se detuvieron...

Esteban: Honorables amigos aquí presentes... quise aprovechar esta oportunidad para hacerles saber que mi prometida, la princesa Adelai del reino de los Alcatraces y yo nos uniremos en matrimonio dentro de un mes y que nuestro compromiso ya es oficial a partir de hoy... (extendiendo su mano a la princesa) Acércate, querida...

Todos aplauden mientras la joven se acerca lentamente al rey, Otaru ve todo desde su puesto, su corazón comienza a latir más veloz que de costumbre...
El rey le da un beso en la mejilla a la joven, en eso...

Invitados (gritando): ¡¡¡¡¡¡Larga vida al rey Esteban y a su esposa!!!!!!!... ¡¡¡¡¡¡Larga vida al rey Esteban y a su esposa!!!!!

Los ojos del joven soldado se llenan de lágrimas rápidamente, sin embargo, para ocultarlas, se tapa la cara y sale corriendo velozmente hacia los jardines... corre tan rápido que los sirvientes no pueden identificar de quién se trata... llega hasta una escultura hecha con arbustos y le clava la daga en el “pecho”, acto seguido cae lentamente de rodillas y comienza a quejarse, como si quisiera llorar pero no pudiese...

























Capítulo 10
La fiesta de los soldados

Otaru: No puedo... no puedo renunciar a ella... La amo... (levanta la cabeza) ¡¡¡¡LA AMO!!!!!!!

Los sentimientos en Otaru ya eran incontrolables, y el chico tendría que tomar medidas drásticas pronto...

Al día siguiente...

Adelai (sorprendida): ¿Me estas invitando a una fiesta?

Otaru: Sí, es una pequeña celebración en los jardines posteriores del palacio, para los soldados y sirvientes, es la manera en como el rey nos recompensará por todo el trabajo que nos espera...

Adelai: Será divertido... solo que hay un problema... ¿qué pasará si alguien me reconoce?.. (hace una pausa) No lo digo por mí... pero tu podrías tener dificultades...

Otaru: Créeme que ya lo tengo resuelto... la fiesta es en la noche y habrá solamente la luz de la fogata... si te cubres con una manta negra nadie pensará que eres tu, eso, además de usar un vestido mas discreto...

Adelai (sonriendo): Se lo que quieres decir... Esta bien...

Otaru: ¡Bien! Búscame esta noche, cerca de la fuente central del palacio, ahí te veré...

Luego...

Adelai: Nodriza...

Nodriza: Dime, mi niña...
Adelai: Necesito que una de las doncellas me preste un vestido y una manta negra...

Nodriza (confundida): ¡Niña! ¿Qué va a hacer?

Adelai (sonriendo): Una pequeña travesura...

Esa noche, Otaru esperaba en la fuente, volteando a todas partes para cerciorarse que nadie más estuviera ahí... La luna se reflejaba sobre el agua cristalina y se sentía la agradable brisa del viento... En eso, llegó una joven vestida de manera sencilla...

Otaru (amenazador): ¿Quién eres?

Adelai (asustada): Soy yo... Adelai

Otaru (apenado): Lo siento, no te reconocí

Ambos se dirigieron hacia la parte posterior del palacio, donde la celebración ya estaba iniciando, algunos soldados estaban conversando cerca de la enorme fogata, algunos sirvientes se turnaban para vigilar que la comida no se quemara, otros servían bebidas e incluso varios soldados habían improvisado una pequeña orquesta...

Adelai: Que bonito... que linda fiesta, tan simple...

Otaru: Así es como nos divertimos alguna vez al mes los esclavos de Esteban...

Adelai (riendo): Ja, ja, ja...

En eso...

Ishakat: Hola Otaru...

Otaru (nervioso): Hola Ishakat...

Ishakat: ¿Quién es tu amiga? Ah... ya se... es Angela...

Adelai (molesta): ¿Angela?

Otaru (más nervioso): No... ¿cómo se te ocurre? Es una conocida que invite a la fiesta...

Ishakat: Ahhh... creí que ya te habías olvidado de A...
Otaru (dándole un golpe en el estomago): ¡¿Como crees?!

El joven se retira respirando con dificultad...

Otaru volteo tímidamente con la princesa, esta se veía molesta...

Adelai: ¿Angela?

Otaru: Ay... no te enojes... puedo explicarlo...

Adelai: ¿Quién demonios es Angela?

Otaru: Angela es... mi hermana...

Adelai (apenada): ¿Qué?

Otaru: Te lo juro por mi vida... Así se llama mi hermana...

Luego del malentendido, los jóvenes se dirigieron hacia la mesa donde todos tomaban la comida que querían, luego se fueron a sentar cerca de la fogata...

Adelai (viendo a Otaru comer): ¿Comes con las manos?

Otaru (comiendo): Aquí no tenemos cubiertos... tampoco modales
Adelai (haciendo una mueca): ¿Qué?

Otaru: Déjame conseguirte unos cubiertos...

Adelai: No... si lo haces todos se darán cuenta... (toma la pierna de pollo con la mano, toma aliento y le da una voraz mordida)

Otaru: ...

Adelai: debo admitirlo, comer así... es delicioso...

En eso...

Mujer: ¡Vamos Otaru..! ¡Toca para nosotros!!

Muchacho: Sí, Otaru...

Todos: ¡QUE TOQUE!... ¡QUE TOQUE!

Adelai: ¿Tocar? ¿Tocar que?

Otaru se levantó lentamente y sonriendo...

