Gracias y muchas, a los que nos son racistas ni tienen complejos raciales.

SIN EMBARGO: Debido a que las diferencias fenotípicas características de la humanidad a las que muchos llamamos razas y cuyos orí-genes se deben más que nada a distintas adaptaciones al suelo (Clima), cada raza diverge en sus raíces. Indudablemente la selva origina un humano distinto a aquel que se origina en el desierto y a aquel acostumbrado a cuatro estaciones y más que nada a los largos inviernos. Sin embargo es de hacerse notar que cada “suelo” constituye para cada una de las razas (que son adaptaciones humanas) “el mundo”; surgen entonces no solamente diferenciaciones fenotípicas (pieles oscuras debidas al sol intenso y permanente, o narices largas debidas al aire frío, por ejemplo) sino también de conocimientos, cosmovisiones, costumbres, comportamientos, modos de relacionarse con lo que nos rodea y por tanto psicologías distintas, mas no mejores unas de otras. Digamos que cada raza posee su gen característico que ha sido producido a lo largo de un proceso de varios miles de años. En los genes de cada individuo se halla la historia de tal proceso escondida en su inconsciente; por lo tanto cada cual defiende, y a veces hasta de manera irracional, lo que le es característico. Pretender imponer lo que nos es característico sobre otros sin reconocer características distintas a la nuestra en ellos no es igualdad, hermano, mucho menos ausencia de racismo. Ignorar sus imágenes sólo porque nosotros no las tenemos porque tenemos otras imágenes es una ignorancia que pretendemos salvaguardar mediante la aplicación del término “civilizar” y caemos en el error de creer que no “civilizar” es una actitud racista, cuando en realidad es todo lo contrario. Por supuesto: “civilizar” - (se ha modificado un poco en “globalizar” término igualmente eufemístico aunque quizás un poco más ambiguo) - no consiste en otra cosa que en el intento de imponer un solo modo (y adaptarnos a todos dentro de las categorías distintas que hacen funcionar ese modo).

Reitero mi agradecimiento a quienes no son racistas ni poseen complejos raciales, es decir: a todo aquel que esté dispuesto a aprender de otros aquello que le falta (quizás encuentre, allá lejos, en lo más profundo, nadando contra todas las corrientes, algo, una cosita, que es intrínseca a toda raza humana), de muchos otros. (Dicha facultad es el espíritu que nos une, no hay ningún otro)