Te espero en las horas que pasan, mientras veo en silencio como el sol se disipa en los brazos de la noche. Te espero en el silencio que el cielo provoca, cuando espera ala luna que su vida enamora. Te espero en la calle, mientras el suelo se moja por los besos de la lluvia que tiernamente desborda. Te espero en el frió, que acompaña mi cuerpo y que intensamente agudiza su creciente desespero. Te espero, te espero… … y espero que no tardes, no te imaginas cuata falta me haces.
Texto agregado el 30-11-2006, y leído por 100 visitantes. (3 votos)