Adelai: ¿Otaru?

En eso el joven sacó de entre su cinturón una pequeña flauta...

Otaru (viendo a la joven): Ahora verás... (a la “orquesta”) ¡Musica!

El resto de los soldados comenzó a tocar una música muy rítmica Otaru se colocó al frente de la fogata y comenzó a tocar la flauta con buena gracia mientras el resto tocaba con los improvisados instrumentos, excepto por uno de ellos que era parecido a una guitarra. Mientras el joven tocaba todos los demás comenzaron a bailar mientras Adelai lo miraba asombrada... En cuanto acabó la canción, todos aplaudieron mientras el joven regresaba al lado de la princesa...

Adelai (sorprendida): No sabía que tocabas la flauta...

Otaru: Me enseñaron cuando entre aquí... Para el rey además de soldados somos su orquesta de emergencia...

Adelai: ¿Te gusta mucho?...

Otaru: Pues...

En eso comenzó otra canción igual de alegre que la anterior, solo que esta vez otro de los soldados era el que tocaba la flauta...

Otaru: Esa me gusta mucho... ¿Bailamos?

Adelai (apenada): Yo... pues... sí
















Capítulo 11
Los kasays

El joven la tomó de las manos y comenzaron a dar vueltas al ritmo de la música, el baile no consistía en estar pegados uno al otro sino solo estar unidos con la mano derecha a la altura dela cabeza y dar cuantas vueltas fueran necesarias...

En cuanto la música terminó, la joven cayó al suelo...

Otaru (asustado): ¿Estás bien?

Pero Adelai no dejaba de reírse... Otaru la levantó... Más tarde regresaban hacia el palacio por uno de los jardínes...

Otaru: Fue una suerte que nadie te descubriera... es la ventaja de estas fiestas... todos se ponen ebrios a la segunda hora...

Adelai: Ja, ja, ja...

En eso, se escuchó un ruido...

Otaru (susurrando): ¡Sh! Silencio!

Adelai (susurrando): ¿Qué es eso? ¿Alguien nos descubrió?

Otaru (susurrando): No... (mira al cielo) Ven...

La toma de la mano y se esconden entre los arbustos

Adelai: ¿Qué pasa?

Otaru: Mira... son los kasays...

Adelai: ¿Que?
La joven mira al cielo y ve como dos “personas”, envueltos en vapor de colores, revolotean por el cielo...

Adelai (susurrando): ¿Qué es eso?

Otaru: Los kasays son espíritus que habitan entre nosotros, nadie puede verlos... ellos se encargan de que haya abundancia en nuestro mundo... a diferencia de otros seres, los kasays si poseen sexo, hay hombres y mujeres...

Adelai: ¿Y que están haciendo? ¿por qué podemos verlos?

Otaru: Cuenta la leyenda que cada mil años dos de ellos se unen para formar otro kasay, es solo una noche cuando hay luna llena... Mira...

El kasay hembra tenía el cuerpo cubierto con vapor que iba de amarillo a rojo, su piel era blanca, tenía manos, torso, pechos, cara y cabello largo, pero sus pies no se veían, el kasay macho tenía el vapor de azul a morado, su piel también era blanca y tenía el pecho descubierto, al igual que la kasay hembra... El macho comenzó a revolotear alrededor de ella, en eso ella estira sus manos y se abrazan, acto seguido se dan un beso e instantáneamente los vapores de ambos se unen formando un solo vapor como el arcoirirs...

Otaru y Adelai miran asombrados, pero muy contentos, aquel suceso...

Adelai (susurrando sin dejar de ver): Que hermoso...

Otaru (susurrando): Es cierto...

En eso, los kasays dejan de besarse, se separan lentamente, el vapor que ellos formaron desaparece y cada uno se aleja en dirección opuesta, despareciendo instantes después...

Adelai: Que bello espectáculo... ¿No crees, Otaru?
En eso, Otaru palideció...

Adelai (asustada): ¿Qué pasa?

Otaru (sin mirarla): Acabo de recordar algo terrible

Adelai: ¿Qué? ¿Qué es?

Otaru: Nadie puede ver a los kasays pero cualquiera que por casualidad los vea apareándose... esta condenado a vivir alejado del ser que ama por el resto de su vida...

Adelai: ¡Vamos! ¿Tu no crees eso? ¿O sí?

Otaru (volteando a verla): La verdad no...

Adelai: No tienes de que preocuparte entonces... estoy segura que la persona que amas va a vivir contigo el resto de tu vida...

Otaru (suspirando): Ojalá que sí (pensando: No lo creo)

Más tarde, el joven ayudó a que la princesa entrara a su habitación sin ser vista...

Adelai: Gracias, Otaru... me divertí mucho esta noche...

Otaru: Al contrario, que bueno que la pasaste bien...

En cuanto la joven entró a su alcoba, Otaru corrió hacia su celda...

Pasaron dos días y Otaru estaba muy inquieto, se dirigió hacia la habitación de Adelai y tocó a la puerta

Voz: Adelante

El joven abrió la puerta y lo que vio lo dejó mudo de asombro, frente a él estaba Adelai vestida de novia con cinco modistas arreglándole los detalles del vestido... se veía preciosa...

Otaru (titubeando): Guau... se ves... se ve muy... muy bien...

Adelai (a las modistas): Descansen un momento, por favor...

En cuanto las mujeres salieron, la joven se levantó el velo de la cara y se acercó al joven...

Adelai: Este es mi atuendo mortal... ¿lo sabías?

