Yo por decreto, quisiera,
tener al dueño de estos escritos que no tiene nombre,
quisiera tener un cuerpo en el cual inspirarme,
unos labios que me besen y me obliguen
a reproducir su sabor en mis letras.
Yo quisiera, que para alguien fueran estos sentimientos,
algunas palabras y muchos deseos,
quisiera tener a quien dedicarle la canción que por la mañana escucho en el radio,
y por la noche, no tengo en quien pensar.
Yo quisiera, inspirarme en un cuerpo que se que para mi,
es perfecto, en unas manos que me acaricien
y me lleven al delirio,
quisiera tocar el cabello, de aquel que me seduce de apoco,
a veces arrebatado, a veces apasionado, unas ocasiones tierno y de vez en vez terco, cuando gusta tímido bajo la luz de sus ojos
Yo quisiera una boca con la cual pelear,
unos brazos para entrar en calor y que entre en calor conmigo,
a veces me parte la melancolía de la soledad dividida,
por que no lo entiendo,
uno ama esperando al amor, sin conocerlo
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