Un día resucité en forma de viento,
transportaba la luz al hueco carmesí
que dejo tu corazón al arrancarlo.
Acariciaba tu cara con mi frío sentimiento.
Un día perdí el cielo y llevé las nubes a ti,
perdí mil versos, mil canciones, mil besos.
El pasar perezoso nos cautiva de nuevo.
Ya recuerdo la elocuente expresión de tus susurros.
A tu mundo ya no volverán aquellos sueños viajeros.
Un día retorcí el humo arrancándole versos.
Lleve hasta ti una ilusión
que devolvió hasta mí tu lamento.
Texto agregado el 27-11-2006, y leído por 130
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