Otaru: No... no exageres... te queda muy bien...

El vestido de la joven era amplio, con una enorme cola y velo...

Adelai: Desearía no tener que vestirme así... pero no puedo hacer nada al respecto... es mi destino...

Otaru: Hablas como si no quisieras vivir

Adelai: Otaru... es la verdad... quisiera morirme para no tener que cumplir con estas obligaciones... mi familia no pudo venir a la fiesta debido a los múltiples compromisos de mi padre... así que Esteban me ha dicho que iremos por ellos para que nos acompañen en la ceremonia... pero como él no quiere que me fatigue, a planeado que vayamos en barco...

Otaru: ¿A tu reino? ¿En barco?

Adelai: Lo que quiere es ganar tiempo para que estemos aquí un día antes de la boda...

Otaru: Eso es... terrible...
Adelai: Nos iremos dentro de cuatro días... ¿podrías venir con nosotros?

Otaru: Claro que me encantaría...

En eso tocan la puerta, el joven abre

Paje: Señor... el rey desea verlo de inmediato, dice que es urgente...

Otaru: Sí, ya voy... (a la joven:) ¿Me disculpa?

Adelai: Sí, claro...

En cuanto el joven entra al salón del trono, ve que el rey se ve molesto, Regina esta de pie a la derecha y Subaru a la izquierda, su cara refleja tristeza...

Esteban: Otaru... creo que ya sabes por qué estas aquí...

Otaru (sorprendido): No, señor...

Esteban: Me llegaron rumores de lo que hiciste con mi prometida durante mi ausencia... ¿es eso cierto?

Otaru: No sé a que se refiere, señor...

Esteban: Tu bien lo sabes... y en castigo te ordeno que no vuelvas a acercarte a Adelai, ni ahora ni nunca...









Capítulo 12
Separados

El corazón de Otaru pareció dejar de latir en ese momento, Adelai era su vida y separarlo de ella sólo significaría la muerte...

Esteban: No quiero que confundas los sentimientos de mi futura, ella solo debe amar al hombre con el cual ha sido destinada a casarse...

Otaru: Majestad, debe haber un error...

Regina (interrumpiéndolo): Otaru... ¿puedo hablar contigo afuera?

Cuando ambos salieron...

Regina: Yo se muy bien que te gusta la prometida de mi hermano... y tu sabes que eso significa traición en nuestro reino y el castigo es la muerte... Así que lo mejor será que te separes de ella porque esta fuera de tu alcance...

Otaru(confundido): No lo entiendo... usted odia a la princesa... ¿por qué actúa así entonces?

Regina: Eso no te incumbe

Otaru: Infanta, no me haga esto... (se arrodilla) no permita que el rey me separe de ella... es mi mejor amiga

Regina: No mientas, tu no la ves como a una a amiga, la ves como a una mujer...

Otaru: ...

Regina: Ya estás advertido... si no quieres perder tu puesto y tu cabeza, será mejor que te alejes...

La infanta da la media vuelta y entra al salón del trono, el soldado se queda de pie, triste y confundido... En eso, sale Subaru

Sunaru: Otaru... No quiero hacerte esto, pero es una orden real...

Otaru (asustado): ¿Qué me vas a hacer?

Subaru: Enviarte al calabozo por seis días a pan y agua...

Otaru(desesperado): ¡No! No me puedes hacer esto, hermano, Adelai se va en cuatro días y volverá hasta dentro de cuatro semanas...

Subaru: Lo siento mucho... debes ir ahora...

Otaru: ¡No! ¡Espera!

Subaru (a los que estaban cuidando la puerta): Guardias... llévenselo al calabozo

Guardia: Sí, señor...

Los hombres toman a Otaru, este intenta forcejear pero es inútil, ellos son más grandes y fuertes que él...

Otaru: ¡¡¡Nooo!!! ¡¡¡Déjame despedirme de ella!!! ¡¡¡Adelai tiene que saberlo!!!

Más tarde, Adelai se encontraba sentada leyendo en la biblioteca, cuando en eso llega Ishakat...

Ishakat: Alteza...

Adelai (dejando el libro): Ishakat... ¿qué sucede?

Ishakat: A Otaru le han prohibido acercarse a usted, además lo han enviado al calabozo por tiempo indefinido... pero aquí traigo una carta...

Adelai: Damela...

El joven se la entrega y se aleja rápidamente... Adelai está a punto de abrirla cuando en eso se la arrebata Regina

Regina: Mocosa idiota... ¿crees que no me he dado cuenta de tus sentimientos?

Adelai: Regrésame eso... ¡Me pertenece!

Regina: Por supuesto que no... (rompe la carta)

Adelai (asustada): ¡¡NOOOOO!!!

Regina: Tu bien sabes que la guerra comenzará si no te casas con Esteban... y TODO tu reino perecerá a causa de tu capricho...

Adelai (enojada): Vieja bruja...

Regina (molesta): Eres una insolente... pero en ti está... Tu pueblo morirá o vivirá dependiendo de lo que decidas... (está a punto de alejarse) Ahhh... por cierto... eso que dijiste... es una verdad a medias... ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja...

La infanta se aleja y deja a la joven asustada y confundida...

Adelai (con los ojos llorosos): Otaru...

Luego, mientras se encuentran tomando el té...

Esteban: Querida... no has probado el té que te preparó mi hermana

Adelai (molesta): No tengo sed...

Regina: Uy... qué carácter, cuñadita...

Adelai (sin mirarla): Cállate...

