Bautismo
Acércate, camina desde el centro de tu ciudad hacia el atrio de la salvación. Renuncia a los dioses que te han obligado a venderles tu alma, a sus pompas y sus obras, al origen del ambiente materialista que gobierna tu mundo.
Te dibujo la señal del amor en tu pecho. Tu corazón de animal te recordará que estás siempre ligado al terrenal y humano sentimiento del amor. No podrás ni querrás escapar de él nunca más.
La unción con esta agua de lluvia, aún no tocada por mano humana, te recordará la triple misión que desde ahora tienes, debes ser uno con el Hombre, debes ser profeta, rey y sacerdote, debes predicar el poder del Hombre, debes gobernar ese poder y debes contener a aquellos que de él deseen abusar.
La luz de esta vela no viene desde afuera, ella representa tu luz interior, aquella que deberás usar para iluminar tu camino, desde tu interior hacia tu interior. Nada más te pido, no confíes en luces externas, nunca sabrás hacia dónde te desean guiar.
Repite conmigo. Creo en el Hombre, tan débil como cualquier otro animal, creador de las artes y las letras, y creo que él y sólo él es responsable de su destino.
Desnúdate, sumérgete en el agua de esta vertiente. Levántate, respira y siente el aire de la libertad. Corre por la pradera, alegre, desnudo, liviano y libre de todo pecado heredado, porque ellos nunca existieron.
Ahora te dejo solo, porque confío en ti. Tienes todo lo necesario para sobrevivir y ser feliz.
Jota |