La lejanía es dolor, dolor de ti México.
2 DE DICIEMBRE. SEVILLA, ESPAÑA.
Son casi las 11 aquí, aquí donde nada pasa, apenas los bellísimos palacios árabes, apenas las ciudades romanas, apenas las imponentes catedrales barrocas, apenas las alegres y finas plazas, apenas lo bucólico, apenas la belleza de un silencio apacible. Aquí, donde apenas el viento hace escarnio sobre los naranjos. Aquí, donde el robo de unas cuantas bicilcetas es noticia de primera plana en los diarios locales, aquí donde viven las buenas personas.
Y es de obviarse que entre palacios musulmanes, vestigios romanos, belleza, silencios apacibles, vientos invernales, naranjos aletargados, delitos que a nadie dañan y gente buena se debería estar en bienestar.
Pero cuando un corazón es convulso de nacimiento, cuando un corazón ha latido sobrecogido en el borde de la otra realidad, entonces nada, ni naranjos ni belleza; ni silencios ni buenas personas: nada.
Ayer, había sugerencia de visitar los patios de una de las propiedades de la duquesa de Alba, donde Antonio Machado jugará cuando niño: "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero;", ´pero yo, tenía el corazón convulso.
Convulso por ver, convulso por presenciar y encontrar. Encontrar el tan ofrecido punto de inflexión, la vehemencia que raya en la deseperación. la necesidad de creer que el rumbo puede cambiar; la osada e inocente fé en que esta vez, sí, que esta vez ellos querrán y si ellos quieren, nosotros, -el pueblo- también queremos y que entonces, podremos todos juntos, ellos desde el poder y nosotros desde nuestro modesto pero no menos valioso frente de lucha: el del trabajo, virar, avanzar, crecer, encausar.Y que ocurra que el corazón convluso de un pueblo generoso y digno como lo es el nuestro al fin se apacigue porque lo merecemos.
Pero ellos no quieren, desde su infiita ambición, desde el egoísmo más hiriente nos dan la espalda, a nosotros, a la raza cósmica, al pueblo de Juárez.
Ayer mi corazón convulso presenció a la distancia la ceremonia de poder de un gobierno bananero. El más decadente, asqueante y despreciable acto de agresión en contra de mi pueblo. El agravio en su más amplia dimensión nos ha cruzado el rostro.
Al tiempo, mi presidente hablaba frontal y sereno. "Ellos piensan que este asunto tan importante para México lo vamos a resolver con la policía y con el ejército pero no caeremos en la trampa de la violencia... millones de mexicanos, la mayoria, sufre por la pobreza por la marginación, ya no queremos eso, queremos vivir en un México con dignidad y con justicia...cuando se tienen ideales, cuando se tienen principios se es políticamente invulnerable... vamos a seguir conduciendo el movimeinto por la via pacifica, es un movimiento pacífico, no violento, que no se permita la provocación, ni una pared pintada, ni un vidrio roto, todo en orden, no vamos nunca a aceptar la imposición... que viva el movimiento democrático, que viva la democracia, que viva México"
Aquí ahora llueve, llueve sobre las buenas gentes y sus ciudades sitiadas por naranjos y flanquedas por columnas y murallas romanas.Tan solo la lluvia puede intranquilizar sus almas y acaso que el ladrón de bicicletas aún ande suelto.
Y el corazón convulso vuelve a creer.
(De antemano pido disculpas a los amigos que no comparten mi sentir, ni mi ideario, no intento persuadirlos de moverse a mi postura, tan solo intento compartir con ustedes lo que soy y en lo que creo)
Saludos a todos.
Laura Villanueva
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