Esteban: Ya... no pelen... Adelai... estaba pensando... ¿por qué no nos vamos mañana a tu reino?

Adelai: ¿Qué?

Regina (sarcástica): Sí... así podrías ver a tu reino por última vez...

Adelai: Pero creí que nos iríamos dentro cuatro días...

Esteban: Regina me convenció de adelantar todo... ya sabes... cuanto antes mejor...

Adelai (tratando de evitarlo): No sé si mis padres nos puedan recibir... digo... con tantos compromisos

Regina (hipócritamente): No te apures, cuñadita... ya envié una carta hace días avisándoles que vamos para allá... y están encantados por verte...

La princesa le arrojó a la infanta unas miradas que parecían pedradas...

Las cosas van de mal en peor y las salidas se acaban para Adelai... ¿qué podrá hacer ahora que su protector, consejero y mejor amigo estaba en prisión?




Capítulo 13
El viaje al reino de los Alcatraces

Al día siguiente... en la puerta principal, llegó un campesino con un paquete...

Campesino: Traigo esto para la Infanta Regina...

Subaru: ¿Qué es?

Campesino: Flores exóticas deshidratadas... las pidió hace poco

Subaru: Yo se las llevaré...

El General se dirigió hacia las habitaciones de la Infanta, vio que la puerta estaba abierta y se disponía a tocar cuando...

Regina: Esta es la perfecta oportunidad... cuando mi amo tome a esa mocosa como sacrificio me dará el poder suficiente para hacer lo que yo quiera, inclusive controlar el dolor de mi hermano... El imbecil de Otaru no estará allí para salvarla...

Subaru se asustó con lo que escuchó y salió corriendo a los calabozos... Otaru estaba sentado con la espalda en la pared, estaba bañado en lágrimas, cuando repentinamente abrieron la puerta...

Subaru (agitado): ¡¡¡¡Otaru... levántate...!!!!!!

Otaru (confundido): ¿Qué pasa?

El hombre le contó todo lo que había escuchado

Otaru: Tenemos que hacer algo...

Subaru: El barco zarpará dentro de unas horas...

Otaru: Si Regina o Esteban me ven de seguro me mandarán matar... ¿qué haré?

Subaru: Tengo una idea... escóndete entre las provisiones...

Otaru: Tendré que viajar como polizón

Subaru: Es la única forma...

Más tarde, Regina aborda el barco mientras es seguida por Esteban que lleva del brazo a Adelai, ella se ve triste y cabizbaja...

Esteban (preocupado): ¿Sucede algo malo, amor mío?

Adelai (enojada sin mirarlo): Sí, dos cosas... Número 1... ¿por qué encerraste a mi amigo sin que me pudiese despedir de él?... y número dos... No me llames “amor mío”...

Esteban: Tu amigo esta bien, solo que esta un poco confundido, pero no te preocupes, al volver él ya estará en libertad...

La joven miró al rey y lo soltó

Esteban: ¿Y ahora que te pasa?

Adelai: ¿Quieres saberlo en realidad?

Esteban: Soy tu futuro marido, tengo derecho a saberlo...

Adelai (molesta): Que futuro ni que nada... ¿sabes una cosa, Esteban?

Esteban: ¿Qué?

Adelai: Te detesto...

Esteban (fingiendo no haber escuchado): ¿Qué dijiste?

Adelai: Te he odiado desde que tenía 13 años y si acepté casarme contigo fue para que tu reino y el mío no tengan guerra... pero por mí te puedes ir al infierno...

Esteban (sonriendo) : Ahhh... querida Adelai... siempre supe tus sentimientos hacia mí

Adelai (sorprendida): ¿Qué? ¿Lo sabías?

Esteban: La verdad me tienen sin el menor cuidado... Regina tenía razón... así que esta noche mi ejército se dirigirá a tu reino, por si cambias de opinión...

Adelai: ¡No puedes hacer eso! ¡Mi reino no cuenta con lo necesario para una guerra!

Esteban: Pero por supuesto que no habrá guerra... porque vamos a casarnos...

Adelai: ...

Esteban (acariciándole la mejilla): Querida... no hay otra opción...

A la joven comenzaron a salírsele las lágrimas de tristeza y angustia...

Esteban: Ay, “amor mío” no hay porque llorar... todo estará bien... al casarnos los problemas entre nuestros reinos se acabarán...

Adelai (pensando): Otaru...

Mientras tanto, el joven se había escondido secretamente con las cajas de los víveres...

Otaru (pensando): No temas, Adelai... juré protegerte con mi propia vida y eso haré

En cuanto todo estuvo listo...

Voz: ¡¡¡ELEVEN ANCLA!!! ¡HICEN LAS VELAS!

El barco comenzó a moverse... Regina y Esteban estaban mirando el paisaje marino mientras la princesa se encontraba sentada en la cama de su aposento...

Regina: Esteban... estaba pensando... ahora que tu te vas a casar, me gustaría pedirte una cosa...

Esteban: Dime, hermana...

Regina: Quiero que el primer hijo que tengan sea para mí

Esteban: ¿Qué? ¿Por qué me pides eso?

Regina: Hermano... tu bien sabes que solo deseo tu felicidad... ya sabes que el primogenitito esta destinado a ser heredero al trono y que mejor que yo para criarlo y educarlo...

Esteban: Eres muy considerada de tu parte, hermana...

Regina: Solo lo hago porque te quiero, hermano...

Mientras tanto, Adelai estaba en su camarote llorando su desgracia, cuando tocaron a la puerta...

