Desparrame mis tinieblas
en el maldito suelo que pisabas,
me vi muriendo ahí,
mientras tus ojos
me cantaban silbando una esperanza.
Pero la muerte esta,
aquí en mi soledad
y en la carne que pudre mis entrañas,
puedo verla detrás de los espejos,
devorando sutil
cada pobre reflejo de añoranza.
Pobre lágrima mia
perdida entre las aguas de la nada,
sentenciada me vi,
cuando tu pie arrastro
mi madrugada.
Y en la distancia fui
creciendo entre las sombras
que me dejo tu cara,
cuando escape de ti,
como una pobre niña
atormentada .











Insomnio
dejame ya vivir
de la mano del sueño
y la distancia,













hunde tu espada en mi
y dejame soñar