Mark, this song is for you (Tuxedomoon)
( por: nagal | Género: Cuento )
Mark salió de la cárcel después de su último arresto.
En la calle los colores vivían, era primavera y las flores en los árboles parecían hacer brotar desde el fondo de la tierra toda la vida absorbida durante el invierno.
Un buén primer día para caminar y no preocuparse aún por encontrar trabajo. Con los bolsillos vacíos, Mark parecía estar constituido de la misma esencia de las flores.
(El Sol entre las nubes... si se preocupaba, perdería ese momento)
Su cuerpo eran las cuerdas de una guitarra tocada por algún alegre parado sobre su sombrero.
Todo el resto de la gente era una masa negra colorida fluctuando de un lado a otro
Mark pescaba esos colores; los chispazos de emociones de la gente contenida.
Pero él quería la vida.
II
Negro; para enegrecerse hay que estar completamente vacío; no poseer ninguna aspiración más que el momento presente, posteriormente éste se emana a través de los ojos.
Ellos son los Amos de los inframundos: los perros les llevan alimento en sus bocas. Algunas veces restos de cuerpos mutilados.
III
La guerra había invadido los espacios de la existencia.
Entre padres e hijos, entre parejas, entre compañeros de trabajo o de escuela. Además de eso el mundo se cubría de pantallas que mostraban continuamente todo lo que en el mundo externo estaba siendo eliminado.
En las calles los pasos de las gentes rezumaban lo visto a través de las pantallas.
Pocos ríos limpios quedaban, pocas playas sin contaminar permanecían.
Entonces colocaron todo lo que refresca la vida en contenedores de metal capaces de caber en una sola mano, y la gente lo tomaba por sus bocas sabiendo que era veneno. La vitalidad, en cigarrillos. El status, en los zapatos. Las casas: rincones de fetiches dónde se adoran a las pantallas.
IV
Permanece el viejo mito de Perséfone, aquella que fue raptada por el Hades; Zeus molesto reclamó a Perséfone al Hades, pero éste último era hermano del primero y se llegó a un acuerdo: Una mitad del ciclo anual Perséfone estaría en el Hades; la otra mitad del ciclo, en la superficie de la tierra.
Pero para poder salir y adornarse de flores Perséfone debe absorber muchísima energía de la superficie de la tierra; porque no es fácil, se sabe, subir de desde el Hades.
El mundo se fractaliza ante los ojos del sabio negro y éste lo disfruta. En la fractalidad cada ciclo adquiere la misma proporción que uno de los subciclos que lo componen.
El mito anual de Perséfone es sólo un subciclo a los ojos del sabio.
¿De dónde saca el cuerpo para resistirlo?
V
Destino: haber nacido para ser sacrificado y saberlo. De dicho conocimiento surge una especie de bondad exquisita en épocas de oscuridad.
Todo portador de destino no ansia más que acabarse a sí mismo de la manera más provechosa posible. De él no queda al final de su momento más que una brizna de paja, que se la lleva el viento o la toma un ave para fabricar con él su nido.
VI
Mark salió de la cárcel después de su último arresto.
Si bien es cierto que las razones de su encarcelamiento eran desconocidas, su fuero interno ardía, ya que sólo él conocía la verdadera respuesta, encontrada debido a su pasividad ante la vida.
La prisión había sido oscura, y en ella pudo ver tantas cosas; animales como sombras blancas revoloteando en el aire, felinos y canes negros de los cuales se marcaban sus ojos y sus dientes. Pronto encontró Mark nuevas formas de comunicación que, anteriormente sólo pertenecían al ámbito de sus sueños. Durante las noches se le desaparecía un pie que se arrastraba sobre sus dedos e ingresaba al mundo de dónde se producían todas estas cosas, solo su pié retornaba a él durante el amanecer y le decía.
Se obtiene el cuerpo del sabio a través de un espejo. Dicho cuerpo es resistente, lo es mucho más que el cuerpo carnal, este último cuando conoce y voluntariamente se niega a adquirir los poderes de su cuerpo del otro lado del espejo, se convierte en una especie de anzuelo, en un gusanillo al final de su propio cordón.
Él se da a través de él (ha sido dicho anteriormente).
Mark esperaba una señal, a los pocos días de salir de la prisión para tener una vida normal, un empleo, y poder complacer a una mujer, lavar la loza en la casa y ser, en fin... una persona normal.
Mientras tanto... era sólo contratado para trabajos bajos no remunerados
(efectos del aura blanca)
y no estaba mal, con unos centavos en el bolsillo aún le quedaba tiempo para rehusar convertirse en alguna especie de oscuro nuevo dios.
“¿Son los viejos animales del bosque quienes mueven las nuevas bolsas plásticas en el viento?”
Pero esa clase de preguntas son demasiado cuestionables.
VII
Trabajo era arrojar granitos de arena sobre más arena (así decían)
Pero el sentido no era irónico: Era una noción abstracta del concepto de labor.
“¿Qué podría ser lo peor?”
VIII
Los señores del silencio hablan, dicen, y crean mapas con sus palabras.
Sus voces son como el agua turbia que después de contemplarla se nos muestra clara.
Actualmente “nos” es el sobreviviente.
Las voces y el agua poseen el carácter de ser como espejos, es por esto que es tan importante contemplar el agua turbia.
Los señores del silencio suben y bajan de sus largos hilos y no hablan nunca si no están seguros de sus voces, con ella crean una sinfonía, pero no les interesa acallar lo que se gesta en el silencio.
En silencio los señores del silencio crean otra sinfonía.
Las palabras calman pocas sedes, mas que hermoso es contemplar al silencio cuando habla
Sin embargo el habla funciona a veces como una obstrucción que, a través de las relatividades, nos impide descender hacia nuevas profundidades.
Bendito quién creó un habla espiralada
Desconecten los linguales
Demasiada luz ha impedido el sueño durante largos siglos debido a la contracción involuntaria de las pupilas (los ojos se dirigen entonces hacia objetivos previsibles). La falta de oscuridad impide el vislumbre de las cosas no previsibles. Los atisbos en lo oscuro siempre ha sido el material de toda poesía. El exceso de luz ha relegado a la poesía a impresiones en los libros.
La verdad está en el pilar del sacrificio.
IX
Lánguido penetra el pene en la vagina y los estómagos se mecen como mar embravecido.
Afuera la llovizna cae como tambor de meteoritos.
Un barco se hunde era un falso sueño hecho de palabras, cuando cae los pies se erizan, los dedos crecen como enredaderas que se adhieren a las cosas, en un instante compartido se obtiene el silencio.
Luego el tambor calla y ambos desaparecen.
La piel crece y se convierte en el vestido raido de una anciana prostituta.
El azucar deja de ser parte de las bebidas y se adquiere gusto por lo amargo. Los oidos ya no escuchan las palabras (no hay palabras); el mundo inmediato que rodea se convierte en película de cámara lenta, el instante de la muerte queda suspendido en el aire
Y aparece el personaje.
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