Adelai (molesta): ¿QUÉ QUIERES? NO QUIERO VER A NADIE
Siguieron tocando, pero esta vez más rápido, la joven se levantó molesta y abrió la puerta

Adelai: ¿QUÉ DEMO...?

En eso enmudeció, Otaru estaba frente a ella

Adelai (con los ojos llenos de lágrimas): Otaru...

Ambos se abrazaron y rápidamente entraron al camarote...

Adelai: Creí que no volvería a verte

Otaru: No hay tiempo para eso... Adelai... estas en grave peligro...

Adelai: ¿Qué dices?

Otaru: Hay algo que no sabes... de hecho... nadie lo sabe... excepto yo...

Adelai: ¿Que es? ¡habla, por Dios!















Capítulo 14
La identidad de Regina es revelada

Otaru: Desde que entré al servicio del rey pude convivir mucho tiempo con Regina y Esteban... pronto me gané su confianza y me convertí el guardián de la infanta...

(Flash back)

Otaru, de doce años, se encuentra de pie a un lado de la puerta de las habitaciones de la infanta...

Otaru (pensando): Que aburrido estoy

En eso se escucha una gran explosión dentro del cuarto, el pequeño abre la puerta y entra corriendo, lo que ve lo deja estupefacto...
Frente al pequeño Otaru se encontraba Regina, en el suelo, vistiendo una túnica negra con capucha, delante de un enorme caldero negro que humeaba... Al ver que la joven, de entonces 23 años, comenzaba a levantarse, él se escondió tras la cortina que ocultaba la puerta, cuando Regina alzó el rostro no pudo ver que él estaba ahí, pero Otaru si vio la cara de ella...

Otaru (asustado y pensando): ¡Dios mío!

La cara de ella estaba totalmente desfigurada, en eso, Regina se puso de pie, alzó los brazos y lanzó un conjuro, repentinamente una sustancia verde, pegajosa, salió del caldero y le cubrió la cara, en cuestión de segundos su rostro volvió a la normalidad...

(Volvemos a la época actual)

Adelai: Entonces...

Otaru: Sí, Regina es una bruja... y da la casualidad que sus padres fallecieron ese mismo año...

Adelai: Quieres decir que...

Otaru: No hay otra respuesta... ella los mató...

Adelai: ¿Por qué dices eso?

Otaru: ¿Te parece normal que un rey sano y fuerte comience a deteriorarse y muera hecho un anciano? ¿O que la reina, una mujer muy inteligente, centrada y audaz, se suicide sólo por que su marido murió?

Adelai: La verdad, No tiene sentido...

Otaru: Yo se que no... y algo planea en tu contra... Mi hermano me lo dijo...

Mientras, Esteban platicaba con la nodriza de Adelai en la proa del barco...

Nodriza: Mi lord, me parece algo apresurado este viaje... cuando volvamos será la ceremonia...

Esteban: Eso no importa... mi reino me exige otro heredero al trono...

Nodriza: ¿Piensan tener hijos tan pronto?

Esteban: Claro que sí...

Entretanto, Adelai y Otaru se encontraban en la habitación de ella
Adelai: ¿Dónde estarás? No puedes salir... tendrás que quedarte aquí
Otaru: Pero... (nervioso) pero tu nodriza podría darse cuenta, si Esteban o su hermana se enteran que estoy aquí estaré frito...

Adelai (dirigiéndose a un armario): Mira (lo abre) podrás estar aquí sin ningún problema... no te preocupes por la cena

Otaru: Eso no es lo que me preocupa...

Adelai: ¿Que quieres decir?

Otaru (mirándola): Adelai... yo...

En eso tocaron a la puerta...

Adelai (asustada): ¡¡¡ESCONDETE!!!!

El joven se escondió en el armario...

Adelai: ¿Quién es?

Nodriza: Soy yo, mi señora... abra la puerta por favor...

Adelai: Nodriza... quiero estar sola, si no te molesta...

Esa noche...

Adelai: Otaru... tengo que cambiarme...

Otaru (colorado): No te preocupes, yo cerraré los ojos y me voltearé a la pared...

Mientras la joven se cambiaba, Otaru abrió un poco los ojos y distinguió la sombra desnuda de la joven... en eso volvió a cerrarlos rápidamente...

En cuanto ella se recostó...

Adelai: ¿Vas a quedarte despierto toda la noche?

Otaru: Un rato... no te preocupes, mientras yo este aquí... te protegeré... no por nada soy un soldado...

Adelai (sonriendo): Eres un estuche de monerías... Sabes tocar la flauta, domar caballos, pelear, usar la daga... hábil para el disfraz... ¿hay algo que mas que hagas y que yo ignore?

Otaru (sonriendo): No es por fanfarronear pero... se cocinar también, se tirar del arco... limpiar establos y soy tan fuerte que puedo cargar un barril de agua...

Adelai (_): ¿Un barril de agua?

Otaru (sonriendo de manera estúpida): Sí, uno pequeño...

Adelai (recostándose): Tengo mucho sueño... hasta mañana...

Otaru: Sí, que descanses...

En cuanto la joven se durmió, Otaru no dejaba de verla, habría dado su alma con tal de besar los labios de la princesa...











Capítulo 15
Los padres de Adelai

Al día siguiente el barco llegó al Reino de los Alcatraces, la noticia que el rey Esteban había llegado a la ciudad corrió como pólvora y pronto estaba la guardia real esperándolos en el muelle... Ahí estaban también los padres de la princesa... los reyes Masahiro y Adoka...

