Amor, ir, por las puertas del mundo
Yo quiero amar una mujer
Así, con todo el erotismo…
¿Quieres morir?
Amor, ir, en una mujer
Por las vueltas del mundo
Justo que pensaba aprender
Y tu piel es un libro.
Jimmy
A veces, cuando ya no encuentro que decir, termino justificando el miedo que siento de no ser sincero conmigo mismo. A veces también, camino por la calle pensando y repensando lo que hago con mi tiempo, con mis sueños, los deseos, los problemas… mi vida, y no concluyo mucho; o lo mismo, hay que continuar, perseverar y evolucionar. He tenido también oportunidades, que bien o no, terminan en el retrete. Pero tengo mi estilo, me arriesgo, me autorizo, y finalmente, lo disfruto. Desvelado. No voy a hacerlo esta noche, estoy tranquilo, relajado, quiero dormir y descansar, quiero soñar de nuevo el devenir de otra película. Quiero levantarme en la mañana y disfrutar del cielo paradisíaco que me cobija. Caminare entre las paredes blancas que aguardan mi sosiego, con la piel fresca y la ansiedad desbordante me adentrare en el arpegio de su melodía. Dulce chocolate, ojos en prosa, esta vez llegare muy alto, aniquilando el vacío, caeré tan lentamente como su cabello suelto y rojo. Le invitare a bailar con los pies descalzos sobre los corazones pavimentados, esta vez solos, hasta encontrar el abismo de su parnaso y esperar al vértigo. Con la venia del poeta de los comos, yo, tan humildemente necesitado, suscito las palabras en su nombre hasta agotar los renglones y rebosar la memoria. Iluminado. Arañas en el espejo, dulces en la puerta, comida rica, canciones nuevas, este es el concierto de mis pasos; tan inesperadamente radiantes. Espera, que aun no termino, sigo volando. El mar aguarda apacible y contento las huellas de los recién nacidos en febrero, mientras la fiesta del swing predice cantos belicosos de los mas coquetos; es inevitable, son los poderes enajenados rompiendo las cadenas de la cortina ausente. Estoy Pez-cao, sutilmente contemplado, anaranjado, calmado y desesper… no, no no, fulminado. Of corse big fish, esa es la cinta, en la buena que yo no muerdo, pero dejo el morado, hay un violinista en el tejado, arañado, muito perjudicado. Comienzo a desvariar, ¿será el sur acaso? Casi. Ya te lo dije, me conmueven los colores de este cielo, cagada… no, es la vida real, lo subjetivo, el cosmos, vos sabes.
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