Tengo miedo que después de besarnos de todas las formas posibles e infinitas de besar, se nos acaben los besos; y que luego, al mirarnos cara a cara, ya no tengamos nada por decir. Bogotá, Agosto 12 de 1.992
Texto agregado el 04-02-2004, y leído por 220 visitantes. (1 voto)