Masahiro (a su esposa): No entiendo por qué el ejército de Esteban esta rodeando el reino...

Adoka: Yo tampoco, querido... Solo espero que podamos evitar la guerra...

Masahiro: Es algo que he temido por mucho tiempo, desde que me casé contigo, esposa...

Adoka: Yo lo se... y si los hijos de Kitaro son igual de hostiles que él, entonces estamos perdidos...

Masahiro: Fue una suerte que al muchacho le agradara Adelai

En eso el barco se detuvo por completo y los sirvientes colocaron la tabla para que los tripulantes bajaran, entretanto,

Adelai: Hemos llegado a mi hogar... Mañana mismo zarparemos... toma... te dejaré comida para un día... por favor... no hagas tonterías...

Otaru: Esta bien...

En cuanto la joven salió, el muchacho se asomó por una de las ventanas y vio a los reyes, de pie, en el muelle... El hombre era robusto, de estatura pequeña, era barbón pero no tenía bigote, la reina era parecida a Adelai, pero se veía de más edad...

Más tarde, en el comedor real...

Masahiro: Es un honor tenerlo aquí, rey Esteban...

Adoka: Sí... ya lo sentimos como un miembro más de esta familia...

Esteban: Gracias

Masahiro: Y usted siempre tan hermosa, Infanta Regina

Regina: Muchas gracias...

Adelai estaba muy nerviosa, pero no por lo que estaban hablando sus padres sino por no saber que estaba pasando con Otaru...
Mientras, el joven se las había ingeniado para salir y platicar con uno de los marineros haciéndose pasar por lo que era, un soldado del rey... pero del rey Masahiro...

Marinero: La verdad pobre del rey Masahiro

Otaru: ¿Por qué lo dice?

Marinero: Al parecer el reino de Nikana lo tiene amenazado, yo creo que el rey Esteban esta mal de la cabeza, quiere presionarlos para que ellos le den en matrimonio a la pobre princesa Adelai...

Otaru: ¿Por qué dice eso, señor?

Marinero: ¿No le han llegado los rumores al palacio, amigo?

Otaru (improvisando): La verdad ando tan ocupado que nunca les he puesto atención
Marinero: Al parecer, el rey anterior de Nikana quería a la reina Adoka a como diera lugar... pero ella ya había sido prometida a Masahiro, bueno, eso es lo que nos han hecho creer...

Otaru: ¿A que se refiere?

Marinero: La reina se entregó a Masahiro antes de la boda y se casó embarazada... pero Kitaro se enfureció y mató al hijo de ambos...

Otaru (sorprendido): Entonces...

Marinero: Sí... mató al HIJO VARÓN de los reyes...

Otaru: y por eso el rey se sintió intimidado...

Marinero: Cuentan por ahí que Kitaro no quería a la princesa Margarita porque no se parecía a la reina, sino a la princesa Adelai... Inclusive se dice también que llegó a amenazar a Masahiro con una guerra si no le entregaba a su hija antes de cumplir la mayoría de edad.

Otaru: Ahora entiendo... para evitar la guerra, el rey aceptó...

Al día siguiente, todos subieron al barco, excepto los reyes, quienes dijeron que preferían ir en su propio barco para esperar a la princesa Margarita y su esposo...

Masahiro: Me va a perdonar, Esteban, pero se nos acaba de informar que nuestra hija mayor viene en camino para asistir a la boda y ya que la ruta más corta para ir es a través de nuestro reino, nos dijo que llegará esta noche y zarparemos mañana al amanecer...

Esteban: Me parece bien...

Y así, el barco de Esteban zarpó con él, Regina, Otaru y Adelai...
Luego, Adelai se dirigió hacia su camarote y encontró a Otaru en el armario

Otaru: Adelai...

Adelai: ¿Qué sucede, Otaru?

Otaru: Tengo algo que decirte...

Adelai cubrió la ventana con un trozo de tela negra...

Adelai: Es para que nadie te vea...

Otaru (tomando la mano de la joven): Hay algo muy delicado de por medio... Adelai... ¿recuerdas a tu hermano?

Adelai: No... murió cuando yo era muy pequeña...

Otaru: Mira, te lo diré así... Kitaro, el padre de Esteban, quería a tu madre... pero ella prefirió a tu papá...

Adelai: Pero mi nodriza me dijo que ella no lo quería al principio

Otaru: Pues te mintió... tu mamá amó a tu padre e hizo lo imposible con tal de no casarse con Kitaro... se entregó al rey Masahiro y de ahí fue concebido tu hermano... pero el rey de Nikana se enfureció por esto y por eso lo mató... porque gracias a él no pudo lograr su propósito...

Adelai (sorprendida): ¿Qué? ¿El padre de ese idiota mató a mi hermano?

Otaru: Y por eso presionó a tu padre para que te casara con su hijo... ¿entiendes?
Adelai (comenzando a llorar): Ese desgraciado mató a mi hermano... Y ahora chantajea a mi padre con la estúpida guerra...

La joven se recargó en el pecho de él... en eso, sintió que el corazón del chico latía aceleradamente...

Adelai: ¿qué tienes, Otaru? ¿por qué late así tu corazón?

Otaru: Es algo complicado...

Adelai (dejando de llorar): ¿Qué es, Otaru?
























Capítulo 16
La confesión

Otaru: Desde hace días no he podido dormir bien, mi mente esta donde mi cuerpo no, porque solo pienso en ella...

