No podría precisar desde hace cuánto tiempo percibo ese sonido.
Inmóvil, en silencio, agudizo los sentidos... todos, hasta los que no poseo...
¡¡No es mi imaginación!!...
¡Definitivamente no es mi imaginación...lo afirmo y confirmo!
¡Ahí está, es casi imperceptible, pero ahí está!
Lamentablemente ( ¿o quizá eso sea lo mejor? ), siempre me encuentro sola cuando se hacen presentes, audibles.
En un comienzo me inquietaba, tenía los nervios crispados, había noches que no dormía nada de nada, otras me mantenía en estado de duermevela...’porsi’, decíame...
No lograba descubrir de dónde provenía o quién carajo lo producía... quién será... quién es lo suficientemente infantil, ocioso o demente para jugarme broma semejante... rechinaba los dientes por mi carencia de capacidad, por mi agonía de lucidez, por mi falta de claridad, ...
Con los ojos entornados, concentrada al máximo, buscaba rostros que encajaran con el sonido aquel, pero el resultado era una masa amorfa ( bastante fea a decir verdad),
No, no era miedo ... era la necesidad de saber qué o quién... y por qué me atormentaba.
(Me descontrolo cuándo no sé ... ¿quién no?)
Como dicen... tiempo al tiempo... la práctica hace al maestro, todo cae por su propio peso, no hay mal que dure cien años, al mal tiempo buena cara, más vale pájaro en mano que cien volando... y cosas por estilo...
...He logrado clasificarlos... edad, ocupación, procedencia, preferencias, sexo, color, aroma, textura... todo gracias al sonido que emiten... y, por qué no decirlo... gracias a ésta... mi impaciente paciencia.
...En fin... ratas...
Eso... ratas y chillando.
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