Y cae la fría tarde sobre un abismo sin fin.
Y sueña el neblumo a lo lejos:
hoy estoy lejos de ti.
Arriero en la noche,
fantasma en el día.
Casi tan y tan callado,
casi tantos y tantos sueños,
casi toda el alma perdida.
Los restos se escapan con mis ojos
por la cascada de la soledad.
Texto agregado el 27-11-2006, y leído por 123
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