Adelai: ¿En quién?

Otaru: En el amor de mi vida, en aquella mujer por la cual mi corazón llora, aquella por la cual daría la vida si me lo pidiera...

Adelai: ¿Quién es ella?

Otaru: Eres tu... Adelai...

Adelai se sorprendió mucho, su tristeza se convirtió en asombro... En eso se levanta repentinamente...

Adelai: ¿Por qué no me lo dijiste antes?

Otaru: Porque se que tienes que casarte con Esteban y porque tenía miedo que me fueras a rechazar... (se levanta y le toma la cara) me enamoré de ti desde aquel instante en que llegaste al palacio... No podía creer lo que mis ojos veían... la mujer más hermosa del mundo estaba ahí... y me estaba saludando...

Adelai (quitándole las manos): No sigas, por favor...

Otaru: Solo escúchame, esto me esta matando por dentro, tenía que decírtelo y morir en el intento que quedarme callado toda la vida...

Adelai (se voltea): No... Otaru...

Otaru: Ahora que lo sabes, ya no me importa nada... puedo morir feliz... solo deseaba que lo supieras, ya que tu solo me ves como tu mejor amigo...

Adelai: Eso no es verdad...

Otaru(sorprendido): ¿Qué dices?

Adelai (volteándose lentamente): Por que eso que sientes por mí... Yo también lo siento por ti...

Otaru: Adelai...

Adelai: Yo también daría mi vida si así me lo pidieras... Cuando llegué al palacio lamenté que tu no fueras el rey porque de ser así me habría casado contigo gustosamente...

Otaru (abrazándola): Adelai... Te amo...

Adelai: y yo también te amo a ti, Otaru...

Hubo una pausa...

Adelai: Pero no puedo ser tuya porque debo casarme con Esteban

Otaru: No lo hagas... no te cases...

Adelai: Otaru... no puedo... mi reino perecería en esa guerra... es un pueblo pacífico y no cuenta con las armas que cuenta el reino Nikana... tu lo sabes bien... tengo que hacerlo, Otaru... No tengo otra alternativa

Otaru: Tu madre si pudo...

Adelai: Mamá es una mujer muy fuerte... yo no lo soy... no puedo serlo... no ante estas circunstancias y con otras vidas de por medio...

Otaru: Entonces...

Adelai: Me casaré con Esteban... se que al menos cuidará de mí... Aunque yo no lo ame o aunque su padre haya asesinado a mi hermano… Mis padres cuentan conmigo… no puedo defraudarlos

Otaru: Pues yo prefiero morirme antes que verte en brazos de otro...
La suelta y sale del camarote...

Adelai: ¡¡OTARU!! ¡¡ESPERA!!! ¡¡¡VAN A MATARTE!!!

Otaru (sin voltear a verla): Prefiero eso...

Mientras, Esteban y Regina admiraban la majestuosidad del mar, cuando repentinamente vieron a Otaru salir del pasillo donde estaban las puertas que daban a los camarotes...

Esteban (molesto): ¿Qué hace ese insolente aquí?

Regina (enojada): Creí que estabas en Nikana... ¡¡GUARDIAS!!!

Los guardias tomaron a Otaru y lo azotaron contra el suelo, acto seguido salió Adelai...

Adelai: ¡¡NO!! ¡¡SUÉLTENLO!!

Regina: ¡Tu cierra la boca, mocosa insolente!

Otro guardia detuvo a la princesa mientras la Infanta se dirigía con el rey...

Regina: ¿Lo ves, Esteban? Este insolente, que se decía uno de los guardias más fieles quiso quitarte a tu prometida...

Esteban: ¿Como no me di cuenta antes?... ¡¡MATENLO!!

Regina: No... tengo una idea mejor...

Acto seguido se dirigió a la proa y elevó las manos al cielo...

Regina: Amo... ha llegado la hora... ¡¡¡MANIFIESTATE!!!

Acto seguido las aguas comenzaron a rugir y el barco se zarandeó, una mancha negra se fue haciendo cada vez más grande hasta que por fin se mostró lo que realmente era... ¡¡UNA GIGANTESCA SERPIENTE MARINA!
Todos, excepto Regina, se mostraron asombrados ante tal monstruo...

Regina: Amo, devora a ese insolente... ¡Es mi sacrificio para ti!

La serpiente miró a Otaru con sus enormes ojos amarillos, los guardias que lo sujetaban se echaron a correr... Otaru se levantó y la serpiente intentó devorarlo pero el joven se quitó a tiempo, con eso hizo que el barco se moviera tanto que algunos de los soldados cayeron al mar...

Adelai: ¡¡Otaru!!!

Con el movimiento, Esteban quedó entre Regina y Adelai...

Regina: ¡¡AMO!! ¡¡DEVORALO!!

Otaru lograba escapar de la serpiente, pero mientras mas escapaba más se fatigaba, en eso, la serpiente golpeó el barco y haciendo que todos cayeran al piso...
Esteban: ¡Regina!

Adelai yacía en el suelo y vio como Esteban corría a auxiliar a Regina...

Esteban: ¿Estas bien?

Regina: Sí...

Esteban: Dile a esa cosa que regrese a donde pertenece o va a terminar devorándonos a todos...

Regina: A mí jamás me devoraría... los demás no me importan

Esteban: ¡PUEDE DEVORARME A MI!

Regina (maliciosa): ¿Cuál es la diferencia? Así yo seré la reina de Nikana y podré gobernar a mi manera sin tu estorbosa existencia a mi lado...

