A veces caminamos por callejones muy oscuros y los ecos de unos ladridos son el fondo que va opacando el sonido de mis pasos mis zumbidos mis lamentos en la pared está escrito tu nombre la sombra de mi rostro se posa sobre él quisiera retenerte en mi piel escurrirme en tu cuerpo crear un espacio donde nuestros sexos brillen un momento en el que nuestros sexos griten un tiempo en el que nos arropemos con nuestros sexos y mi lengua dibuje besos en tus labios vaginales y cante el dolor el ardor todo aquello que llevo dentro y sientas el tedio mío de estar sin vos el tormento de estar sin vos el tormento de no escuchar tu voz
Texto agregado el 30-11-2006, y leído por 138 visitantes. (2 votos)