Entré cruzando los dedos
al encuentro de los tiempos,
entre cosas y misterios.
Doliendo olvidos...
sabiendo que pocas llaves
abrirían mis puertas.
Que las uñas del miedo
rozaban mi nuca.
Solo una certeza...
!ni siquiera muerta vovería!
Texto agregado el 04-12-2006, y leído por 117
visitantes. (6 votos)