- I -
Desde que mundo es mundo,
desde que vida es vida,
desde que planeta Tierra
el ser viviente lo habita,
hay un sólo sentimiento
que rige comportamiento.
Cuanto hace el animal
racional o irracional,
a él está supeditado.
Y a tal punto ha calado
su influencia funesta,
que domina y educa
al espécimen viviente,
igual al bípedo hombre
que al cuadrúpedo león,
al escualo y al dentón,
que a perdiz martineta.
De él nacen a la vida
sumisión y las creencias.
Sin él sería bendición
nuestro terráqueo planeta.
Por él surge: obediencia,
moral y desistimiento;
virtud, recato y honor,
la educación y el pudor.
Él todo lo mangonea,
lo bueno y lo correcto,
lo malo y lo protervo,
é influye sin mesura,
cuando él se lo propone,
conturbando el pensamiento,
enturbiando las razones.
Así da vida, sin cordura,
aquelarricos suplicios,
esperpénticos juicios.
Y hasta el intelecto
desaprovecha los conceptos:
ética, verdad, mesura,
y mete en espesura
de quiméricos temores
las más preclaras razones.
- II -
Sentimiento, asaz pertinaz
de nefastas consecuencias,
no es otro que: ¡El Miedo!
El más grande de los males,
es el miedo por el miedo.
Si el miedo se apropia,
en cualquier nacido ser,
de raciocinio, cordura,
éste pierde compostura
además de la libertad
No nace por causalidad
el sentimiento del miedo.
Miedo tiene el más pequeño.
Miedo sufre el más grande
Miedo, al animal ofusca:
al orondo y al cenceño;
al que sin saber lo busca;
al que buscando le huye.
Nadie escapa del miedo.
Mientras miedo prevalece
desaparece libertad.
Nada cabe contra miedo;
pues es una enfermedad
sin remedio que la cure.
Cuando el ser temerario,
escudándose en valor,
arremete contra miedo
obteniendo su derrota,
logra más grande victoria
que Tierra pudo vislumbrar.
El triunfo es: ¡La Libertad!
- III -
¡Miedo...! ¡Victoria...! ¡Libertad...!
Es irónico, el pensar,
sólo Muerte, que aterra
con su tétrica faena,
al ser viviente depara:
¡vencer congénito miedo
y obtener la libertad....!
A. F. Félix Torres
|