"Cuando regales una rosa fijate cuanto dura sin marchitarse, eso es lo que durará el amor de esa persona por ti"; asi me dijo una amiga cuando me había ragalado mi novia una rosa. Solo duró dos días y al tercero se marchitó, un futuro poco alentador si es que era en verdad lo que mi amiga decía acerca de la duración de las rosas, lo estuve pensando y despues de unos minutos fui a casa de mi amiga y le dije:
Hace días me decias a tu manera lo que significaba la duración de una rosa, bueno la mía ahora ya está marchita, bueno pues ahi te va mi respuesta, no depende tanto de la duración de ella sino del cuidado que le pongas, mientras más la procures, le des luz, agua y abono, la rosa seguirá intacta, asi es como me imagino yo el amor. Al amor no hay que dejarlo a la deriva para ver cuanto dura, al amor hay que cuidarlo, regarlo con la saliva de tus besos, con la luz que emana del calor que da tu cuerpo apasionado y del abono de los detalles y de esos momentos de dulzura; darle a tu amor todo el tiempo que sea posible darle y cuando sientas que está pronto a marchitarse, transplantar sus semillas para que continue y no solo tengas ya una sola flor sino un jardin completo en donde tu seas el jardinero, en donde puedas acudir en los momentos de oscuridad y desamparo, depende de uno que esa rosa dure una eternidad.
Tal vez dije algo que ya se sabe, algo que ya estaba escrito, pero faltaba que lo escribiera yo, faltaba que lo oyeras tu. |