Esteban retrocedió confundido, ella se incorporó y gritó...

Regina: ¡¡¡DEVORA A LA DONCELLA DE CABELLO LARGO!!!

Acto seguido se cubrió la cabeza con su manta negra... mientras tanto, la serpiente golpeó de nuevo el barco y le hizo un agujero, el barco comenzó a hundirse...






Capítulo 17
La decisión correcta

Algunos de los tripulantes comenzaron a usar los botes de repuesto, Otaru recordó un bote en la popa y corrió hacia él...

Guardia: Majestad... ¡¡el barco va a hundirse!!!!

Se llevó a Esteban del brazo, en eso, Adelai se asomó por la popa y vio a Otaru en el bote...

Otaru: ¡¡¡SALTA!!

Volteó y vio que Esteban era colocado en otro bote...

Otaru: ¡¡¡TIENES QUE ELEGIR TU CAMINO!!!

Ella volteó de nuevo y luego volvió a ver a Esteban, acto seguido retrocedió un poco y ¡SALTÓ!
Cayó en los brazos de Otaru quien le besó la frente, luego ambos remaron... Mientras, la serpiente buscó a la doncella en el barco y al no encontrarla volteó a ver a Regina muy enojado, sopló fuertemente e hizo que la manta de su cabeza saliera volando...

Regina: ¡¡NOOO, MI AMO!!!!

La devoró y se llevó el barco al fondo del mar...
Pronto llegaron los botes al muelle donde fueron auxiliados de inmediato... Esteban estaba en shock, quien sabe si era por lo que había pasado o lo que Regina le había dicho... Adelai fue llevada a sus habitaciones mientras que Otaru fue a su celda...
Más tarde... sentado en el trono, Esteban parecía molesto...

Esteban: Esa Regina lo único que quería era el reino para ella sola... entonces si era verdad eso que mató a mamá y papá... Como no lo vi antes... ¡¡FUI SU ESTUPIDO TÍTERE POR AÑOS!!!

Primer ministro: Señor, por favor, ya no se moleste con eso....

Esteban: ¡¡LO BUENO QUE ESA BRUJA ESTA AHORA EN EL FONDO DEL MAR!!

Primer ministro: Majestad... ¿por qué no se distrae? ¿Que le parece si usted y su prometida se casan hoy mismo?

Esteban (Levantando la mirada): me parece bien... iré con la princesa Adelai...

Se dirigió hacia los aposentos de la princesa y abrió las puertas de golpe...

Esteban: ¡ADELAI! ¡PREPARATE! ¡HOY NOS CASAREMOS!

Pero no obtuvo respuesta, en eso, la nodriza entra llorando

Esteban: ¿Qué sucede?

Nodriza: Ay, señor... mi ama... mi niña...

Esteban (asustado): ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre?

Nodriza: ¡SE FUE!

Esteban: ¿QUÉ?

Entra corriendo a la otra habitación y ve el vestido de novia de Adelai sobre la cama y una carta encima de él, la toma y la lee
Esteban: “Esteban... se que nunca podrás perdonar esto que he hecho, pero tampoco me importa... He decidido seguir mi camino y tu no estas en él... Ojalá que encuentres a alguien a quien por lo menos le simpatices porque en lo que a mi respecta no... Para cuando leas esto yo ya estaré muy lejos y fuera de tu alcance... Adelai”

Arrugó el papel, cerró los ojos y corrió hacia el balcón

Esteban: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ADELAI!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Todo el reino escuchó el grito...

Primer ministro: ¿Majestad?

Esteban estaba con la mirada hacia abajo... las lágrimas se le salieron... pero no eran lágrimas de tristeza... sino de furia...

Esteban (levantando la mirada): Prepárense... mi ejército atacará al amanecer...

Primer ministro: Pero... alteza... ¿piensa iniciar la guerra?

Esteban (con la mirada llena de odio): Si la princesa no está conmigo... su pueblo pagará las consecuencias... (furioso) ¡¡LLAMEN A LOS GENERALES!!! (baja un poco su tono de voz) La guerra de honor... ha comenzado...

Mientras tanto, en un barco de pesca que se dirigía a otro reino, una pareja encapuchada se encuentra viendo el paisaje, él se descubre, y luego la descubre a ella...

Otaru: ¿Estas bien?

Adelai: Sí...
Otaru (sonriendo): Me alegro...

Adelai: Otaru...

Otaru: Dime...

Adelai: ¿Crees que hayamos hecho lo correcto? ¿Y si las cosas no funcionan?

Otaru (tranquilizándola): Eso no pasará, Adelai... Es esto o sacrificarte a ti... Tu no amas a Esteban... porque tu corazón le pertenece a alguien más...

Adelai: Otaru

Otaru: ¿Sí?

Adelai: ¿Verdad que vas a amarme hasta el día que muramos?

Otaru (muy serio): No
Adelai (sorprendida): ¿Qué?

Otaru (sonriendo): Te amaré por toda la eternidad...

Ella sonríe, él se acerca lentamente y la besa dulcemente, se siguen besando mientras el sol se pone en el horizonte...


FIN

Texto agregado el 07-12-2006, y leído por 107 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
09-12-2006 A mi me encacantan las historias, donde hay aventura, emocion y romance este lo tiene todo, muy bueno como para verlo en una obra de teatro, muy lindo, me parece que viviste toda la aventura al escribirlo, almenos yo la vivi al leerla. eutopia
 
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